las Leyes de Mendel
Cuando seleccionamos animales o
plantas por lo general lo hacemos por las características individuales que
estas presentan, ya sea por su belleza,
performance, resistencia a las enfermedades,
productividad, etc. En la abeja las características individuales dicen
poco o nada. La abeja se comporta como un organismo social formando una colonia
en la que conviven e interactúan individuos de distinto sexo y de cierto grado
variable de parentesco. Algunos la consideran como una superfamilia integrada
por varias subfamilias y otros como un superorganismo ya que este mantiene temperatura
y humedad constante además de nutrirse cada individuo en forma mancomunada con
los demás individuos de la colonia gracias a un mecanismo denominado trofalaxia, o intercambio de alimentos . Si
la colonia pasa hambre pasan hambre todos sus integrantes por igual.
Una colonia está integrada por
una REINA MADRE encargada de la
multiplicación de los individuos. Esta mantiene in-situ las células
germinativas masculinas y femeninas apareándose en edad muy temprana con varios
machos (acoplamientos múltiples) de 10 a 17 zánganos, a los que les extirpa los
órganos sexuales y retiene las células germinativas en un depósito llamado
espermateca. Ovoposita:
a) Óvulos
(haploides) de los que nacen machos normales, los ZÁNGANOS;
b) Huevos
(diploides heterocigotas) de los que
nacen hembras fértiles, las PRINCESAS y
hembras estériles, las OBRERAS y
c) Huevos
(diploides homocigotas) de los que nacen unos monstruitos medio machos y medio
hembras, que son comidos antes del tercer día de nacidos por las obreras.
Las obreras integran varias subfamilias que
tienen un padre y madre en común pero como el padre proviene del óvulo sin
fecundar .de esta manera las obreras que
pertenecen a la misma subfamilia, tienen tres cuartos de sus genes en
común. Reciben gametos idénticos de su
padre y, en promedio, gametos
mitad-idénticos de su madre.
Las obreras que pertenecen a diversas subfamilias
tienen la misma madre pero diversos padres. Son medias hermanas y tienen un
cuarto de sus genes en común. Los Zánganos son medio hermanos con las obreras y
con la REINA
Esta gran familia o superorganismo no puede
estudiarse por las características aisladas e individuales de uno de sus
miembros, mas bien por las características que la misma en su conjunto
refleja. Por lo tanto si los portadores
de las características genéticas son las REINAS
y los ZÁNGANOS juzgaríamos a la reina no por las características
individuales de ella, sino por las características de la super-familia o
super-organismo que esta compone y de los ZÁNGANOS sabemos que son medio hermanos de la reina.
Además de lo complicado que resulta, por las
razones antedichas, la aplicación de las leyes de la genética a la apicultura, tenemos los inconvenientes
derivados de la partenogénesis en las reinas; el acoplamiento múltiple;
acoplamiento con zánganos del origen desconocido; el hecho de que cada zángano
muere en el acto del acoplamiento y por lo tanto no se puede utilizar para
otros acoplamientos como es posible en otros
ámbitos productivos. Y no olvidemos recordar que la reina se aparea muy
joven y por única vez, después por el resto de su vida utiliza los espermas
acumulados en la espermateca.(*) Aunque la abeja está conforme a los
leyes universales válidas de la genéticas según lo establecido por MENDEL, sin embargo manifiesta excepciones y
particularidades de vital importancia.
PARTENOGÉNESIS
La partenogénesis (del idioma griego παρθένος parthenos =
virgen + γένεσις genesis = generación) es una forma de reproducción asexual por
hembras no fecundadas , que se
da con cierta frecuencia en insectos, anfibios y reptiles . Fue Jan Dzierzon quien primero descubrió la
partenogénesis en los zánganos. Puede también considerarse como
reproducción asexual o como sexual mono-gamética, puesto que interviene en ella
una célula sexual o gameto
Como se sabe, las hembras de las abejas -reinas y obreras-
nacen de un huevo, que es la unión de un óvulo de la reina con un
espermatozoide de uno de los 10
a 15 zánganos que se aparearon con esa reina. En tanto
que los zánganos nacen de los óvulos de la reina, esto significa que la reina
produce zánganos sin necesidad de aparearse. Esta particularidad del sistema
reproductivo de las abejas se denominó PARTENOGENESIS en 1845 cuando Dzierzon
describe por primera vez el fenómeno. En 1986 el brillante apicultor uruguayo
Samuel de León del Río, lo rebautizó como TELIGENESIS, en su muy interesante
libro "He aquí las abejas" (Editorial Hemisferio Sur), y nos ayudó a
comprender que los zánganos de una colmena son medios hermanos de la reina que
puso el óvulo de donde nacieron, y no sus hijos como la teoría de la
partenogénesis establecía.
Existen muchos mitos acerca del
zángano. Siempre se afirmó que el zángano era hijo de la reina, cuando la
realidad es que genéticamente es hermano de la reina, pues parte de una unidad
biológica a la que mal se ha hecho en denominar huevo, ya que para que fuese un
huevo debería contener la información genética de dos progenitores y en
realidad es un óvulo formado a partir de una meiosis de las células de la
reina.
Por esa razón es incorrecto decir
que el zángano nace de un huevo infecundo porque en realidad ni es un huevo ni
es infecundo. Podríamos llamarla MADRE HERMANA Para poder entender esto, puede
citarse el caso de la mosca de la fruta o Ceratitis capitata. Esta mosca es
combatida criando machos en cautiverio a los que se esteriliza en laboratorios
para que luego al ser liberados fecunden a las hembras. Como los machos no tendrán
semen al fecundar las hembras, éstas pondrán huevos que jamás incubarán por
falta de uno de los gametos.
Si este mismo proceso se
efectuara con las abejas y se esterilizaran los zánganos, ellas igualmente
pondrían "huevos" que originarían machos.
Otro de los mitos existentes es
el de afirmar que los zánganos serán todos iguales a su "madre hermana"
cuando en realidad lo que sucede es lo contrario, pues la célula que
origina al macho, ese óvulo hasta ahora llamado huevo
infecundo, surge por una meiosis
celular de la reina, es decir que de los 32 cromosomas
apareados que forman el genoma
de la reina sólo 16 pasarán al zángano.
EFECTOS DE LA PARTENOGÉNESIS
Aparte del hecho de que tenemos
en el mejor de los casos, solamente un control limitado del acoplamiento de las
reinas, es la partenogénesis el verdadero punto crítico en la crianza de la abeja. La
partenogénesis anula, no solamente los procesos de crianza normales, también
rompe todas nuestras nociones e hipótesis preconcebidas referentes a la herencia.
Debido a la partenogénesis el zángano no tiene ningún padre sino solamente una
madre “Madre Hermana”. Por otra parte él pierde su vida en el acto del
acoplamiento y así deja de estar de servicio para los propósitos posteriores de
la crianza. Por lo tanto no hay posibilidad en la abeja de acoplamientos
entre el PADRE E HIJA, MADRE E HIJO (*), o HERMANO Y HERMANA. De máxima
puede haber acoplamiento emparentado entre un HERMANASTRO Y UNA
HERMANASTRA.
La situación es mas complicada por el
hecho que, debido a la partenogénesis, millones de espermatozoides producidos
por un zángano son todos absolutamente idénticos desde el punto de vista
genético.
Un resultado de esta uniformidad
de genes en el zángano significa que hay una mayor estabilidad en la herencia
de la abeja que en otras formas de vida. Otra consecuencia de esta
uniformidad es que la abeja es más susceptible a la endogamia. Es verdad
que el acoplamiento múltiple actúa como contrapeso a esto, pero solamente
parcialmente. En nuestro cruce obtenemos una segregación en el
descendiente femenino en la F1, en los zánganos solamente
en la F2, pero aquí no hay después el
mismo patrón que en otros tipos de crianzas donde no hay partenogénesis.
Cruzando a individuos de la F1 entre sí mismos, MENDEL podía obtener la segregación
clásica en la F2, (Fenotipo 3:1) de la cual
se presentan las nuevas combinaciones de los genes que entonces se transmiten
en una línea directa. Tales nuevas combinaciones son posibles en el caso
de la abeja, pero como se ha observado ya, solamente de una manera del cruce
giratorio debido a el hecho de la partenogénesis.
El zángano no tiene ningún
hijo, solamente nietos; él no tiene padre tiene solo madre y sus factores hereditarios correspondan a los
de sus abuelos. Por lo tanto en un primer cruzamiento no tenemos ningún
zángano de F 1,
ellos aparecen solamente en la generación subsiguiente.
En las hembras fértiles se puede producir la hibridación y la segregación de
genes en el primer cruzamiento (F1) pero no así
en el zángano que es un mero
multiplicador y transmisor de los gametos femeninos. En el zángano se produce
la segregación recién en el segundo
cruce o (F2)
Los zánganos nacen de un óvulo y
tienen la mitad de cromosomas 16 y sus espermas tienen también 16 cromosomas
por lo tanto repite las características
genéticas del óvulo que lo engendró.
Las abejas al igual que las
reinas tienen dos GAMETOS y por eso pueden ser “puras de una raza” o
“mestizas”. En casos excepcionales desovan!. Los zánganos sólo tienen un GAMETO,
nacen de un óvulo no fecundado por eso nacen PUROS DE ALGUNA RAZA ya que para
el mestizaje habría necesidad de dos GAMETOS. Puede haber algún intercambio de
genes por (“CROSSING-OVER”) o Sobrecruzamiento.
La espermateca de la REINA (local donde se quedan
depositados vivos los espermatozoides de los zánganos) no tiene evidentemente,
por lo tanto, la mínima influencia sobre su prole de zánganos (Ha no ser en sus
hijas y nietas reinas). Sabedor de eso el apicultor o Genetista podrá programar
nacimientos de zánganos aunque sus REINAS
se hubieran fecundado con machos de otras razas. (*). Por eso una reina
ITALIANA PURA aún fecundada por ZÁNGANOS AFRICANOS generará solamente ZÁNGANOS
ITALIANOS. Si la reina fuera híbrida irá a producir simultáneamente dos razas
diferentes de zánganos. Como ejemplo una Reina
ITALIANA AFRICANIZADA irá a dar origen a la mitad de zánganos ITALIANOS
(derivados del GAMETO “A )”y la otra mitad será de AFRICANOS (oriundos del GAMETO “B”). En mestizas es muy común
encontrar un grupo de zánganos bien amarillos y otros bien oscuros
Orlando Valega , apicultor de “Apícola Don Guillermo”