Los científicos descubren lo que está matando a las abejas
En este mes de agosto recibí por mail una noticia terrible hace un par de días. Muchos han oído hablar de que las abejas están desapareciendo, lo cierto es que están muriendo de forma misteriosa y masiva sin que nadie sepa porqué y esto ha provocado innumerables investigaciones en medio de una alarma generalizada.
¿Pero porqué la
desaparición de las abejas preocupa tanto y se lo considera un problema
global? … para nosotros los humanos, es lo único que parece seguir contando.
Aunque la industria de la apicultura no es un asunto despreciable, viene a ser
algo secundario respecto al verdadero problema; las abejas polinizan la tierra,
su labor es indispensable para que millones de plantas puedan dar fruto y eso
las sitúa en la base de la pirámide de la alimentación en la Tierra. Y creo que
aún esto, con su gravedad, podría ser ignorado a la vista de cómo se atiende la
salud del planeta si no fuera porque ya está pasando una importante factura
(económica, se entiende).
Pongamos un ejemplo: EE.UU. lleva
sufriendo de forma especial la desaparición masiva de sus abejas (en los últimos seis años han perdido 10.000 millones de
colmenas) y sus poblaciones de abejas son ahora tan bajas que uno de sus
cultivos estrella, la almendra en California, está requiriendo el 60% de las
colmenas supervivientes de todo el país para su polinización. California provee
el 80% de la exportación mundial de almendras y eso le supone al estado un
valor de $ 4 mil millones, por lo que cualquiera, independientemente de su
inquietud ecológica, entiende que esto es un problema. (Para los que además
tenga alguna inquietud ecológica, mucho habría que hablar de lo que supone un
monocultivo de dimensiones tan brutales…)
Volviendo al colapso de
colmenas, se sospechaba de los pesticidas, de ciertos parásitos o de una mala nutrición, pero en
el primer estudio de su tipo, los científicos de la Universidad de Maryland y
el Departamento de Agricultura de EE.UU. han identificado una mezcla extraña de
pesticidas y fungicidas que contaminan el polen que las abejas recolectan para
alimentar sus colmenas. Cuando los investigadores recogieron este polen y
alimentaron con él a abejas sanas, estas mostraron una disminución
significativa en su capacidad para resistir a la infección de un parásito
específico, el Nosema Ceranae. Este polen estaba contaminado por una media de
nueve pesticidas y fungicidas diferentes, aunque los científicos descubrieron
hasta 21 productos químicos agrícolas en una de las muestras.
Lo que el estudio demostró es que las abejas que comían polen
contaminado con fungicidas tenían tres veces más probabilidades de ser
infectadas por el parásito. Estos fungicidas se utilizan de forma generalizada
en la agricultura porque hasta ahora se pensaba que eran inofensivos para las
abejas, ya que están diseñados para matar a los hongos, no a los insectos, en
los cultivos como las manzanas. Dennis vanEngelsdorp, el autor principal del
estudio, manifestó que cada vez hay más pruebas de que los fungicidas pueden
estar afectando a las abejas por si mismos.
En los últimos años, una clase de
químicos llamados neonicotinoides se ha vinculado a las muertes de abejas y
recientemente se ha prohibido en la Unión Europea, donde la las poblaciones de
colmenas también se han desplomado, la utilización de estos pesticidas durante
dos años. Pero van Engelsdor dice que el nuevo estudio muestra que es la
interacción de múltiples pesticidas lo que está afectando a la salud de las
abejas. “El tema de los pesticidas en sí mismo es mucho más complejo de lo
que hemos llegado a creer”, dice. “Es mucho más complicado que un
solo producto, lo que significa, por supuesto, que la solución no consiste
simplemente en la prohibición de un tipo de producto.”
El estudio mostró además que el polen que las abejas
recogían también de las malas hierbas y flores silvestres cercanas estaba
igualmente contaminado con plaguicidas, aunque esas plantas no eran el objetivo
de la pulverización.
Esto lo contaban apicultores hace años, lo que está
matando a las abejas es el veneno al que las llevamos sometiendo durante
décadas de agricultura “eficiente”: herbicidas, fungicidas y pesticidas. Ahora,
el Departamento de Agricultura de EE.UU. nos lo presenta en un estudio que lo
hace oficial. Y recuerda, el bouquet de productos químicos descubierto por los
científicos en su estudio, ¡Se encuentra en el polen de las plantas de las que
nos alimentamos también nosotros!