Al finalizar la ultima cosecha
El manejo del colmenar se basa en tres aspectos
fundamentales e igualmente importantes: genética, sanidad y alimentación
estratégica. Opciones de Manejo en cámara de cría Recambio de reinas,
Monitoreo y control de varroasis, Alimentación energética estratégica,
Inspección del apiario Suplementación proteica
En los
últimos años la actividad se ha visto perjudicada por factores como la
reducción de la oferta floral, el avance de la agricultura, las fumigaciones,
los sobre pastoreos. Sin embargo, existen acciones de manejo que hacen la
diferencia en la productividad del colmenar,
Los tres
deben estar fortalecidos para poder cumplir con nuestro objetivo de llegar al
pico máximo de floración con la mayor cantidad de abejas posibles. Todas las
operaciones que realicemos en el apiario deben estar previamente planificadas.
Contar con un plan de manejo integral en el que se incluyan tanto las prácticas en el apiario como la gestión económica, consolidará la empresa en su totalidad. Para ello es fundamental conocer la curva de floración de cada lugar para poder planificar todas las acciones y operaciones. Como apicultores debemos observar continuamente lo que sucede en el ambiente, haciendo los ajustes necesarios, dado que no todas las variables climáticas y de nuestra explotación se manifiestan de la misma manera todos los años.
Tenemos a nuestro alcance una serie de acciones de manejo, dentro de las cuales la preparación de las colmenas para la invernada es un punto clave. El principal objetivo de esta acción es conseguir que las abejas que invernen estén bien nutridas, es decir, que la colonia de abejas pueda almacenar las suficientes reservas energéticas y proteicas (miel y polen) como para sobrevivir al invierno y posibilitar un primer ciclo de cría vigoroso en la próxima primavera. Hay apicultores que para la hibernada dejan menos miel de la deseada y después alimentan, sin tener en cuenta que las reservas de miel no solo sirven para que la colmena se alimente debemos saber el importante papel que la miel juega para mantener la temperatura de la colmena en la hibernada ya que sin reservas de miel las abejas gastaran más energía en mantener el calor en el racimo de invierno.
Primero, lo primero
Debemos entonces definir la
estrategia de invernada. Se recomienda realizar la misma en cámara de cría,
dado que permitirá reducir la población al mínimo sin perjudicar la
supervivencia de las mismas. Para ello se deberá incorporar a la cámara un
alimentador tipo Doolittle en colmenas verticales aquí se suelen utilizar
bolsas que después se desechan. Para entrar a la invernada será necesario por
lo menos, contar con ocho cuadros cubiertos por abejas y cinco ó seis cuadros
con reservas. De esta forma las abejas podrán controlar mejor la temperatura y
la humedad interior, estamos hablando de colmenas verticales como la colmena de
perfección o langstroth se logrará mayor eficiencia en
cuanto a sanidad y se facilitará la realización de la inspección de las cámaras
de cría, tanto a fines de temporada como en la próxima primavera.
Por otro lado, sabemos que es importante mantener controlada la carga de varroa durante todo el año, pero es vital lograr contar con una baja carga postcosecha si queremos que los últimos ciclos de cría no se encuentren debilitados por la presencia de ácaros.
Por otro lado, sabemos que es importante mantener controlada la carga de varroa durante todo el año, pero es vital lograr contar con una baja carga postcosecha si queremos que los últimos ciclos de cría no se encuentren debilitados por la presencia de ácaros.
Últimos pasos de la
invernada
El Plan de Alimentación Energético
estratégico es fundamental para cubrir los requerimientos de las abejas
anualmente. En el otoño es cuando buscamos incorporar la cantidad de reservas
suficientes para pasar el invierno. El alimento que se incorpore dependerá de
la cantidad de reservas que las abejas hayan recolectado naturalmente. Para poder
bloquear las colmenas y producir un corte de la postura de la reina, al
terminar la cosecha, es necesario retirar el material melario y tratar de
aprovechar el último flujo de néctar para producir dicho bloqueo en forma
natural. Si esto no fuera posible será necesario incorporar alimento para
producirlo en forma artificial.
Es importante que cada productor conozca o busque asesoramiento respecto del mejor producto a utilizar para este fin. Asimismo deberá conocer las ventajas y desventajas del uso de cada producto. Los sustitutos que se podrán utilizar serán jarabe de azúcar al 66 por ciento y jarabe de alta fructuosa con aproximadamente el 55 por ciento de fructosa podemos mezclarlos los dos y se conservara por mas tiempo.
Es importante que cada productor conozca o busque asesoramiento respecto del mejor producto a utilizar para este fin. Asimismo deberá conocer las ventajas y desventajas del uso de cada producto. Los sustitutos que se podrán utilizar serán jarabe de azúcar al 66 por ciento y jarabe de alta fructuosa con aproximadamente el 55 por ciento de fructosa podemos mezclarlos los dos y se conservara por mas tiempo.
Antes de la invernada hay que considerar la
posibilidad de contar con un plan de suplementación proteica.
Un polen es de
calidad cuando contiene al menos un 24-25 por ciento de proteína bruta y una cantidad equilibrada de aminoácidos. Uno de los
objetivos de la suplementación será cubrir los requerimientos proteicos que las
abejas no obtengan del medio ambiente en forma natural. Antes de iniciar esta
suplementación, deberíamos tener en cuenta si realmente es necesario hacerlo y
de ser así, asegurarnos de conocer realmente cuáles son los productos que están
en el mercado, cuáles son los suplementos de mantenimiento y cuáles los
estimulantes.
Por último, es necesario
categorizar las colmenas, lo que nos dará
información sobre lo que sucede desde que las
colmenas entran al invierno hasta
su salida y el arranque primaveral. Tener un apiario productivo, significa
contar con al menos un 80 por
ciento de colmenas del tipo I y II. En otoño, la categorización
se puede realizar una vez producido el bloqueo de las cámaras de cría junto con
la inspección del apiario. Suponiendo que contamos con un colmenar que arroja
este resultado a la entrada de la invernada, al finalizar la misma, deberíamos
contar con información similar; si ocurre que se modifica y pasamos a tener un
porcentaje mayor de colmenas III, es evidente que hubo problemas en la etapa de preparación de
la invernada.