jueves, 8 de noviembre de 2012

APARATO CIRCULATORIO

Aparato circulatorio
El sistema circulatorio o aparato circulatorio de la abeja se compone de dos diafragmas, uno dorsal y otro ventral, ubicados en el interior del abdomen, el corazón y órganos accesorios que ayudan a la circulación.
El diafragma dorsal consiste en una membrana muy delgada y transparente que separa el corazón del resto de los órganos de la cavidad abdominal. Se lo puede describi
r mejor comparándolo con una sábana suspendida a intervalos y combada hacia abajo. Tanto el diafragma dorsal como el diafragma ventral son los responsables de mantener la circulación dentro del abdomen y de llevar sangre o hemolinfa desde el tórax al abdomen.
El corazón es un órgano alargado está situado entre el diafragma dorsal y el techo del abdomen. Posee paredes musculosas y está compuesto de varios segmentos unidos entre sí por pequeñas válvulas, que presentan diminutas aberturas, denominadas ostíolas de una sola vía, que permiten que la sangre entre al corazón cuando está dilatado, confinándola en el mismo y forzándola hacia adelante cuando el corazón se contrae.
A continuación del corazón viene la aorta; se trata de un vaso sanguíneo que corre a través del tórax en dirección a la cabeza del insecto, donde finalmente se abre debajo del cerebro, el cual se provee de esta manera de un fuerte flujo sanguíneo.
 sistema circulatorio amarillo - sistema respiratorio azul - sistema nervioso negro - sistema excretor y glándulas rojo - sistema digestivo verde - sistema muscular naranja 


Poco después de entrar en el tórax, la aorta presenta repetidas circunvoluciones, pero al pasar entre los músculos alares es un tubo delgado. Debajo de las antenas existe una pequeña vesícula pulsatoria responsable de la irrigación de las mismas.
Los diafragmas son pulsados por una secuencia de contracciones de sus músculos, lo que provoca una serie de ondas en las membranas. Estas ondas generan corrientes en la sangre que se halla entre los diafragmas y las paredes del cuerpo donde están adheridos los músculos. La sangre se mantiene en circulación hacia adelante en la parte dorsal y hacia atrás en la ventral, mientras que cierta cantidad, al escapar por los bordes abiertos de los diafragmas, genera remolinos hacia todas las direcciones.

La sangre o hemolinfa no es roja como la de los vertebrados, dado que no tiene glóbulos rojos ni hemoglobina. Se trata de un líquido claro, complejo, denominado hemolinfa. Contiene células grandes, llamadas linfocitos, en un número aproximado a 12.000 por milímetro cúbico. Estas células son muy ricas en sustancias nutritivas. La principal función de la hemolinfa es la de transportar dichas sustancias, que fueron absorbidas en el intestino, hacia los tejidos que las necesitan y retirar los desechos disueltos, provenientes de los órganos excretores.

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