jueves, 8 de noviembre de 2012

UN MIRADA DISTINTA

 Una mirada distinta

experimentos científicos quedó claramente demostrado que la abeja puede percibir diferencias de color. Su percepción cromática, empero, no es semejante a la del ser humano.
La abeja es ciega al color rojo, ubicado en el extremo final del espectro, pero puede ver perfectamente el ultravioleta, que las personas no distinguimos. Quizá la abeja no está muy capacitada para difere
nciar los colores entre sí, pero es capaz de discriminar cuatro bandas muy anchas: amarillo abeja, azul verdoso, azul abeja y ultravioleta.
Aunque ciega al rojo, puede reaccionar fuertemente frente a algunas flores de ese color, debido a que éstas reflejan el ultra violeta. Las que no irradian el ultravioleta aparecen como negras a los ojos de las abejas. Las pinturas que contienen blanco de plomo reflejan el ultravioleta y, por lo tanto, proporcionan a la abeja una luz que se halla dentro de sus límites de percepción (blanco abeja). Las pinturas con pigmento blanco basado en cinc no reflejan el ultravioleta y, por lo tanto, las abejas las perciben como de color azul verdoso. Los narcisos blancos reflejan una luz similar a la de la pintura con base de plomo y producen un estímulo análogo.
Los ojos compuestos tienen otra propiedad muy importante: la de detectar el plano de vibración de la luz polarizada.

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