viernes, 18 de enero de 2013

LA AVISPA ASIÁTICA COLONIZARA LA PENÍNSULA EN DIEZ AÑOS


LA AVISPA ASIÁTICA COLONIZARA LA PENÍNSULA EN DIEZ AÑOS

Se trata de una especie invasora procedente de Francia que se alimenta de abejas y diezma las colmenas, aunque no es peligrosa para el ser humano

 
La avispa asiática (vespa velutina nigritorax), una especie invasora procedente de Francia que se alimenta de abejas y diezma las colmenas, habrá colonizado toda la península ibérica dentro de una decena de años, según los mapas de distribución elaborados por los expertos.
La "progresión exponencial" con la que se ha expandido desde que a finales de 2010 apicultores locales detectaran los primeros ejemplares en la zona fronteriza del Bidasoa, podría llevar en unos pocos años a este"superdepredador" a convertirse en una plaga en toda España, tras haber hecho ya casi inviable la explotación comercial de las abejas en algunos puntos de Guipúzcoa.
Arturo Goldarazena, entomólogo del Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario, Neiker-Tecnalia, tiene claro que la única solución posible al problema pasa por potenciar una investigación científica dirigida a descubrir una "potente feromona sintética" que, de forma "efectiva", permita atraer y capturar "masivamente" ejemplares de "vespa velutina" con el fin de reducir drásticamente sus poblaciones.
Los especialistas descartan ya la posibilidad de erradicar completamente la especie de nuestro país -donde ya está presente en amplias zonas de Euskadi y Navarra y amenaza a las comunidades vecinas-, pero creen que aún es factible mantenerla "controlada "si las distintas administraciones asumen la "gravedad" del problema.
Para ello, junto a la investigación, Goldarazena defiende la importancia de "favorecer" las inspecciones y las cuarentenas en los puertos sobre los cargamentos de materias y productos agrícolas, entre los que se pueden ocultar especies invasoras como esta.

Su entrada en Europa

Precisamente, se cree que la entrada en Europa de la avispa asiática, cuyo hábitat natural se sitúa en China, el norte de la India e Indonesia, se produjo a través de un cargamento de madera que fue desembarcado en 2004 en el puerto galo de Burdeos.
La "vespa velutina" es un insecto de color oscuro, tiene el tórax y el abdomen prácticamente negro, excepto el cuarto segmento que es amarillo. Las patas son de color marrón con esquinas amarillas. Lasreinas llegan a medir 40 milímetros, aunque el resto de ejemplares son más pequeños y sólo alcanzan los 30 milímetros, una envergadura sensiblemente superior a la de sus presas.
Las abejas europeas se encuentran indefensas ante este depredador que, según aclara el técnico de la Diputación de Guipúzcoa Juan Luis Korkostegi, llega a atemorizar con su sola presencia a toda una colmena hasta el punto de que las obreras no se atreven a salir y, al faltarles el alimento, enferman y mueren de debilidad.

Su técnica de caza

La técnica de caza de los ejemplares invasores, que pueden constituir colonias de hasta 1.500 individuos, consiste en esperar ante las colmenas el regreso de las abejas cargadas de polen, para capturarlas, cortarles la cabeza, las patas y el aguijón, y trasladarlas a sus propios nidos, unas grandes estructuras de celulosa con forma de balón, que hacen en las copas de los árboles.
Su ciclo vital comienza en primavera, cuando las reinas salen de los escondrijos en los que hibernan para construir una pequeña estructura en la que ponen cinco huevos de los que nace un grupo de obreras que le ayudará a construir un gran nido, de un metro de diámetro, en el que se desarrollará el resto de la colonia.
Algunos huevos darán lugar a zánganos que fecundarán a las nuevas reinas, quienes abandonarán el nido para pasar el invierno resguardadas y crear nuevas colonias la primavera siguiente.
Arturo Goldarazena considera que la expansión de este insecto supone un problema "serio" para el medio ambiente porque diezma a las abejas y a otros animales como los abejorros, aunque el experto de Neiker aboga por no caer en el "alarmismo", dado que no se va a acabar la polinización y además la "vespa velutina" no es peligrosa para el ser humano, salvo para los alérgicos a su veneno.
La avispa asiática, la Vespa velutina nigritorax es una especie invasora. Su hábitat natural está en China, en el norte de la India e Indonesia. La avispa asiática ha venido para quedarse dicen los expertos, y no habrá forma de erradicarla. Algunos apicultores nos confirman que la han visto pero pocos están totalmente seguros de su identificación con respecto a su pariente Europea más conocida, la Vespa Crabro.

Ciclo Biológico:
Invierno: Reinas hibernan, individualmente o en grupos pequeños, en cavidades protegidas (grietas cortezas árboles, peñas, muros…)
Primavera: Se activan con buen tiempo (febrero a abril), cada reina funda un nuevo nido que crece unos 5 cm/semana.Máximo en septiembre-octubre: 1.200 a 1.800 individuos (reinas, obreras, machos)
Otoño: las reinas abandonan el nido y buscan cavidades protegidas para hibernar. El nido se vacía, muere.

Nidos:
 De celulosa, papel maché.
 Panales horizontales, 6-7, hasta 14, de 40-70 cm Ø, con paso de avispones entre medias y cobertura de 5-6 capas de papel maché.
 Esféricos o piriformes, de hasta casi 1 m de diámetro (70 x 90 cm).
 Generalmente una sola entrada, de 1,5 cm, protegida por celulosa, inicialmente abajo, en nidos viejos al centro.
  50% en árboles, 30% en lugares cubiertos aireados, resto en muros huecos…
A. Vespa velutina nigrithorax. B. Vespa crabro 

 Dieta:
45 a 80% abejas:
Sobrevuela piquera y las caza, puede cortar alas, patas, cabeza y abdomen para llevarse tórax.
En otoño puede entrar en colmenas para cazar dentro.
También arañas, mariposas, moscas, libélulas, orugas; en verano-otoño les atrae particularmente la fruta madura.
 
Ataques a las colmenas:
 Un ataque intensivo debilita a las colmenas y puede afectar a la entrada de polen (como el
abejaruco), causando mortandad y enfermedades en la cría.
  2 avispas en la piquera perturban a la colmena pero su actividad se mantiene.
3 a 5 hay una fuerte perturbación.
 Más de 5 hay riesgo de supervivencia para las colmenas, deben trasladarse.
  Defensa de las abejas: Cuando hay avispas volando sobre la piquera suelen salir abejas, que se agrupan (hasta una centena), y algunas intentan picarlas.


Fuente de la noticia  ABC.es  ciencia


LA AVISPA ASIATICA PRIMERA PARTE

LA AVISPA ASIÁTICA SEGUNDA PARTE

jueves, 17 de enero de 2013

MECANISMOS BIOLÓGICOS DE DEFENSA DE LA COLMENA


Mecanismos Biológicos de Defensa Contra las Enfermedades de la Colmena


        Todos los organismos tienen mecanismos biológicos de defensa contra las enfermedades. La colmena como organismo tiene una serie de mecanismos de defensa contra las enfermedades pero a su vez cada abeja en forma individual posee mecanismos de defensa contra las enfermedades.

Mecanismos de defensa de la Colmena:

Uno de estos mecanismos es la correcta incubación de la cría, manteniendo la temperatura en esa zona a 35 ± 1 º C y la humedad relativa alrededor del 70 %. Las colmenas que son más eficaces en este comportamiento mantienen niveles de supervivencia de cría más altos y menos larvas o pupas (operculadas) enfermas. 
Otro mecanismo es la capacidad de retirar de la colmena las larvas enfermas o muertas. También la expulsión de todo individuo adulto débil o enfermo “Comportamiento higiénico”
El recambio de las reinas viejas o decadentes.
La expulsión de la colmena de los machos al entrar el periodo de receso.
La capacidad de resistir o tolerar la presencia de ciertos parásitos como la acariosis y varroasis.
El comportamiento mas espectacular de defensa de las colmenas reside en su capacidad de eliminar todas las larvas de origen consanguíneo apenas estas nacen, pero no por eso la colmena se autoelimina, el hecho de que la reina haya sido fecundada por mas de 10 zánganos permite su supervivencia. Si la fecundaron varios zánganos emparentados su cría será muy salteada y bajo su rendimiento como colonia, pero tiene la oportunidad de utilizar la otra ventaja mencionada; el recambio de su reina.
Otro de los mecanismos de defensa consiste en su capacidad de mantener una temperatura interior del nido adecuada a pesar que en el medio ambiente que la rodea sea muy agresivo.
También su capacidad de sobrevivir por varios meses a pesar de que el medio que lo rodee no aporte alimentos, y ni bien las condiciones mejoran estas continúan con energías renovadas.
Otro mecanismo de defensa que tienen algunas razas es su capacidad de emigrar ante una situación muy adversa.

Mecanismos de defensa de cada individuo:  
La Cutícula, (caparazón externo o exoesqueleto es una barrera para el ingreso de los agentes causales de las enfermedades en especial de los hongos.
Las abejas poseen un tejido en forma de membrana en el canal alimenticio medio llamada membrana peritrófica que filtra los agentes patógenos, principalmente de las bacterias y virus impidiendo de esa forma su ingreso a otros tejidos internos.
Flora intestinal: En el interior de este canal alimentario medio, en su pared, viven una serie de bacterias beneficiosas, lo que se llama la flora intestinal. Estas bacterias consumen los restos de nutrientes que quedan por allí, y a cambio fabrican vitaminas y compuestos biológicos que el epitelio intestinal absorbe y la abeja aprovecha. Este consumo de los restos de nutrientes evita que sean aprovechados por esporas de bacterias u hongos para desarrollarse.
A propósito de flora intestinal, cuando la abeja nace no la tiene, la adquiere con el consumo del polen almacenado en la colmena. Este polen lleva una serie de microorganismos que, unidos a los existentes en la colmena, y gracias al apisonado y humectación con néctar que le hacen las abejas, se trasforma en un polen ensilado, con una fermentación beneficiosa, como la del yogurt o el forraje, que lo hace más rico en nutrientes y vitaminas. Si no hay una buena recolección de polen hay problemas por falta de estos microorganismos en el intestino de las abejas (como nosotros cuando tomamos antibióticos y matamos la flora intestinal).
Las células de la pared del intestino no solo vierten jugos digestivos, enzimas, al interior de este para hacer la digestión de los alimentos, también producen, cuando entran en contacto con virus, bacterias, parásitos o células cancerígenas, unas proteínas (glicoproteínas, cito­cinas), llamadas interferones porque interfieren con la capacidad de estos patógenos para entrar en la célula e infectarla.

Suponiendo que algún elemento patógeno consiga pasar las barreras descritas, una vez dentro del organismo de la abeja, esta puede poner en marcha otra serie de medidas para bloquearlo e inactivarlo. Una de ellas es rodearlo de células, formando agregados celula­res que lo aíslan del resto del tejido. Cuando estos agregados celulares son muy grandes y persistentes se llaman nodulaciones.
En todos los animales hay un tejido que tiene una especial dedicación a la defensa del orga­nismo, es el tejido linfático, una masa de células especializadas en la lucha contra invasores que circulan por todo el organismo a través de unos vasos o conductos linfáticos. En el caso de las abejas, de los insectos en general, estos vasos conducen también los nutrientes, como nuestra sangre, por eso se llama tejido “hemolinfático”. Estas células de defensa producen una enzima, la lisozima, que produce una ruptura de una parte de la pared de las bacterias (no de todas) impidiéndoles actuar infectivamente.
También hay otra serie de sustancias cuya fabricación por las células linfáticas aumenta o se activa cuando comienza una infección, son los péptidos anti-microbianos (AMP). Entre vegetales y animales se han identificado ya (2006) más de 800 de estos péptidos. Su acción principal consiste en unirse a la pared de las bacterias, disolviéndola y creando un poro que la rompe. 
AntonioGomez Pajuelo 

LAS RESERVAS DE ALIMENTOS


Las Reservas de los Alimentos (Tejido graso)

La colmena acopia, conserva y consume alimentos almacenados en los panales como ser la miel y el polen pero además cada individuo almacena en su interior reservas energéticas en forma de grasa y proteicas en forma de proteína corporal que servirán para amamantar oportunamente la cría.      

 Fundamentalmente las reservas energéticas de la colmena la constituye el acopio de néctar transformado en miel, alimento energético sumamente estable en el tiempo que las colmenas conservan durante todo el año, principalmente para el periodo de receso.
El papel del polen es vital. Aporta toda la fase nitrogenada, toda la grasa, vitaminas, proteínas y cofactores. Se producen compuestos de defensa individual (péptidos).

Las grasas en la colmena están representadas en la jalea real y en la cera. Si no hay polen no hay producción de Jalea Real y cera. Las abejas encuentran hidratos de carbono en el néctar (80%) y en el polen (40%), y forman dos tipos de grasas a partir de estos azúcares:
La cera (que es una grasa sólida a temperatura ambiente) y sus grasas internas, que acumulan en unas células vacías, llamadas trofocitos o adipocitos (del tejido adiposo), sobre todo en otoño. Para que se produzcan esas transformaciones es imprescindible la presencia de ciertos componentes que están en el polen y que son otras grasas, enzimas... que actúan como iniciadores y catalizadores de esas reacciones químicas. Algunas de estas grasas no pueden ser "fabricadas" por las abejas, las han de tomar ya "formadas" en la dieta (polen), a este tipo de sustancias, no "fabricables", se les llama vitaminas.

Las abejas en otoño acumulan proteínas en forma de pan de abejas o polen ensilado en los panales de la colmena y en su organismo; en los cuerpos grasos en forma de proteína corporal.
La proteína corporal acumulada en los cuerpos grasos y otras partes del organismo de la abeja son utilizadas por esta como reserva para  los momentos de máximo requerimiento.

Cuando hay abundante polen de calidad además de criar larvas de obreras las reinas ponen óvulos para criar zánganos y las colonias renuevan sus reinas, se reproducen y multiplican, pero si se corta el ingreso de polen o este es de mala calidad lo primero que se corta es la cría de zánganos. Esto indica que la multiplicación de las colonias de abejas está ligada directamente a la adecuada provisión de polen de calidad a la colmena.
Orlando Valega de “Apícola Don Guillermo”

miércoles, 16 de enero de 2013

LA MATANZA DE LOS ZANGANOS


La matanza de los zánganos


Después de la fecundación de las reinas, si el cielo continúa claro y cálido el aire, si el polen y el néctar abundan en las flores, las obreras, por una especie de olvidadiza indulgencia, o quizá por excesiva previsión, toleran algún tiempo más la presencia importuna y ruinosa de los zánganos. Estos se conducen en la colmena como los pretendientes de Penélope en la casa de Ulises. Llevan en plena francachela y gaudeamus, la ociosa existencia de amantes honorarios, pródigos y sin delicadeza; satisfechos, barrigones, llenan las avenidas, obstruyen los pasadizos, dificultan el trabajo, atropellan, son atropellados, y se les ve azorados, importantes, hinchados de desdén, aturdidos y sin malicia, pero despreciados con inteligencia, y segunda intención, inconscientes de la exasperación que va acumulándose contra ellos y del destino que los aguarda. Eligen para dormitar a sus anchas el rincón más tibio de la morada, se levantan perezosamente para ir a chupar en las celdas abiertas la miel más perfumada, y mancillan con sus excrementos los panales que frecuentan.
zangano de ojos blancos producidos por una mutación genética 

Las pacientes obreras miran el porvenir y reparan silenciosamente los desperfectos. De mediodía a las tres de la tarde, cuando la campiña azulada tiembla de fatiga feliz bajo la mirada invencible del sol de julio o de agosto, aparecen en el umbral. Llevan un casco formado de enormes perlas negras, dos altos penachos animados, un jabón de terciopelo leonado y frotado de luz, una melena heroica, un cuádruple manto rígido y translúcido, hacen un ruido terrible, apartan las centinelas, derriban a las ventiladoras, tropiezan con las obreras que llegan cargadas de botín. Tienen el andar atareado, extravagante e intolerante de dioses indispensables que salen en tumulto a cumplir algún gran designio ignorado por el vulgo. Uno tras otro afrontan el espacio, gloriosos, irresistibles, y van tranquilamente a posarse en las flores más vecinas, donde duermen hasta que el fresco de la tarde los despierta. Entonces vuelven a la colmena en el mismo torbellino imperioso, y siempre desbordantes del mismo gran designio intransigente; corren a las despensas, hunden la cabeza hasta el cuello en las cubas de miel, se hinchan como ánforas para reparar las agotadas fuerzas, y ganan con pesado paso el buen sueño sin pesadillas ni preocupaciones que los recoge hasta su próxima, comida.
 en el recuadro podemos observar los tres ojos compuestos

Pero la paciencia de las abejas no es igual a la de los hombres.
Una mañana comienza a circular por la colmena la consigna esperada, y las apacibles obreras se transforman en jueces y verdugos. No se sabe quién da la consigna; emana de repente de la indignación fría y razonada de las trabajadoras, y de acuerdo con el genio de la república unánime tan pronto como se pronuncia llena todos los corazones. Una parte del pueblo renuncia a salir en busca de botín para consagrarse aquel día a la obra justiciera. Los gordos holgazanes dormidos en descuidados racimos sobre las paredes melíferas, son arrancados bruscamente de su sueño por un ejército de vírgenes irritadas. Se despiertan beatíficos y sorprendidos, no pueden dar crédito a sus ojos, y su asombro logra apenas asomar a través de su pereza, como un rayo de luna a través del agua de un pantano. Se imaginan víctimas de un error, miran en torno suyo estupefactos, y la idea matriz de su vida se reanima en sus torpes cerebros, y les hace dar un paso hacia las cunas de miel para reconfortarse en ellas.

Pero pasó ya el tiempo de la miel de mayo, del vino flor de los tilos, de la franca ambrosía de la salvia, del serpol, del trébol blanco, de la mejorana. En lugar del libre acceso a los buenos depósitos rebosantes que abrían bajo sus bocas sus brocales de cera, complacientes y azucarados, encuentran en torno un ardiente matorral de dardos emponzoñados que se erizan. La atmósfera de la ciudad ha cambiado. El amigable perfume del néctar ha cedido su lugar al acre olor del veneno cuyas mil gotitas resplandecen en la punta de los aguijones y propagan el rencor y el odio. Antes de haberse dado cuenta del derrumbamiento inaudito de todo su destino de ocio y de regalo, en el trastorno de las leyes dichosas de la ciudad, cada uno de los azorados parásitos se ve asaltado por tres o cuatro ajusticiadoras que se esfuerzan por cortarles las alas, aserrarles el pecíolo que une el abdomen al tórax, amputarles las febriles antenas, dislocarles las patas, dar con una juntura de los anillos de la coraza para hundir en ella su dardo.

Enormes pero inertes, desprovistos de aguijón no piensan siquiera en defenderse, tratan de escapar ú oponen únicamente su masa obtusa a los golpes que los abruman. Derribados de espaldas, agitan torpemente, en el extremo de sus poderosas patas, a las enemigas que no sueltan su presa, o girando sobre sí mismos arrastran el grupo entero en un torbellino loco pero pronto exhausto. Al cabo de cierto tiempo están en un estado tan lamentable, que la piedad, que nunca está muy lejos de la justicia en el fondo de nuestro corazón, acude a toda prisa y pediría gracia aunque inútilmente, a las duras obreras que sólo reconocen la ley profunda y seca de la Naturaleza. Las alas de los desdichados quedan laceradas, los tarsos arrancados, las antenas roídas, y sus magníficos ojos negros, espejos de las flores exuberantes, reverberos del azur y de la inocente arrogancia del estío, dulcificados entonces por el sufrimiento, no reflejan ya más que el desconsuelo y la angustia del fin. Los unos sucumben a sus heridas y son inmediatamente arrastrados por dos o tres de sus verdugos a los lejanos cementerios. Otros, menos heridos, logran refugiarse en algún rincón en que se amontonan y donde una guardia inexorable los bloquea, hasta que se mueran de inanición.
Muchos logran ganar la puerta y escapar al espacio arrastrando a sus adversarias, pero, al caer la tarde, hostigados por el hambre y el frío, vuelven en masa a la entrada de la colmena, implorando un abrigo.
Tropiezan con otra guardia, inflexible. Al día siguiente, a su primera salida, las obreras barren el, umbral en que se amontonan los cadáveres de los gigantes inútiles, y el recuerdo de la raza ociosa se extingue en la ciudad hasta la siguiente primavera.
  Maurice Maeterlinck,  “El espíritu de la Colmena

jueves, 10 de enero de 2013

UBICACION DE LOS PANALES EN LA COLMENA

Ubicación De Los Panales En La Colmena



Los panales conforman el esqueleto o estructura rígida del organismo “Colmena”. Un panal es una estructura rígida formada por celdillas (cavidades) hexagonales opuestas que comparten caras entre si y el fondo. Estas celdillas que unidas entre si,  forman los panales, son utilizadas para cuidar la cría, acopiar alimento, dar rigidez al panal y cuando están llenos de miel; formar panales para reserva de energía y aislamiento térmico del organismo. Las colmenas tienen varios panales yuxtapuestos que dejan entre si como galerías por donde transitan las abejas calentando el nido, alimentando la cría o depositando el alimento. Estos pasillos tienen dimensiones estables según la raza de abejas.
 apis cerana

Conviven en la colmena tres tipos de individuos: La Reina, hembra madre de todos los demás individuos; Las obreras, hembras estériles dedicadas a realizar toda la logística de la colmena y los Zánganos o machos responsables de la fecundación de las futuras reinas.
Celdillas:
Cada tipo de individuo se cría en su etapa larval en distinto tipo de celdillas y la miel, principal reserva de alimento y de aislamiento térmico es depositada en un cuarto tipo de celdilla.
Resumiendo, tenemos las características Celdillas Reales o Realeras destinadas a criar la Reina. Las celdillas donde se criaran las obreras, las destinadas a la cría de los zánganos y por último una cuarta categoría de celdillas destinadas a contener la miel.

Cada tipo de celdilla ocupa un lugar característico en la estructura formada por los panales.
Por lo general la miel es depositada en la parte superior de los panales y llenando la totalidad de las celdillas de los panales periféricos del nido a fin de aislarlo térmicamente. Estas celdillas tienen un tamaño intermedio a las de cría de obrera y a las de cría de zánganos.
Las celdillas para cría de obrera son las mas pequeñas y se ubican por debajo de la miel en los panales centrales del nido.
Las celdillas para criar zánganos son de mayores dimensiones y son labradas por las obreras en las esquinas inferiores de los panales que bordean el nido. Por lo general las obreras inducen a la reina a poner óvulos para criar zánganos después de haber criado gran cantidad de obreras.
La reina se cría en una celda muy especial, mucho mas grande que las demás, que tiene la forma de una bellota, o un maní y sobresale del panal con la punta para abajo. Se la denomina “Celda Real”  o “Realera”.
Estas celdillas ocupan distinto lugar según cual fuere el impulso que indujo a su formación.
Ante la falta abrupta de la reina las obreras crían varias Celdas Reales en cualquier parte del área de cría de obrera, pero si deciden reemplazar la reina actual por otra mas eficiente, labran una o dos Celdas Reales (Realeras) muy grandes en el centro del panal de cría de obrera y por último, en oportunidad de enjambrar, labran Realeras como rosarios en el borde inferior del panal.
 apis florea

Opérculos:
Las celdillas son cubiertas con una tapa u opérculo que es distinto para cada tipo de celdilla:
Las celdas de cría se operculan con un material poroso para que las crías puedan respirar, es de color ocre mate y su aspecto es inconfundible porque tiene marcado los bordes de las celdas. Si es de zángano parece un estampado de balines, y si es de obrera, el trazado de las celdas le da un aspecto de un mosaico hexagonal.
En cambio el sellado de la miel es hermético y está hecho de cera pura, -aunque hay excepciones- es liso y las celdas pueden estar marcadas por pequeñas depresiones, pero sin el dibujo grabado de las de cría.
Por último tenemos la excepción, un quinto tipo de celdilla; hay una celda que si bien tiene el tamaño de la celda de larva de obrera, su opérculo tiene la forma de la celda de zángano. Son las celdas de la postura de la  “Obrera ponedora”. Son larvas de pequeños zanganitos.
Como norma: La cría de obrera ocupa la parte inferior y media de los panales centrales del nido, digamos los seis centrales; la cría de zángano se ubica en los panales periféricos del nido en las esquinas inferiores de los mismos, el segundo y noveno, puede contener también algo de polen. Por último la miel en el nido de cría se acumula en la parte superior de todos los panales y en los panales de los bordes formando una capa aislante, este puede también contener polen.

Cuando deseamos agregar panales o intercambiar panales en una colmena debemos recordar este orden estricto que ocupan los panales. No se debe colocar panales con celdillas de zángano en los lugares centrales, estos siempre van a ambos lados en los bordes del nido. Tampoco conviene utilizar los panales de miel para la cría ya que son de diámetro superior que los de cría. Por razones inexplicables a veces las obreras labran en el centro del panal celdillas para zángano, estos panales pueden ser reutilizados siempre que la superficie de las celdillas para zángano no fuere excesiva y como norma, en el borde del nido o en los dos extremos de la cámara de cría para que lo llenen de miel. Nunca en el centro del nido ya que las abejas no utilizarán las celdillas ni para zángano, -ya que prefieren los bordes del nido- ni para obrera por ser muy grandes. Las llenaran con miel dispersando la cría de obrera, lo que hace que la tarea de incubación resulte mas costosa e ineficiente. El nido deberá extenderse a otros lugares como ser las alzas superiores y se perderá energía para calentar el nido y el espacio destinado a la miel estará ocupado por cría.
Se tiene la creencia que si se colocan tiras de cera estampada en vez de colocar toda la plancha; las obreras estirarán celdillas de zángano y esto no es tan así. Si el cuadro con una tirita de cera estampada se coloca dentro del área de cría de obrera, labrarán celdas para obrera y si la colocamos cercas de los bordes del nido es probable que terminen labrando celdas de zánganos. De todas maneras, por mas que coloquemos láminas completas de cera estampada en las periferias del nido, las obreras labraran celdillas para zánganos en los bordes inferiores de los mismos.

Orlando Valega de “Apícola Don Guillermo”

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