martes, 3 de septiembre de 2013

LA MIEL EL ANTIBIÓTICO DULCE

  • Si bebes, toma miel. La miel activa la eliminación de hasta un 35% del alcohol, porque activa el metabolismo del hígado. También es buena para eliminar toxinas y proteger el hígado de medicamentos y de una alimentación desequilibrada. La  mejor es la miel de Endulza sin caries. La miel natural no provoca caries por la acción de una enzima que elimina la placa. Aunque tampoco debes abusar.
  • Aumenta la energía natural. Si notas más cansancio cada día y no te recuperas bien,  toma miel para prevenir y curarte de anemias, fatiga, estrés, en épocas de exámenes y/o entrenamiento fuerte. Las más indicadas son las ricas en minerales, o de color oscuro como la de alforfón y brezo.
  • Corazones melosos, corazones sanos. La miel tonifica el corazón cansado y ayuda a eliminar la retención de líquidos en los afectados cardiacos. Escoge miel diurética como la de brezo, espliego y majuelo.
  • ¿Tienes digestiones difíciles? La miel es un alimento predigerido por las abejas por lo que se absorbe rápidamente, alivia el ardor y los dolores de úlcera. Las más indicadas son la miel de romero, tilo y tomillo.
     reinakilama.es
  • Miel, el antibiótico dulce. La miel es un placer para los golosos que te ayuda a mantener alejadas las infecciones. Contiene azúcares energéticos, vitaminas, minerales, enzimas activas, aminoácidos, ácidos orgánicos, sustancias antibióticas (inhibina, ácido fórmico), polen, acetilcolina y agua. Utilízala a diario aunque sin abusar (es muy calórica) para endulzar tus infusiones, bebidas y comidas. Los abuelos sabían lo que hacían. La miel con limón es el mejor remedio para aliviar los problemas de garganta, Cura-sana natural. Las heridas y quemaduras se curan con miel. Las propiedades antisépticas y cicatrizantes de la miel evitan las infecciones y aceleran la curación de la piel dañada. Todas son cicatrizantes, pero la mejor es la de lavanda.
  • Para la tos y suaviza la garganta. Prueba a hacer un caldo para disminuir la inflamación y calmar la tos: Pon a hervir durante 30 minutos, medio litro de agua mineral con tres cebollas, tres zanahorias y 3 ramas de apio. Cuela el caldo resultante y añade tres cucharadas grandes de miel de romero. Sírvete un tazón bien calentito antes de dormir y por la mañana en ayunas.
  • Alivia las alergias. Un vaso de agua templada con miel local, una cucharada de polen y dos cucharadas de vinagre de manzana antes de la temporada de las alergias te ayuda a vacunarte de forma natural.
  • A dormir a pierna suelta. La miel de tilo y de azahar son muy eficaces para curar el insomnio, estrés y ansiedad. Por esta razón es tradicional, tomar un vaso de leche caliente endulzado con este tipo de mieles, antes de acostarse.
  • Una cuestión de regularidad. La miel tiene efectos laxantes y es muy eficaz contra el estreñimiento si toma una cucharada en ayunas con un vaso de agua. La mejor es la miel de acacia.
  • Consigue una piel suave.  Prueba a ponerte miel en la cara y en las zonas del cuerpo con asperezas y rugosidades como codos, rodillas y pies. Diluye dos cucharadas de miel en una cucharada de aceite de oliva y deja actuar la mascarilla durante al menos 20 minutos. Los resultados son increíbles, especialmente en los "sufridos" pies de los corredores.
  • Es un buen antioxidante. Un nuevo estudio de la Universidad de Illinois (EEUU) ha encontrado que la miel tiene propiedades antioxidantes gracias a su alto contenido en ácidos fenólicos y enzimas como la catalasa y la glucosa oxidasa que son capaces de proteger a las células de los radicales libres. La miel es un alimento muy variado y sus propiedades pueden ser superiores si el polen elegido es de calidad. Para conseguirlo elige miel de origen natural con más acción anti-radicales libres. 
  • Energízate durante la carrera. En carreras largas prepara en los avituallamientos té verde con miel de romero. No sólo te puede ayudar a prevenir el riesgo de hipoglucemia, también favorece la oxidación de las grasas y la liberación del glucógeno y te ayuda a eliminar las toxinas acumuladas por el esfuerzo.  
  • Alimento prebiótico. Se acaba de descubrir que la miel es un alimento prebiótico, pues contiene oligosacáridos propios que aumentan la población de la flora bacteriana (bifidobacteria y lactobacilo) de forma natural, mejorando la salud digestiva y del sistema inmune. 
  • Huesos más fuertes con calcio y miel. Si necesitas tomar suplementos de calcio, hazlo con una cucharadita de miel, pues este endulzante natural es capaz de aumentar la absorción de calcio ayudando aumentar la masa ósea. Los investigadores han encontrado que la miel aumenta un 33,6 % la absorción de calcio en ratas, probablemente por el contenido en carbohidratos como glucosa, fructosa y rafinosa.
  • Miel anti cancerígena. Otro nuevo estudio ha encontrado que la miel natural y otros productos de la colmena (própolis, jalea real, etc.) llegan a disminuir el crecimiento tumoral y evitan la metástasis, cuando se inyectan en los tumores de ratones de laboratorio, lo que la convertiría en un dulce tratamiento anti-tumoral.

lunes, 2 de septiembre de 2013

EL SILENCIO DE LAS ABEJAS

 La desaparición de  las abejas

En 2006 saltó la alarma: colonias enteras de abejas de la miel se desvanecen sin dejar rastro Sin ellas, muchos de nuestros alimentos desaparecerían, y con ellos, nuestra forma de vida Los expertos estudian cuáles son las causas que ponen su existencia en peligro.

 

 


Dave Hackenberg lleva ganándose la vida como apicultor desde 1962, cuando decidió dedicarse a la cría de las abejas de la miel. Su negocio consiste en transportar sus colmenas a lo largo y ancho de Estados Unidos a bordo de grandes camiones.   Este apicultor recorre todos los años miles de kilómetros de costa a costa con sus  colmenas para polinizar las plantaciones de manzanos de Pensilvania –donde tiene su casa de verano– o los extensos cultivos de almendras de California, a principios de la primavera. En otoño de 2006, Hackenberg se desplazó a Florida, donde tiene su casa de invierno, para que sus abejas se ocuparan de fertilizar los amplios cultivos de calabazas. Sus colonias eran un hervidero cuando las dejó, pero al regresar allí un mes después se encontró con la mayor sorpresa de su vida. Más de la mitad de sus 3.000  colmenas aparecían desiertas, con tan solo la abeja reina y unas cuantas obreras guardianas. Los alrededores tampoco mostraban cadáveres de abejas. Los insectos se habían desvanecido.  
Hackenberg comunicó el suceso a sus colegas, lo que le costó no pocas críticas. Enseguida lo tacharon de apicultor descuidado. Pero poco después, los casos de desapariciones misteriosas de abejas se propagaron entre otros muchos colegas. Estos insectos tienen un fuerte sentido colectivo, dentro de una sociedad que gira alrededor de la abeja reina . Dependiendo de la edad de las abejas, realizan diferentes funciones dentro de la colmena  guardianas que defienden la colmena, otras    cuidan los huevos y las larvas hasta que emergen de sus celdas, y otras que se encargan de traer el alimento –néctar y polen a la colmena, transformando el néctar en miel. El abandono de una colmena resulta un comportamiento inconcebible: un suicidio colectivo. Los apicultores, aterrados, no encontraron restos de insectos, ni señales o pistas que pudieran explicar la tragedia. Las abejas se habían desvanecido inexplicablemente.

En la primavera de 2007, los investigadores descubrieron que una cuarta parte de los apicultores estadounidenses habían sufrido pérdidas catastróficas. Pero el desastre se propagó a otros países: Brasil, Canadá, Australia, y también en Europa, en Francia y España. En la televisión saltaban extrañas noticias como la desaparición de 10 millones de abejas en Taiwán. Desde aquel otoño de 2007 se vienen repitiendo las desapariciones masivas. Hackenberg pasó de apicultor descuidado a pionero, el primero en dar la voz de alarma: millones de abejas desaparecen cada año. Algo está ocurriendo. “Sí, es un fenómeno global”, afirma Carlo Polidori a Como experto en comportamiento de himenópteros e investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Polidori es muy consciente del problema. En Europa, las pérdidas de colmenas se suceden anualmente a un ritmo de un 20%, observa con preocupación. “En este año se han perdido en Inglaterra el doble de colmenas que el año anterior”.

En España, las noticias anteriores al hallazgo de Hackenberg son incluso peores. “Antes de 1994 había una desaparición anual de entre el 5% y el 7    “A partir de esta fecha estamos entre el 35% y 40% (de pérdidas)”.  Cabe  destacar  que en algunas regiones las pérdidas de colmenas llegan hasta el 90%. En España, la situación roza el drama. Han desaparecido  miles y miles de colonias en los últimos  años. Las pérdidas económicas se contabilizan por cientos de  millones de euros,   pero el valor polinizador “se eleva a más de mil millones de euros”.

Existen alrededor de 20.000 especies de abejas, pero las abejas de la miel (Apis mellifera) son extraordinarias ya que polinizan una amplia variedad de flores. Cada individuo es un prodigio de la ingeniería biológica: está equipado con sensores de temperatura, de dióxido de carbono y de oxígeno, y su cuerpo está diseñado para cargarse de electricidad estática. Cuando las abejas recolectan el alimento en las flores, los granos de polen que quedan adheridos a ellas permiten que el polen de una flor viaje hasta otra, la cual se fertiliza. El resultado es una semilla y un fruto. La magnitud del fenómeno resulta increíble cuando examinamos la labor colectiva. En una  colmena puede haber  entre 60.000 y 80.000 abejas, de las que 40.000 salen en busca de alimento. Cada obrera realiza hasta 30 salidas diarias, y en cada viaje puede llegar a polinizar un total de 50 flores. En una sola jornada de trabajo, una colmena puede lograr la fertilización de millones de flores. Los cálculos   sugieren que una sola colmena es capaz de encargarse de fertilizar las flores en una zona de 700 hectáreas, es decir, la superficie equivalente a unos 350 campos de fútbol.
La importancia económica de las abejas de la miel es colosal. En la Red circula una citación atribuida a Einstein que sugiere que si las abejas desaparecieran hoy de la Tierra, el hombre solo podría sobrevivir cuatro años. Sea o no cierta esta cita, hay una parte de verdad en ella que evoca un futuro apocalíptico.Las abejas de la miel intervienen en uno de cada tres bocados que nos llevamos a la boca. Los cultivos básicos como el arroz, el trigo o la cebada son polinizados por el viento. Pero en un mundo sin abejas, una gran parte de las frutas y verduras comunes de los supermercados desaparecerían de las estanterías. Sus precios resultarían tan astronómicos que un kilo de manzanas podría costar casi como el caviar.

Y si no, echen un vistazo a la siguiente lista. En España, la polinización de las abejas permite que tengamos almendras, melocotones, cerezas, ciruelas, manzanas y peras; también hacen posible la alfalfa y el trébol; frutas como melones, pepinos, calabazas, calabacines y berenjenas, las fresas, frambuesas, las zarzamoras y el tomate. A las abejas le debemos los espárragos, el aceite de colza o de girasol y   fibras textiles como el lino o el algodón. La vid depende parcialmente de la labor de las abejas –y con ella, la producción de vino y mosto.

 “Más del 80% de las plantas con flores son polinizadas por animales”, “Y más del 30% de las plantas de cultivo y frutas dependen de la polinización por parte de las abejas”.
Y si bien hay especies de abejas silvestres y abejorros que hacen un trabajo muy importante –pudiendo ser en algunos cultivos hasta más efectivo que el realizado por las abejas de la miel–, el carácter todoterreno de estos animales colectivos les convierte en la especie de insecto que más importancia económica tiene para el hombre.

En un mundo sin abejas, gran parte de las frutas y verduras desaparecerían de los supermercados.
  Meses después  de  las  primeras desapasiones de abejas en las colmenas, los investigadores catalogaron el fenómeno como“ colapso desordenado de la colonia” (CCD, siglas en inglés de colony collapse disorder).  al día de hoy, los interrogantes persisten. Los investigadores han indagado como si fueran forenses científicos en busca de cadáveres que examinar; han realizado autopsias en las  abejas en busca de parásitos, virus y rastros de insecticidas; han examinado la capacidad reproductora de las abejas  reina, y han realizado un sinfín de estudios de toxicidad buscando restos de pesticidas en los granos de polen.
Hasta el momento, no han encontrado a un solo culpable, pero sí muchas pistas, y todas inquietantes. Los inmensos campos de monocultivos que sostienen la agricultura mundial son un festín continuo para legiones enteras de insectos devoradores. La única manera de mantenerlos a raya es rociándolos con nuevas fórmulas de plaguicidas e insecticidas cada vez más letales. Y estas sustancias tóxicas podrían alterar el comportamiento y el sistema nervioso de las abejas. En concreto, un tipo de pesticidas sintéticos –llamados neonicotinoides– atacan los centros del sistema nervioso de los insectos. Cuando las abejas obreras salen para recoger el néctar, entran en contacto con estas sustancias, que alteran su sistema nervioso. Los animales, desorientados, no encuentran el camino de vuelta hacia la colmena –situado a kilómetros de distancia– y mueren lejos. Esto podría explicar el hecho de que los investigadores suelen encontrar las colmenas con los panales casi vacíos sin  abejas posadas en los panales.  

  “La puesta en el mercado de estos pesticidas neurotóxicos y sistémicos coincide con las pérdidas registradas de hasta un 40%”. Si la legión de obreras que parten para recolectar polen no regresa, la colmena no dispone de suficientes individuos y está condenada irremisiblemente a morir.
Los pesticidas podrían tener otro efecto devastador. Debilitan a las abejas y las hace más susceptibles al contagio de patógenos y virus. Un tipo de ácaro, la Varroa destructor, “es capaz de destrozar una colonia entera”. Estos ácaros se pegan al cuerpo de las obreras y transmiten un virus letal que deforma el abdomen y las alas de las  abejas. Con defensas débiles, estos insectos sucumben también ante un parásito unicelular llamado Nosema, que produce esporas que los infectan. Una de las características de la enfermedad radica en un cambio de comportamiento. Las abejas jóvenes que cuidan de las crías de la colmena y que resultan afectadas por el parásito dejan su labor como nodrizas y se convierten en guardianas de la colmena, o en abejas obreras que salen para alimentarse. Al cambiar el ciclo, las cría se queda desguarnecida y mueren. La comunidad empieza a derrumbarse desde dentro.

Los apicultores en todo el mundo se enfrentan a un nuevo reto. En Estados Unidos, la cría de abejas se ha transformado en un negocio en el que centenares de miles de colmenas son transportadas a lo largo y ancho del país. Uno de los acontecimientos del año es la polinización de los cultivos de almendros en California. Los apicultores llegan con sus grandes camiones, rocían de antibióticos los panales para mantenerlos libres de enfermedades y alimentan a las abejas con sirope de glucosa. Ante la pérdida de  colmenas, se han llegado a importar abejas desde Australia para mantener la industria de la almendra californiana. Los insectos llegaban a bordo de aviones Boeing 747.

El doctor Eric Mussen, del departamento de entomología de la Universidad de California en Davis (Estados Unidos), es a la vez un académico y un experto apicultor, el puente ideal entre la ciencia entomológica y el mundo real, en el que los apicultores han domesticado y criado a las abejas desde hace siglos. “Cada país es diferente, pero los apicultores están teniendo dificultades para mantener el número de las abejas de sus colonias”, admite este academico.
En Estados Unidos, asegura, la mayoría de los apicultores está alejándose de la agricultura comercial masiva. El mensaje de sus colegas orgánicos ha calado, al menos en lo que respecta al manejo de las  colmenas. No hace mucho se acarreaban las  colmenas en vagones junto con caballos, o en camiones mal acondicionados. Pero ahora las colmenas viajan en tráileres preparados con suspensión neumática. Estos largos desplazamientos no suponen un gran problema para las abejas, ya que en apenas un par de días se adaptan al lugar.
Las importaciones de abejas de otros países también se han suspendido en Estados Unidos por el temor a que con ellas lleguen nuevas enfermedades. El porcentaje de pérdidas en la actualidad es  entre el 20% y el 30%  es una media estadística, aunque en el caso de algunos apicultores se eleva al 50% e incluso al 80%.

El problema esencial para las abejas,   es conseguir una buena nutrición. Las obreras deben salir para recolectar alimento, polen y néctar de buena calidad. De ellas depende una colmena de miles de individuos a los que tienen que alimentar de manera incansable. Los monocultivos ganan cada vez más terreno, ya que sostienen una agricultura masiva necesaria para alimentar a millones y millones de personas. Para las abejas, este efecto es devastador. Es como si, para los seres humanos, los campos cultivables en todo el planeta se fueran convirtiendo en desiertos de arena.
En Europa, las pérdidas de colmenas oscila  también entorno a 20%  30% anual. Una colmena al lado de una gran plantación de maíz está casi condenada a muerte, por ejemplo. Los insectos no encuentran alimento y además se impregnan de insecticidas. La malnutrición afecta a sus defensas y a los sistemas para desintoxicarse. Se hacen más débiles frente a agresores como el ácaro Varroa . Para evitarlo, los apicultores suelen  tratar las colmenas con sustancias antiparasitarias para mantener lo más baja posible la población de ácaros. Pero muchas veces es como añadir gasolina al fuego. “Con ello aportan otra sustancia química a la cual tiene que enfrentarse el sistema de desintoxicación de la abeja”, que de por sí ya está debilitado. Y los ácaros también contagian los virus, tanto a las larvas como a los individuos adultos.
Los perjuicios que sufren las colonias tienen orígenes distintos –ácaros, los virus que portan, la falta de alimento y las enfermedades importadas de otras abejas, pero cuando se combinan es como si la comunidad sufriera un ataque multidimensional cuyo efecto se va multiplicando a medida que las defensas de las abejas disminuyen. Los obstáculos se superponen. Este es el punto clave. En una situación de equilibrio, las defensas naturales de las abejas mantienen a raya a los ácaros y a las enfermedades. Pero ahora hay graves agujeros en esas barreras defensivas. La presencia de parásitos en las colmenas es cada vez mayor. Hay una incógnita sobre quién ganará finalmente la batalla, si las abejas o sus enemigos, y todo dependerá de si las defensas se derrumban o no. Por ahora, parece que los parásitos llevan ventaja.

Los pesticidas neonicotinoides son solo una parte del problema. Ya que en los análisis realizados a los granos de polen se ha observado que “están contaminados por todo tipo de pesticidas y residuos”. La Unión Europea se dispone a restringir el uso de estos pesticidas sintéticos, pero eso significaría colocar en los cultivos otros pesticidas orgánicos igualmente dañinos.   Las abejas nos están mandando un mensaje que recuerda nuestra estupidez. “Sabemos que estos insectos son indispensables para la subsistencia del género humano, pero durante décadas nos hemos dedicado a rociar los campos con plaguicidas. Las abejas nos recuerdan que siempre llegamos tarde”.
¿Qué opciones pueden ofrecer las investigaciones? Quizá podríamos recurrir a otros polinizadores distintos de las abejas de la miel. Existen especies de abejas silvestres que ahora no están domesticadas por el hombre, pero que podrían cultivarse en el futuro para hacer un magnífico trabajo de fertilización.
A pesar de la gravedad de la situación,  se puede mantener relativamente una visión optimista sobre estos maravillosos insectos. “Las abejas llevan existiendo desde los tiempos de los dinosaurios y las glaciaciones, han sobrevivido a todo eso, así que creo que también van a sobrevivir a los humanos”. Si los apicultores no pueden finalmente mantener los números de abejas en sus colmenas para sostener la polinización comercial, el mundo cambiará. Pero lo haría de forma gradual, con una escasez desigual en la producción de frutas y verduras dependiendo del lugar y de la presencia o no de otros insectos polinizadores. Y, sin duda, con el tiempo las frutas y verduras se convertirían en un manjar al alcance de los más ricos. “Será un proceso lento y  que traerá graves consecuencias para alimentar un planeta cada vez mas poblado  
 El País Semanal.




domingo, 1 de septiembre de 2013

ACCIDENTES EN EL TRANSPORTE DE COLMENAS

Accidentes en el transporte de abejas
Para muchas personas la abeja "es un bicho malo que pica".
Para los apicultores es un insecto maravilloso que aguijonea en ciertas circunstancias, pero con justificada razón defensiva.

 Cuando la colonia de abejas (miles de insectos organizados) se encuentra libre de la interacción con el hombre desarrolla mecanismos de adaptación al ambiente que le permiten perpetuar la especie. Por distintas razones y a través del paso del tiempo se formaron razas del Género APIS (abejas), obviamente esto permitió al hombre obtener razas de abejas domésticas.
 La profesionalización de los apicultores actuales en el trabajo con las colmenas, dista mucho del no tan lejano rústico, rudimentario y talvez simple (nunca diré fácil) manejo que debían llevar a cabo nuestros predecesores.
Las regiones que otrora fueran excelentes desde el punto de vista productivo para apicultores fijistas, han sufrido importantes cambios en el paisaje, demandando a los empresarios apícolas tener que desplazarse a otros ámbitos para mantener niveles de rentabilidad que le sustenten la economía pretendida.


TRASHUMANCIA:
Las regiones con potencial de producción apícola (flora polenífera y nectarífera) no solo quedan definidas por su riqueza florística sino también por las condiciones de infraestructura en caminos, edificios, servicios públicos y la estructura empresarial del apicultor.

·         Buen lugar para instalar apiarios (flora apícola).
·         Accesibilidad.
·         Construcciones cercanas para depósitos, alojamiento, cosecha y extracción de miel, etc.
·         Vehículos.
·         Personal capacitado.
·         Instituciones sanitarias (hospitales).
·         Seguridad (robos).

El mayor volumen de la producción de miel en Argentina y los servicios de polinización de cultivos agrícolas y frutihortícolas son realizados por  APICULTORES TRASHUMANTES.
 


EL APICULTOR TRASHUMANTE ASUME MUCHOS MAS RIESGOS EN SU DESEMPEÑO.
A sus tareas propias de la actividad añade: carga y descarga habitual de colmenas; traslado en caminos inexistentes o sin mantenimiento acorde a las circunstancias; circulación extensa por rutas y/o caminos rurales; desconocimiento parcial o total de alimañas; exposición a condiciones climáticas desconocidas; etc.

CONSEJOS SIMPLES:
·         Nunca viaje solo.
·         Un colega es la mejor compañía.
·         Lleve botiquín de primeros auxilios (incluya dosis de suero antiofidico y antihistamínicos).
·         No olvide cargar agua para beber.
·         Anuncie su viaje a algún conocido que tenga la posibilidad de auxiliarlo en cualquier circunstancia.
·         Apague apropiadamente el ahumador (cuidado con incendios, aún al llevarlo encendido en la caja del vehículo de transporte es muy riesgoso).
·         Señale adecuadamente el vehículo (TRANSPORTE DE ABEJAS - MANTENGA DISTANCIA).
 
NOTA: el texto sirve para presentar mi inquietud de recopilar información, anécdotas, experiencias, fotografías, etc. respecto al tema de referencia. Tengo la satisfacción de conocer apicultores que trabajan responsablemente (de los que aprendo) y observo que no existe una consideración mínima respecto a auxiliarlos en caso de tener algún accidente (lógico, por ahora se las arreglan como pueden).


por Ing. Agr. Ernesto Fabián Pasquini

FLORA APÍCOLA

 Flora Apícola

La flora es la que define la alternativa productiva (miel, cera, polen, jalea real, propóleos, núcleos, paquetes y reinas), y pone límites a la producción, dependiendo de ella las características del producto.
Permite establecer pautas de manejo de las colmenas (Ej.: alimentación suplementaria, incentivación, producción de enjambres  , etc.) que optimicen el aprovechamiento de los recursos.
Así mismo brinda información para determinar pautas de manejo del apiario en general (ej.: conveniencia y momento de la trashumancia) y aún del campo en que se encuentra ubicado el colmenar. 

Morfología de la Flor
Una flor completa se compone de cáliz, corola, androceo y gineceo.
El cáliz le sirve de envoltura a la flor cuando es pimpollo, protegiéndola.
La corola está destinada a proteger los órganos reproductivos de la flor y es la que llama la atención de los polinizadores.
Los estambres son los órganos masculinos. En sus anteras se encuentran los granos de polen.
El órgano femenino está compuesto por el estigma, el estilo y el ovario, donde se alojan los óvulos que serán fecundados por los granos de polen, para producir las semillas.
En la mayoría de los casos las plantas han desarrollado una serie de mecanismos que impiden la autofecundación, permitiendo mantener la variabilidad genética, como el tamaño respectivo de los estambres y el pistilo, la maduración no coincidente en el tiempo de la parte femenina y la masculina, o la presencia de flores masculinas y femeninas separadas en distintas ramas o en distintas plantas.
El polen se traslada de una flor a otra, en la mayoría de los casos, a través del viento o los polarizadores (insectos, pájaros, murciélagos). En el primer caso las flores son poco vistosas, sin perfume ni néctar y el polen, anemófilo, es muy abundante, liviano y poco nutritivo (con reservas de almidón).
En el segundo caso, las flores presentan nectarios, olores y corolas atractivos por sus colores o formas, que destacan en el paisaje, formando parches. El polen es de variados tamaños, con distintas estructuras que favorecen la adherencia y tiene mayor valor nutritivo (con reservas de lípidos). Cuando el vector es un insecto, se denomina polen entomófilo.
Entre las plantas que necesitan ser polinizadas y los insectos polinizadores existe un fenómeno denominado de "coevolución", que consiste en la evolución y adaptación mutua a través de millones de años, volviéndose cada vez más específicos. 


Elementos de Atracción
  • Nectarios: Los nectarios son los órganos que secretan néctar, ubicándose en diversos lugares de la planta. Pueden ser florales (ej. en estambres, pétalos, sépalos, ovario), o extraflorales (ej. en pecíolo). La producción de néctar varía por influencia de factores genéticos, climáticos y condiciones del suelo. 
     
  • Factores climáticos: Cuando la humedad atmosférica es muy alta, el néctar es de peor calidad, ya que disminuye la concentración de azúcares, si es muy baja se produce un desecamiento que impide la posibilidad de ser libado por la abeja. La temperatura óptima se sitúa en forma general entre los 12 y 25 °C, ya que las mayores provocan la evapotranspiración de la planta, que puede superar a la cantidad de agua absorbida por las raíces, provocando el cierre de los nectarios. Si la temperatura es muy baja, las plantas detienen sus funciones fisiológicas. El viento muy fuerte puede secar los nectarios rápidamente.

Una alta luminosidad implica un mayor nivel de fotosíntesis, que trae aparejado un aumento en la producción de azúcares.
  • Suelos: Algunos estudios han señalado la influencia del fósforo y el potasio en la síntesis de los azúcares.
Es importante el contenido de agua del suelo, ya que influye en forma directa sobre la cantidad de néctar producido. Si el agua es escasa la planta la utilizará para su supervivencia.  

Otros Atractivos 
  • Colores: Los colores de las flores son mucho más ricos y complejos que lo que puede percibir el ojo humano, ya que incluyen el ultravioleta. Las abejas poseen receptores para este color y así pueden percibir complicados diseños ultravioletas que convergen hacia el centro de la flor guiándolas hacia el alimento. El rojo es percibido como negro por estos insectos.
  • Perfumes: Cuando una planta pasa del estado vegetativo al reproductivo, se produce una gran emanación de sustancias volátiles, denominada "estallido de olor", que funciona como llamado a los polinizadores. Estas sustancias se liberan a través de órganos denominados osmóforos, que se localizan especialmente en los pétalos.
Probablemente las distancias a las que las abejas detectan los aromas naturales sólo estén en el orden de un par de metros. 


Recursos
En general podemos considerar tres clases de especies vegetales, las que proveen néctar, las que aportan polen y aquellas de las que la abeja puede extraer ambos recursos.
Otros elementos que pueden aportar las plantas son los aceites esenciales, ceras, resinas y mielatos.
Las abejas poseen adaptaciones para absorber el néctar. Juntan los lóbulos terminales del labio y del maxilar, formando con ellos un tubo. Si es escaso o muy viscoso pueden lamerlo con la labella (otra parte del aparato bucal).
El néctar puede tener cantidades variables de azúcares (sacarosa, fructosa, glucosa y otros), dependiendo de la especie vegetal, originando mieles de distintas características. También contiene aminoácidos, enzimas y minerales.
Ninguna flor tiene tanto néctar como para que la abeja llene su melario  “buche”en una sola visita. De esta manera recorre varias flores realizando el acarreo de polen de una a otra.
El polen es la única fuente de proteínas para la colmena, por lo que es fundamental en el momento de alimentar a las crías. Posee vitaminas del complejo B, K y E, minerales (P, K, Mg, Ca, Na, Fe) y oligoelementos. Su composición química depende de la especie vegetal de la que provenga. Las proteínas varían del 4 al 40%. Las reservas del grano de polen pueden estar constituidas por almidón o lípidos. Si tiene la posibilidad de elegir, la abeja opta por esto último, si no utiliza el recurso que esté disponible.
Durante el trabajo de recolección utilizan el aparato bucal, los tres pares de patas y los pelos del cuerpo. La función de recolectora de polen es llevada a cabo por las pecoreadoras más jóvenes cuyos pelos se encuentran en buen estado, ya que posteriormente se deterioran con el tiempo. Con las mandíbulas retiran el polen de las anteras, los granos son humedecidos con saliva y néctar y forman los pancitos de la carga que ubican en el canastillo o corbícula que poseen a tal fin en el tercer par de patas. Junto con el polen es habitual que las abejas recolecten néctar en todas las plantas que ofrecen esta posibilidad.
La recolección de uno u otro recurso depende de las necesidades específicas de la colonia en cada momento de su evolución (ej. en época de mucha cría, recolección intensa de polen).
Algunos insectos, en especial los pulgones, excretan jugos dulces que quedan sobre las hojas de árboles tales como robles, sauces, hayas, álamos, fresnos, olmos, nogales, arces, tilos, pinos, cedros abetos, frutales. En horas tempranas el rocío licua estas sustancias, permitiendo que sean libadas por las abejas. De esta manera se obtiene la miel de mielatos que posee características diferentes en sabor y calidad, a la que procede de néctar.
De las resinas de algunas plantas y de las yemas de ciertos árboles las abejas recogen sustancias que mezclan con enzimas generando propóleos, que utilizan para sellar espacios, como desinfectante y para momificar intrusos. 


Conducta de Pecoreo
Cuando una pecoreadora vuelve de una fuente rica en recurso, comunica a la colmena la dirección y distancia a través de la danza, que tiene dos propiedades importantes:
  • la distancia está medida en gasto energético para llegar
  • la información se amplifica (cada vez se informan más individuos).
La dirección se indica en función de la inclinación del sol sobre la piquera, la intensidad de los movimientos abdominales señala distancia y riqueza del recurso.
Este lenguaje integra la actividad de miles de individuos.
La información se refiere a un lugar, una vez que llegan cada pecoreadora elige una flor. Si una flor de determinada forma y color les proveyó un buen recurso, continúan utilizándola por un tiempo, aunque haya otras mejores, comportamiento que beneficia a las plantas ya que la abeja acarrea el polen de una misma especie de un lado a otro, provocando la polinización cruzada.
Sin embargo a veces recolectan en lotes compuestos de diversas plantas (no más de 10), obteniendo cargas mixtas.
Durante el trabajo en el campo, cada abeja informa a las restantes a través de marcas hechas con feromonas. Producen marcas positivas que señalan un recurso y otras negativas que marcan que la flor ya fue usada, ahorrando tiempo de exploración.
La distancia a la que van a buscar alimento varía entre metros y varios km., en función de la riqueza del recurso, el gasto energético y el estado del tiempo (velocidad del viento, temperatura, etc.).
La caída de las floraciones, a pesar del clima adecuado, la sanidad excelente y una buena población, puede ser causa de inactividad. La colmena tarda aproximadamente 40 días en producir un cambio en las pecoreadotas, dependiendo de la entrada de néctar que incentiva la postura de la reina. Sin embargo las abejas poseen un margen para la respuesta, adelantando o atrasando la edad de las nodrizas que salen a pecorear.
El propóleos se recolecta solamente en días calurosos y las recolectoras de estas sustancias son poco numerosas en cada colonia y se mantienen fieles a esta tarea 



La Flora de Importancia Apícola
Las especies de interés apícola proveen de recursos a las abejas y pueden ser cultivadas con un fin económico determinado (Cucurbitáceas, algodón, alfalfa, tréboles, melilotus, cítricos, manzanos, perales, otros frutales, sauces, álamos, acacias, eucaliptos, romero, tomillo,encina etc.), o especies silvestres nativas o exóticas espontáneas.
En general las abejas utilizan solamente una parte reducida de la flora presente, ya que no todas ofrecen un buen recurso, o son morfológicamente inadecuadas para ser explotadas por ellas, por ejemplo es esencial la relación entre la profundidad de la corola y la longitud de la lengua, que permite extraer el néctar. Muchas flores tienen sistemas que impiden a los polinizadores la extracción de néctar, como corolas profundas y estambres estériles que tapan los nectarios.
Es fundamental destacar que una especie muy importante en una determinada región no tiene por que serlo en otra, ya que el recurso que aporta varía ampliamente con las condiciones de clima y suelo y además pueden existir otras especies que aporten mayor o mejor recurso, que no estén presentes en el primer lugar considerado.
No sólo es necesario conocer cuáles son las especies importantes sino que se debe reunir la información correspondiente a los períodos de floración, lo que permitirá mejorar las técnicas de manejo, tantos en los apiarios establecidos como en los migratorios.
Un lugar adecuado para la instalación de un colmenar es aquél que no depende de una floración única, sino que se suceden ofertas de néctar y polen capaces de proporcionar recursos abundantes que superen las necesidades de la colonia y permitan la producción de excedentes - cosecha para el apicultor.
Para determinar si una especie es importante desde el punto de vista de la apicultura es necesario considerar algunos aspectos:


  • Atractividad o Intensidad de uso: Es la preferencia que muestran las abejas hacia una especies en particular. Puede observarse en el campo que algunas especies son visitadas siempre, por innumerable cantidad de abejas. En el otro extremo se encuentran plantas que sirven como recurso esporádicamente a pocos individuos y finalmente las que no las atraen en ningún caso. 
     
  • Fidelidad: Esta condición se observa a través de las sucesivas temporadas. Una especie puede ser siempre utilizada por las abejas ( todos los años), en algunos años sí y en otros no o sólo ocasionalmente. 
     
  • Abundancia: Es fundamental analizar la presencia de las especies utilizadas como recurso y determinar si son muy abundantes, abundantes, comunes o raras. 
     
  • Oportunidad de la floración: Según el momento en que aparece dentro de la curva de floraciones de la zona, el estado de evolución de la colmena, y el recurso que aporta, una floración puede ser muy oportuna, oportuna o indiferente. 
     
  • Intensidad y longitud de la floración: En general, en las especies de floración corta, se produce un aumento del número de flores hasta que se alcanza la plenitud y después de un corto estadío de máxima intensidad, desciende progresivamente hasta el final.
En las especies de floración larga, la intensidad de la misma suele ser oscilante, respondiendo, a condiciones del ambiente. Las abejas utilizan estas especies durante algunos momentos, excepto en la mayoría de los casos de las especies muy atractivas o de muy alta intensidad de uso, en que son visitadas siempre que están disponibles.
Presencia en muestras de miel y/o polen: El estudio de las muestras de miel en laboratorio, permite determinar, a través de los granos de polen presentes en ellas, el origen botánico de las mismas. Este estudio se denomina melisopalinología y puede otorgarle a la miel un importante valor agregado, a través de su clasificación o tipificación.
Con un método similar pueden analizarse las cargas de polen que las abejas ingresan a la colmena. De esta manera se puede confirmar, comparando con resultados de observación en el campo, cuáles son las especies más o menos utilizadas.
Si las muestras a analizar son tomadas en distintos momentos de la temporada, se obtendrá un importante conocimiento de los recursos utilizados por las abejas en una determinada zona.
Para poder llevar a cabo este tipo de estudio es necesario contar con un conocimiento previo de la flora del lugar y haber recolectado polen de cada especie, preparando una colección de referencia que permita la comparación con las muestras. 


Cambios en el medio generados por el hombre
El hombre ha introducido una serie de cambios en el tapiz vegetal produciendo indiscutibles modificaciones de las condiciones de mielada de las abejas. Es el caso concreto del desarrollo de las industrias y la agricultura, que ocasionaron en muchas regiones el reemplazo de las comunidades vegetales autóctonas por cultivos de distintas especies. También se han provocado cambios indirectos a través del "saneamiento" de áreas inundables, el incendio de bosques etc. Todas estas modificaciones conducen no sólo al reemplazo de algunas especies melíferas por otras, sino también al nivel cualitativo de la mielada. En algunos casos la desaparición de las plantas de importancia apícola iniciales, produjo una disminución brusca de los aportes de néctar, en cambio en otros casos la aparición de plantas melíferas cultivadas, aseguró el aumento considerable del recurso.
El desarrollo de la red de caminos influye notoriamente en la productividad. Se destruyen los recursos melíferos originales o se reducen las superficies cultivadas, pero el aumento de las vías de comunicación permite el acceso a fuentes de recursos hasta el momento inalcanzables, facilitando la trashumancia y el traslado de la producción a los puntos de comercialización.

domingo, 25 de agosto de 2013

QUE ESTA MATANDO A LAS ABEJAS


Los científicos descubren lo que está matando a las abejas

En este mes de agosto recibí por mail una noticia terrible hace un par de días. Muchos han oído hablar de que las abejas están desapareciendo, lo cierto es que están muriendo de forma misteriosa y masiva sin que nadie sepa porqué y esto ha provocado innumerables investigaciones en medio de una alarma generalizada.

¿Pero porqué la desaparición de las  abejas preocupa tanto y se lo considera un problema global? … para nosotros los humanos, es lo único que parece seguir contando. Aunque la industria de la apicultura no es un asunto despreciable, viene a ser algo secundario respecto al verdadero problema; las abejas polinizan la tierra, su labor es indispensable para que millones de plantas puedan dar fruto y eso las sitúa en la base de la pirámide de la alimentación en la Tierra. Y creo que aún esto, con su gravedad, podría ser ignorado a la vista de cómo se atiende la salud del planeta si no fuera porque ya está pasando una importante factura (económica, se entiende).

Pongamos un ejemplo: EE.UU. lleva sufriendo de forma especial la desaparición masiva de sus abejas   (en los últimos seis años han perdido 10.000 millones de colmenas) y sus poblaciones de abejas son ahora tan bajas que uno de sus cultivos estrella, la almendra en California, está requiriendo el 60% de las colmenas supervivientes de todo el país para su polinización. California provee el 80% de la exportación mundial de almendras y eso le supone al estado un valor de $ 4 mil millones, por lo que cualquiera, independientemente de su inquietud ecológica, entiende que esto es un problema. (Para los que además tenga alguna inquietud ecológica, mucho habría que hablar de lo que supone un monocultivo de dimensiones tan brutales…)

Volviendo al colapso de colmenas, se sospechaba de los  pesticidas, de ciertos parásitos o de una mala nutrición, pero en el primer estudio de su tipo, los científicos de la Universidad de Maryland y el Departamento de Agricultura de EE.UU. han identificado una mezcla extraña de pesticidas y fungicidas que contaminan el polen que las abejas recolectan para alimentar sus colmenas. Cuando los investigadores recogieron este polen y alimentaron con él a abejas sanas, estas mostraron una disminución significativa en su capacidad para resistir a la infección de un parásito específico, el Nosema Ceranae. Este polen estaba contaminado por una media de nueve pesticidas y fungicidas diferentes, aunque los científicos descubrieron hasta 21 productos químicos agrícolas en una de las muestras.

Lo que el estudio demostró es que las abejas que comían polen contaminado con fungicidas tenían tres veces más probabilidades de ser infectadas por el parásito. Estos fungicidas se utilizan de forma generalizada en la agricultura porque hasta ahora se pensaba que eran inofensivos para las abejas, ya que están diseñados para matar a los hongos, no a los insectos, en los cultivos como las manzanas. Dennis vanEngelsdorp, el autor principal del estudio, manifestó que cada vez hay más pruebas de que los fungicidas pueden estar afectando a las abejas por si mismos.

En los últimos años, una clase de químicos llamados neonicotinoides se ha vinculado a las muertes de abejas y recientemente se ha prohibido en la Unión Europea, donde la las poblaciones de colmenas también se han desplomado, la utilización de estos pesticidas durante dos años. Pero van Engelsdor dice que el nuevo estudio muestra que es la interacción de múltiples pesticidas lo que está afectando a la salud de las abejas. “El tema de los pesticidas en sí mismo es mucho más complejo de lo que hemos llegado a creer”, dice. “Es mucho más complicado que un solo producto, lo que significa, por supuesto, que la solución no consiste simplemente en la prohibición de un tipo de producto.
El estudio mostró además que el polen que las abejas recogían también de las malas hierbas y flores silvestres cercanas estaba igualmente contaminado con plaguicidas, aunque esas plantas no eran el objetivo de la pulverización.

Esto  lo contaban apicultores hace años, lo que está matando a las abejas es el veneno al que las llevamos sometiendo durante décadas de agricultura “eficiente”: herbicidas, fungicidas y pesticidas. Ahora, el Departamento de Agricultura de EE.UU. nos lo presenta en un estudio que lo hace oficial. Y recuerda, el bouquet de productos químicos descubierto por los científicos en su estudio, ¡Se encuentra en el polen de las plantas de las que nos alimentamos también nosotros!

lunes, 5 de agosto de 2013

MULTIPLICACIÓN DE COLMENAS

Multiplicación de las colonias de abejas

La reproducción natural de una colonia de abejas, enjambrazón natural, es un fenómeno biológico que sirve para la propagación de la especie. La colonia se multiplica por escisión y para que este hecho se produzca han de darse una serie de condiciones.

reproducción natural
La reproducción natural de una colonia de abejas, enjambrazón natural, es un fenómeno biológico que sirve para la propagación de la especie. La colonia se multiplica por escisión y para que este hecho se produzca han de darse una serie de condiciones.

Entre las condiciones que estimulan la enjambrazón natural sobresalen las condiciones climatológicas y el medio ambiente: temperatura suave, floración abundante y flujo de néctar creciente. También tenemos que tener en cuenta otros actores como la edad de la reina, tendencia genética, estado de los panales, etc.

Todo ello hace que, en relativamente poco tiempo, la colmena de abejas pasa de una población de 20.000/30.000 individuos a ser de unos 60.000/70.000.

Esta superpoblación tiene varios efectos
La presencia de miles de abejas jóvenes aumenta de forma considerable la cantidad de jalea real presente en la colmena, que sobrepasa las necesidades de la misma. La reina realiza una puesta abundante por el incremento de abejas pecoreadoras y de provisiones (néctar y polen) que pueden llegar a bloquear la zona de puesta de la reina.
El espacio se hace insuficiente y la temperatura interior tiende a subir debido a que la ventilación se ve dificultada. Se produce entonces en la colmena una limitación de su capacidad mientras que en el exterior los recursos son abundantes.


Todo ello desemboca en la presencia de un gran número de celdas reales y en la escisión de, aproximadamente, la mitad de la población que abandona la colmena para crear una nueva familia.
Si en esta operación utilizamos colmenas completaremos la cámara de cría con cuadros con cera estampada o con cera estirada si se dispone de ellos. La disposición de las colmenas resultantes debe ser tal que se reparta la pecorea.

En este sistema podemos considerar la variante de localizar o no a la reina. En el primer caso conviene reformar la colonia huérfana por tener un desarrollo más lento e incluso es conveniente desplazar esta colmena, a otro asentamiento, para evitar la pérdida de la "pecorea".

Es un método rápido, sencillo, que no necesita de un material específico y que se realiza en el mismo colmenar. Como principal inconveniente del método es el fuerte debilitamiento de una colonia, cepa, que es buena productora. Otro problema es que una de las colonias resultantes, la huérfana, ralentiza su desarrollo por la necesidad de la cría de una nueva reina y su posible pérdida de pecorea si no es factible su desplazamiento.
División en abanico
El método consiste en orfanizar previamente la colonia cepa para posteriormente dividir en tantos núcleos como cuadros dispongamos con realeras. El núcleo se completa con cuadros con reservas y con cría de la misma colonia cepa e incluso con otros de diferentes colonias que, en principio, no intervienen en el proceso.

Los núcleos resultantes se colocan alrededor del antiguo lugar de la colmena cepa para que las abejas pecoreadoras se repartan. Es un método sencillo de realizar, no necesita de material específico y es un método adecuado para la reposición o el  incremento del censo propio.

En condiciones de flora o clima adverso necesitan alimentación de apoyo e incluso de abejas y cría. Debe hacerse, por el escaso material biológico utilizado, al inicio de primavera. Con este método perdemos la colonia cepa.

Multiplicación mediante núcleos 

Núcleos huérfanos
La realización de este método se basa en la extracción de la colmena cepa de al menos tres cuadros de cría más las abejas que están sobre ellos. Otros dos cuadros con miel y polen completarán el núcleo, pudiendo proceder de la misma o de cualquier otra colmena donante. Si las reservas no son abundantes se  complementará el núcleo con alimentación complementaria.

El núcleo así formado se trasladará a distancia conveniente para evitar la pérdida de abejas pecoreadoras. Es un buen método para descargar el exceso de población de las colmenas con exceso de población lo que ayuda, en un momento determinado, a controlar la posible enjambrazón natural.
La búsqueda de la reina, para evitar su traslado al núcleo, puede suponer, si no está marcada, una pérdida importante de tiempo al mismo tiempo que estos núcleos necesitan un mínimo de 40-50 días para "arrancar".

Una variante de este sistema es la utilización de varias colmenas para la formación del núcleo. Pueden intervenir un número de colmenas variable y el debilitamiento de las mismas estará en relación inversa con la cantidad de colmenas utilizadas.

Con el fin de evitar la lucha de las abejas, provenientes de varias colmenas es necesario rociar los panales con algún líquido o jarabe para homogeneizar olores. En este caso la búsqueda de las diferentes reinas y el tiempo empleado puede hacer inviable el sistema.

El resultado final, a veces, no es el deseable debido a la heterogeneidad del origen de las abejas que forman el núcleo. Núcleos con injerto de realeras. Este proceso complementa a los anteriores y el sistema es más complicado necesitando de  material especial y exige cierta especialización del apicultor Lo que se consigue con este método es acortar el proceso por la ausencia de la cría de reina en sus primeras fases.

La acción comienza con la organización de las colmenas de las que vamos a extraer las realeras. Unos días más tarde se forman los núcleos y cuando las realeras estén cerradas se injertan una o mejor dos realeras en uno  de los cuadros de los núcleos. Si los núcleos se han formado con cría reciente hay que tener la precaución, antes de proceder al injerto, de destruir las realeras creadas por las abejas.
En todos estos procesos en los que intervienen el cambio de reinas suponen una oportunidad para que el apicultor mejore los caracteres productivos de su  ganadería.
Núcleos desnudos
Se puede considerar que 10.000 abejas (aproximadamente 1 Kg) son suficientes para la creación de un núcleo partiendo únicamente de abejas adultas. La procedencia de este enjambre desnudo puede ser muy diversa y no importa el tipo de colmena. Sin embargo en el núcleo hay que colocar un cuadro con cría, alimentación de apoyo y el resto, hasta cinco cuadros cera estampada.
Este sistema tiene varias ventajas: fácil de obtener; su creación, previo a la  introducción de un cuadro con cría facilita el control de varroosis; su coste es bajo y adecuado para la reposición de bajas o ampliación del apiario.

Multiplicacion mediante prácticas reversibles


En la propia colmena cepa

De la colmena cepa se extraen tres cuadros de cría de todas las edades y sin abejas que se intercambian por otros tres estirados y vacíos. Sobre la cámara de cría se coloca un doble excluidor de reinas y un alza en la que se introducen los tres cuadros con cría. Al alza se le da salida por una piquera que debe estar en diferente  cara que la piquera de la cámara de cría.

En el alza se creará, en las circunstancias indicadas, un área de orfandad que hará que las abejas construyan realeras.
Nacida y fecundada la reina e iniciada la puesta se trasladará a un asentamiento diferente con el fin de no perder la pecorea. Es un método que no exige material especial y en el caso de fallo se desmonta el alza y no se produce pérdida de material biológico.
Este sistema se puede utilizar en buenas condiciones de clima y de flora.
Empleo de nucleros medio-cuadro
El proceso se inicia con la retirada de un cuadro de la cámara de cría cuyo espacio es ocupado por dos medios cuadros unidos. Pasado un tiempo, que variará en consonancia con el clima y la flora, se extraen estos medios cuadros que estarán cubiertos de cría y de abejas y se les traslada a un núcleo especial (nuclero), en el que se separan y así poder formar una unidad biológica que iniciará su andadura con la cría de reina.

Es imprescindible proporcionar al conjunto reservas alimenticias y se traslada a un nuevo asentamiento para evitar la pérdida de población. El método exige disponer de nucleros. Tiene la ventaja de manejar escaso material biológico y las reinas obtenidas con el sistema se fecundan antes cuanto más pequeño sea el nuclero del que proceden.
Los dos medio-cuadro, que equivalen a un cuadro normal, se pueden conseguir y utilizar en colmenas de la explotación hasta su momento de utilización específica en la multiplicación.

Jesús Llorente Martínez
Dr. Veterinario

Buscar este blog