DEFINICIÓN.
La amebiasis es una enfermedad parasitaria de las abejas
adultas, frecuentemente asociada a la nosemiasis (Nosema apis), causada por Malpighamoeba
mellificae, que se localiza en sus órganos excretores (tubos de Malpighi).
En infecciones mixtas destruye el precario equilibrio que pueda existir entre
el hospedador y N. apis.
DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA E IMPORTANCIA ECONÓMICA.
La enfermedad se halla extendida por todo el mundo. Cuando
se presenta de forma independiente no tiene demasiada importancia y sí cuando
está asociada a nosemiasis, agravando el proceso parasitario.
ETIOLOGIA
El agente causal, Malpighamoeba mellificae fue descrito
por Maasen en1916 y clasificado como por Prell en 1927. Protozoario de la clase
Rizópodos, orden Sarcodina, se desarrolla en primer lugar en fase vegetativa,
para finalmente enquistarse, que es la forma de eliminación, de resistencia y
de infestación del parásito. Los quistes tienen forma redondeada, de seis a siete
μm de diámetro y están rodeados de una membrana. Son resistentes a las
condiciones del medio, superando incluso la desecación.
HOSPEDADORES: FACTORES DE LA RECEPTIVIDAD.
No se han encontrado factores que influyan en la
receptividad a la amebiasis por parte de las abejas, a excepción de que la
reina no está afectada por esta parasitosis. El incremento de la parasitación
en un determinado tipo de abejas (viejas) está más en relación con el grado de intensidad
del metabolismo en los hospedadores (relacionado con el incremento de
actividad) que con la edad de las abejas.
Malpighamoeba mellificae y nosema cerane |
RELACIONES PARÁSITO/HOSPEDADOR/AMBIENTE.
EPIDEMIOLOGÍA.
Las abejas limpiadoras ingieren los quistes cuando
proceden a limpiar de materias fecales los cuadros, panales o paredes de la
colmena. Estas formas de resistencia rompen su cubierta cuando llegan al último
tercio del intestino y la fase vegetativa penetra en el interior de los tubos
excretores, donde se reproduce por división directa presentando tamaño y formas
muy variables y un flagelo en su parte anterior. Destruidas las células epiteliales
y bajo diversas circunstancias, se forman los quistes, que llegan al intestino,
ampolla rectal, y con las heces, al exterior. El recrudecimiento de la
enfermedad se produce a la salida del invierno y va en aumento hasta principios
de verano, para disminuir después de forma importante. Este ciclo se debe a
factores fisiológicos, como el metabolismo, que es reducido durante los meses
invernales y mucho más intenso a principios de primavera, cuando la actividad
de las células epiteliales aumenta, su renovación se hace a ritmo más rápido
así como la absorción y la multiplicación de las amebas y la consecuencia una extensión
de las lesiones causadas por los parásitos. En primavera, con temperaturas
entre 20º y 30º C, suelen darse elevadas infestaciones de M. mellificae, que en
un tiempo de 21 días puede producir tiempo30 millones de esporos; por lo tanto,
la primera se difunde con menos rapidez que la segunda, fundamentalmente en
tiempo caluroso, cuya propagación prácticamente
desaparece por la corta vida de la abeja, en
contraposición al largo ciclo biológico del parásito. La transmisión natural de
la enfermedad en la colmena se realiza, principal mente, por las heces
contaminadas con quistes de M. mellificae que las abejas enfermas depositan en
los cuadros y en el interior de la colmena y que son limpiadas rápidamente por
abejas, debido fundamentalmente a su riqueza en azúcares. De una colonia a
otra, la enfermedad se propaga por los errores de la orientación de las abejas
y por el pillaje. En la distancia, por transacciones comerciales y por
trashumancia no controlada.
Fotomicrografías de Malpighamoeba mellificae en Apis mellifera 2, túbulo de Malpighi seccionado liberando formas quísticas (Escala = 50 μm); 3, detalle de un túbulo de Malpighi infectado (Escala = 20 μm); 4, quiste maduro [Q], quistes inmaduros [q] y trofozoíto [T] (Escala = 10μm); 5, infección mixta con Nosema sp. (Escala = 10 μm). |
PATOGENIA.
Estos parásitos presentan formas móviles reptantes
(vegetativas) y formas quísticas. Las primeras también llamadas amebianas,
emiten prolongaciones plasmáticas, que facilitan el movimiento y la nutrición
de la ameba en las paredes epiteliales de los tubos excretores. Las formas
vegetativas derivan a quistes, que se consideran como formas de multiplicación
y de resistencia, que se forman cuando las formas vegetativas son expuestas a
condiciones disgenésicas. La acumulación de quistes, hace difícil la
eliminación del líquido de provocan la disminución de la capacidad funcional
excretora del epitelio. Las amebas también excretan toxinas.
CLÍNICA: SINTOMAS
Los síntomas son parecidos a los de la nosemiasis. Los
casos típicos de amebiasis se ponen de manifiesto por unas abundantes diarreas,
color amarillo claro, de consistencia acuosa o pastosa, que manchan tanto los cuadros
como la piquera y la plancha de vuelo. Las abejas aparecen con signos
diarreicos a la menor excitación que sufren, como pueden ser la apertura de la
colmena, presentando un abdomen globoso y distendido, en contraste con el
abdomen abultado y más corto que presentan cuando la enfermedad es la nosemiasis.
El agotamiento de las colonias es rápido y las abejas mueren en el exterior
de la colmena.
LESIONES
Las formas vegetativas provocan lesiones consistentes en
la destrucción de las células que tapizan los tubos de Malpighi. Las toxinas provocan
la alteración de todo el metabolismo de la abeja. El intestino de las abejas
con amebiasis sufre modificaciones en su textura y color. El recto está
distendido y lleno de líquido acuoso.
DIAGNÓSTICO
Clínico.- El diagnóstico clínico de la amebiasis es
prácticamente imposible, pues los síntomas son muy parecidos a los de la
nosemiasis.
Laboratorial.- Un diagnóstico laboratorial nos muestra
unos tubos de Malpighi ligeramente
abultados, con aspecto vítreo, color blanco lechoso y con zonas necróticas
cuando la infección es grave. En observación microscópica se observan quistes
en los tubos excretores, utilizando una tinción de contraste. También se pueden
utilizar para tal fin los excrementos en dilución con agua destilada.
Diferencial.- El diagnóstico diferencial se realiza con
los esporos de N.apis, que son ovales; tienen una longitud apenas igual que el
diámetro de los quistes de M. mellificae y unos límites menos espesos. Por otro
lado las levaduras, en general, se colorean en su totalidad y las gotas de
grasa, de tamaño variable, forma irregular y límites poco netos.
TRATAMIENTO
Los medios de lucha contra la amebiasis son esencialmente
profilácticos. La fumagilina, tan eficaz contra la nosemiasis, es ineficaz
contra la amebiasis, no conociéndose ningún tratamiento farmacológico eficaz
contra la enfermedad. La infección puede ser controlada, transfiriendo las
colonias, a principio de verano, a panales y colmenas no contaminadas.
PROFILAXIS.
Para esta enfermedad se consideran más importantes las
medidas profilácticas que las terapéuticas, haciendo énfasis en la desinfección
de todo el material.
Jesús Llorente Martínez
Dr. veterinario
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