Las ascosferosis
La Ascosferosis, conocida en nuestro país como pollo escayolado, es una micosis invasiva que
afecta exclusivamente a larvas en desarrollo. Es la enfermedad micótica más
frecuente de la abeja productora de miel y es producida por el hongo
Ascosphaera apis.
La cría yesificada se ha convertido en los últimos años, en
un problema de gravedad para gran parte del mundo. Actualmente, se halla muy
expandida en Europa, América del Norte, Asia y en algunos países de América del
Sur, América Central, África y Oceanía. En nuestro país, el proceso de
aparición y expansión de la Ascosferosis en abejas melíferas fue muy similar al
de otros países. Hacia fines de 1978 comenzó a observarse en distintos apiarios
de varias provincias y fue considerada
como un problema menor hasta aproximadamente 1988. A partir de ese momento
empieza a producirse un aumento constante, alcanzando en la actualidad niveles
de infección muy importantes y propagándose por toda la península.
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Ciclo de vida
Ascosphaera apis es un hongo heterotálico y produce
elementos de resistencia y dispersión (esporas) que son ingeridos por las
larvas con el alimento, de esta manera se ocasiona la infección. Estas esporas
germinan en la parte posterior del intestino medio y el micelio formado
comienza a crecer, invade los tejidos, atraviesa la cutícula, emerge a la
superficie larvaria y recubre casi totalmente el cuerpo larval. Si bien las
larvas pueden ingerir esporas durante toda la etapa de alimentación, se ha
determinado que el período de mayor susceptibilidad corresponde al tiempo que
va desde poco antes o inmediatamente después de la operculación. En principio,
las larvas muertas presentan un aspecto algodonoso y luego se desecan y
momifican. La apariencia final de las momias será blanca si el micelio
involucrado es de un solo signo sexual y negra si el micelio presenta hifas de
distintos sexos, que al copular producen los cuerpos fructíferos responsables
de dicha coloración. Las momias pueden ser halladas en el suelo o en la
entrada, en la plancha de vuelo de la piquera o en el piso de la colmena,
removidas por obreras limpiadoras. También pueden ser encontradas en los
panales, tanto en celdas desoperculadas como operculadas.
Etiología
Las esporas son hialinas y elipsoidales. Presentan una
superficie cérea que les permite adherirse a distintos sustratos. Se pueden
encontrar en la miel, en el polen almacenado, en la cera y, sobre el cuerpo y
en el intestino de abejas adultas, en colmenas sanas y enfermas. Son altamente
resistentes y pueden mantenerse viables durante 15 años. Pueden sobrevivir un
año en el polen y dos años en la miel. Germinan en una atmósfera rica en
dióxido de carbono (12 %), resisten las radiaciones ultravioletas, la temperatura
de fusión de la cera y la acción de soluciones formoladas. La Cría Yesificada
presenta algunas características de suma importancia. Una de ellas es la
variación en los niveles de infección; un apicultor puede hallar en su apiario
colmenas poco afectadas y otras con gran mortalidad en su cría. Las razones
para ello residen en la resistencia intrínseca de cada colonia a la enfermedad.
Por otra parte, existe un número importante de reservorios de esporas. Entre
ellos cabe mencionar a las mismas abejas adultas, a flores y fuentes de agua, a
los distintos productos de la colmena, a los materiales utilizados por el
apicultor.
La aparición y evolución de la enfermedad están relacionadas
al stress generado por distintas causas; no solo debe producirse la ingestión
de esporas por las larvas, sino que es necesario que actúen factores
ambientales y de manejo sobre la cría (causas predisponentes). Se ha mencionado
un gran número de contingencias capaces de provocar estrés en las colmenas. La
cantidad y diversidad de las mismas puede variar de acuerdo a la zona
geográfica en la que se desarrolle la actividad apícola. Entre las más
conocidas
se pueden citar:
· Enfriamiento de la cría: Es el factor de mayor relevancia.
No es necesaria una larga exposición a bajas temperaturas para que se
desencadene la enfermedad.
· Desequilibrios nodrizas/cría: Cuando la población de
abejas nodrizas no es la adecuada, la temperatura del nido de cría no alcanza a
mantenerse en forma normal.
· Elevada humedad y pobre ventilación.
· Deficiencias en la alimentación: Causadas por un escaso
aporte de polen.
· Manejo inadecuado y excesivo.
· Padecimiento de otras enfermedades e infestaciones
provocadas por Varroa destructor.
Diseminación
La dispersión de la enfermedad a través de las esporas se da
de distintas maneras:
Entre colmenas sanas y enfermas:
· Al producirse pillaje sobre colonias muy afectadas por el
hongo, las abejas que ingresan a las mismas vuelven a sus colmenas con una
carga de esporas adheridas a su cuerpo.
· Las abejas de colonias enfermas que pierden el rumbo y se introducen en colmenas que no son las suyas.
· Parásitos como Varroa destructor son vectores de importancia de la
enfermedad.
· Por pecoreo de abejas de colmenas sanas a fuentes florales
ya visitadas por abejas de colmenas enfermas.
· El propio apicultor, por medio de un manejo inadecuado,
interviene en la diseminación de esporas de Ascosphaera apis.
Dentro de una misma colmena:
· Por trofalaxia (transferencia de alimento de una abeja
adulta a otra).
· Por heces y restos de muda de larvas enfermas que quedan
en el interior de las celdillas.
Diagnóstico Clínico:
· En el campo, esta micosis es de muy fácil diagnóstico. Las
colmenas afectadas presentan momias en distintos lugares de la colmena (piso y
cuadros), como así también en las proximidades de la piquera.
· Laboratorio: Se realiza un análisis microscópico del hongo
para determinar la especie involucrada en la aparición de la enfermedad.
Control
En la actualidad, los trabajos realizados para lograr el
control de la Ascosferosis se han encaminado en tres direcciones:
· Búsqueda de agentes
químicos.
· Prácticas de
manejo.
· Genética de abejas.
Agentes químicos: No
existe un agente eficaz para el control de la micosis . Un antifúngico ideal debe ser inocuo
para abejas adultas y cría, no dejar residuos en los productos apícolas, ser
persistente y fácil de emplear. Estas características, en general, no se
cumplen en su conjunto. Es necesario remarcar la importancia de no utilizar
agentes químicos en forma indiscriminada y sin conocimiento, no solo ante la
perspectiva de que sean tóxicos para las abejas o que dejen residuos en miel,
sino también ante la posibilidad de la aparición de cepas resistentes de
Ascosphaera apis.
Practicas de manejo:
Las prácticas de manejo recomendadas están dirigidas a reducir el estrés
(prevención de factores predisponentes) (disminución de la carga de esporas). Es
importante evitar la apertura de colmenas en días fríos, el desplazamiento de
cuadros de cría a lugares de la colonia donde los cuidados y la temperatura no
sean suficientes, la alimentación con jarabe en momentos inadecuados; es
también importante mantener colmenas con adecuada población. Se debe limitar el
uso de caza polen y proveer de una buena
ventilación a las colmenas. La instauración de un brote produce la acumulación
de esporas en el interior de la colmena, por lo que se hace necesario, junto a
la prevención de factores predisponentes, eliminar el mayor número de formas infestación
retirando los cuadros viejos y evitar
intercambiar material entre colmenas sanas y enfermas. Se debe tener presente
la posibilidad de cambio de reina en aquellas colonias en las que reaparece la
enfermedad. Las colmenas muy afectadas deben ser aisladas o eliminadas, en caso
de ser necesario, quemando cuadros y flameando cajones.
Genética de las
abejas:
La variación en la susceptibilidad de las colonias a la micosis explica la situación en la que un mismo
apiario presenta colmenas altamente infectadas y otras apenas afectadas. Esto
nos permitiría seleccionar abejas resistentes a esta micosis. El desarrollo de
líneas de abejas con buen comportamiento higiénico y resistente a enfermedades
de la cría, es una buena posibilidad de control para ésta y otras enfermedades patógenas.
Bibliografía:
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