Factores que estimulan la actitud defensiva de las abejas
Sensibles a los olores
Algunos olores que indican
peligro de ataque y depredación a la colmena estimulan el instinto defensivo e
irritan a las abejas. El olor al gasoil, naftas, insecticidas, perfumes,
adrenalina, veneno de abeja, entre otros.
Una feromona liberada
con el veneno, estimula el instinto defensivo a las demás abejas. Siempre
buscan picar en lugares donde picó otra abeja. Cuando una abeja se dispone a
robar (pillar) la miel es inmediatamente detectada por las abejas guardianas
por el olor que libera, cosa que no ocurre cuando por equivocación se mete en
el nido ajeno.. Olores que despiden los humanos y otros animales por el miedo
son interpretados como peligro de ataque y estimulan el instinto defensivo. Es
evidente que nuestro afán de hacer más rápido el trabajo nos excita y pone
nerviosos sin que nos demos cuenta y despedimos olores que son interpretados
como un riesgo para la colmena. Las reinas jóvenes inmaduras son asustadizas,
ante la menor perturbación, liberan olores que son interpretados como una
agresión por las obreras, que terminan matando (embolar) a su soberana por
asfixia.
Algunas personas por ser muy nerviosas o miedosas, no
deberían trabajar en apicultura. En más de una oportunidad tuve que suspender
el trabajo por culpa de un operario novato, pero también me ocurrió que un
operario de mi padre, que trabajó con él más de
20 años, cuando me acompañó al apiario; irritó tanto a las abejas que por
prudencia tuvimos que suspender la tarea. Alrededor del operario había una nube
de abejas que lo ponían nervioso, cuando comenzó a pasar la transpiración por
fuera del buzo, las abejas empezaron a picar. El olor al veneno, la adrenalina
y los movimientos bruscos y rápidos del operario hizo una combinación explosiva
para las pobres abejas, la situación se volvió intolerable, y como dije, no era
novato, tenía más de 20 años de experiencia. En contraposición a este caso,
conocí a un señor anciano que tenia unas colmenas en el fondo de la casa, eran
unos cajones rústicos, sin cuadros
móviles, colmenas africanizadas, que para cosechar cortaba los panales con un
cuchillo y sin embargo trabajaba sin velo y sin ahumador. Utilizaba unas pocas
bocanadas del humo de su cigarro y hasta parecia que conversaba con las
abejas. Mi padre tenía un manejo muy
suave y tranquilo, pero este anciano era único, me hacía acordar de los comentarios
sobre el Hermano Adam Kehrle, que según dicen tenía un trato muy especial con
las abejas.
Colores que no agradan a las
abejas
Con respecto a los
colores, el negro es el centro de todas
las picaduras. No se si el color puede irritar a las abejas, pero si atacan,
los colores negros son los lugares predilectos de las picaduras. El cierre del
buzo, el logotipo, los burletes de la camioneta etc.
Tengo una propiedad donde vive mi hijo que lo utilizo además
como apiario. Las colmenas están cerca de la casa y son tan mansas que los
animales domésticos merodean entre las colmenas sin que estas los ataquen ni
cuando las revisamos. Pero una vez entró un caballo, pateó una colmena y “Ardió
Troya”. Atacaron a los animales domésticos, gatos, perros y a unos perritos muy
chicos que no pudieron escapar, tres negritos y seis de colores claros. Aunque
parezca mentira, murieron los negritos a consecuencia de las picaduras y los de
colores claros se salvaron.
Ruidos molestos y vibraciones
Los ruidos de motores, vibraciones,
golpes, movimientos bruscos, chasquidos, el golpe de una azada, hacha, las aspas de los molinos a viento
al moverse normalmente perturban la tranquilidad de la colmena.
Condiciones climaticas
Hay
muchas circunstancias o situaciones que perturban e irritan a las abejas
o al menos las predispone a atacar. Todo lo que dificulte sus tareas
cotidianas: Los vientos fuertes que entorpecen el pecoreo, mucho calor para
regular la temperatura interna de la colmena. Cuando se corta la entrada de
néctar o cuando hay mucha entrada, pero debido al calor, humedad y poca
ventilación, se dificulta el trabajo de
deshidratar el néctar y a su vez mantener la temperatura y humedad de la
colmena. Exceso de rocío por la mañana. Días de lluvia, o previos a una lluvia
con mucho calor y humedad. El encierro y traslado especialmente en días de
calor húmedo y con mucho ingreso de néctar irrita terriblemente a las abejas.
Un colmenar en plena mielada
se volvió inmanejable, hacía mucho calor y las malezas ganaron terreno
dificultando la ventilación, había tanto olor a néctar y las abejas se ponían furiosas de solo
vernos. Al mes cuando ya pasó la mielada y bajó un poco la temperatura, estaban
tan mansas que pudimos limpiar el monte hasta
debajo de los cajones.
Otros
Los guantes de cuero, especialmente si están mojados resultan
ser un estimulante muy fuerte del instinto defensivo de las abejas, en cambio
los guantes de goma o de lona son muy tolerados. (Nosotros utilizamos guantes
de goma que son muy suaves y fáciles de lavar mientras se trabaja con las
colmenas.) Los guantes mojados incitan a picar.
Lugares preferidos para picar
Los lugares predilectos para
picar son: La cabeza, ojos, nuca, tobillos, lugares de color negro del equipo
(cierres, logotipos), la espalda y hombros cuando se moja el equipo por la
transpiración. Pican muy poco en las manos, a menos que usemos guantes de cuero
o que tengamos olores agresivos o de picaduras anteriores. Los tobillos son
lugares predilectos cuando están muy excitadas, especialmente se pueden llegar
con sus picaduras a la piel.
Seguramente que hay mas
detalles sobre lo que irrita a las abejas, pero este artículo es un resumen de
los principales factores determinantes.
Si usted es un apicultor
experimentado, disculpe que parezca reiterativo, pero si está dando los
primeros pasos seguros que le van a ser muy útiles estos comentarios.
Abejas africanizadas
La abeja Africana se llevo a
America en 1956 el biólogo Warwick Esteban Kerr era Apis mellifera
adansonii o Apis dorsata o escutelata o también llamada abeja de oro por su
color amarillo, con el tiempo los cruzamientos reiterados con otras razas
adaptadas al Brasil de origen europeo transformó a la adanasonii en la abeja
africanizada. Es de color negra con bandas amarillas en el abdomen y
conviven en la misma colmena algunas de color negro con otras cuyo abdomen es
con bandas amarillas.
Es de menor tamaño que las de origen europeo, es bastante
mas pequeña y la reina es de color rojo negruzco o dorado negruzco. Las
celdillas son inconfundibles por su tamaño, pareciendo sus panales a los de una
avispa. Tienen comportamientos parecidos a los de las avispas cuando se toca el
nido, si se levanta un cuadro con crías las abejas nodrizas vuelan desesperadas
dejando casi vacío el panal lo que dificulta muchísimo el trabajo con las
mismas. Rechazan la cera estampada standard adaptada al tamaño de abejas
europea (más grande) y hacen panales propios, pegados a cada cara de la cera
estampada. Las reinas europeas o de otras razas de abejas más grandes, son
rechazadas por no poder aovar en celdillas tan pequeñas, lo que dificulta el
cruzamiento. Son muy prolíficas y cuando enjambran a veces lo hacen con varias
reinas. Son mucho más agresivas que las europeas y tienen la característica de
atacar en mayor número de abejas. Tardan mucho mas tiempo en tranquilizarse, a
veces tardan horas y persiguen a su
presa hasta una distancia superior a los 200 metros.
No siempre están agresivas,
pero en circunstancias especiales impredecibles, ante la menor perturbación
“Arde Troya” y salen en grandes cantidades al ataque de todo lo que resulte
ajeno al paisaje natural: animales domésticos, ropa, zapatillas, caballetes,
burletes de los vehículos, en fin todo lo que resulte ajeno a su colmena.
Mientras las abejas de raza europea tienden a picar en los ojos, cuero
cabelludo y cuello; las africanizadas pican en cualquier lugar. La cantidad de
veneno que inyecta es similar a la de cualquier abeja pero cuando ataca lo hace
en grandes grupos y como persigue por largas distancias la victima termina con
múltiples picaduras. Es más sensible y reacciona en forma inmediata a las
feromonas de alarma que liberan en cada picadura junto con el veneno. Es probable
que liberen más feromonas de alarma ante cualquier perturbación que otras
abejas. Reaccionan muy poco ante el humo que a veces parece irritarlas más.
Para poder trabajar con algunas de estas colmenas hay que desarmar rápidamente
el nido de cría para desorientarlas, lo que da unos minutos de tiempo como para
efectuar el trabajo deseado. En ocasiones atacan a otras colmenas invadiendo su
nido y mezclándose con sus abejas después de dejar un tendal de abejas muertas
en el piso. Son tan feroces que en ocasiones atacan a varias colonias a la vez.
Mientras las abejas de raza europea sucumben en su nido a consecuencia de los
incendios, inundaciones, depredadores, hambre; la abeja africanizada huye y
abandona hasta la cría en busca de otro lugar mejor. Recorre largas distancias
en busca de alimentos, trabaja desde muy temprano y hasta muy tarde ya casi de
noche y es muy resistente a las enfermedades, especialmente a varroa. Mantiene el nido con huevos y crías
durante casi todo el año lo que le permite adaptarse mejor a zonas con mieladas
sorpresivas y cortas. Se adapta muy bien a los climas tropicales y
subtropicales, cálidos y húmedos. Dentro de las colmenas llamadas de tipo
africanizado hay una gama muy amplia de comportamientos, desde colmenas que son
un verdadero peligro para las personas y animales domésticos hasta otras que
son muy manejables y que conviven con los animales domésticos y además de ser
mansas, son muy productivas, prolíficas, y muy resistentes a las enfermedades.
Junto con las africanizadas hay colmenas que son portadoras de características
genéticas muy favorables, heredadas de las africanizadas, pero mas grandes,
dóciles, prolíficas y muy resistentes a las enfermedades.
Orlando Valega, Apicultor de Apícola Don Guillermo
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