EL LENGUAJE DE LAS ABEJAS.
Desde muy
antiguo los observadores de las abejas apreciaron la relación existente entre
las danzas realizadas por las abejas en el interior de la colmena y el flujo de
néctar, polen, agua o
propóleos
que llegaba a la colmena. Fue Spitzner
(1788) el primero en llamar la atención sobre los aspectos de la comunicación
de las abejas, pero sus observaciones fueron olvidadas hasta que Frisch (1920-1982) aclaró los dos tipos
diferentes de bailes y movimientos que las pecoreadoras ejecutan, uno para
excitar a salir a las abejas que están en la colmena:
El baile en círculo; y el segundo el baile con meneo o zangoloteo, se trata sin
duda de una comunicación en la que se transmite una información precisa en
cuanto a distancia, dirección,
atracción, tipo y sabor del alimento. Con la utilización de colmenas de
cristal y entrenando a las abejas para buscar el alimento en determinados
puntos, se logró descifrar el mensaje de los bailes que a continuación
resumimos y que hizo merecedor a Karl von Frisch del premio Nobel de Fisiología
y Medicina de 1973. Las abejas generan mensajes a base de símbolos muy
sencillos y son capaces de traducir una situación tridimensional (del exterior
de la colmena) a otra bidimensional (interior de la colmena) y viceversa. Cuando
una abeja que ha recolectado néctar llega a la colmena con el buche cargado, es
recibida por una o dos abejas más jóvenes, de las domésticas, que recogen el
néctar con sus lenguas para llevárselo a una celdilla de almacenamiento o para
distribuirlo entre otras abejas que estén hambrientas.
danza circular |
DANZA DEL TREMOR.
En
ocasiones la pecoreadora que llega no es atendida por abejas del interior,
entonces comienza a hacer unas vibraciones para llamar la atención y ser
recibida. Esta danza puede durar varios minutos y es una forma de aumentar el
número de recibidoras de néctar cuando el flujo exterior se incrementa. Tiene
importancia en la actividad de las pecoreadoras, el tiempo que tardan las abejas almaceneras en recoger el néctar que
las pecoreadoras aportan a la colmena, de forma que si cuando llega una pecoreadora
es rápidamente aligerada de su carga, más rápidamente saldrá a buscar nueva
carga. Según Lindauer, "con un tiempo de entrega de 60 segundos, la recogida sigue siendo activa; por encima de este tiempo la actividad desciende
y en tiempos superiores a los 3 minutos la recogida prácticamente cesa,
indicando que ya no es necesario el aporte de ese recurso. Esto se aprecia muy
bien en el caso en que las abejas en lugar de néctar traen agua para reducir el
calor de la colmena, son atendidas rápidamente por cientos de “rociadoras”, que
la extienden para su evaporación. Cuando ya no es preciso más agua, las abejas
que vienen con ella no son atendidas con tanta solicitud y la búsqueda de agua
cesa. Una vez desocupada su carga la pecoreadora, con pasos rápidos sobre el
panal, realiza una serie de recorridos que se denominan bailes o danzas. Las pecoreadoras que al regreso a la colmena
traen néctar o polen, y la fuente que se lo ha proporcionado es abundante,
excitan a otras pecoreadoras que reclutan para que sigan su ejemplo hacia esta
fuente de alimento. Para ello se posan sobre el panal y comienzan su baile, seguida por un grupo de abejas
del interior, también pecoreadoras, que tocándola con las antenas, repiten el
baile de la danzarina, produciéndose un torbellino de abejas que siguen a la
pecoreadora y aprenden su baile y la información que les comunica. Al cabo de
unos minutos salen de la colmena “presumiblemente” a recoger néctar en la
fuente próxima, buscándola en todas las direcciones
DANZA CIRCULAR.
La abeja
pecoreadora realiza círculos sobre el panal, para indicar que la fuente de
alimento está a menos de 100 m (
otros autores hablan de menos de 25
metros.) Las abejas salen y buscan en todas direcciones sin más instrucciones
que la cercanía del alimento.
DANZA EN HOZ
Es
ejecutada para distancias comprendidas entre 25 y 100 metros. La danza va
cambiando según la distancia aumenta, de circular a tener forma de 8, hasta que
se convierte en el 8 circular de la danza del coleteo (zangoleteo) separada por
el tramo rectilíneo.
1. describe la danza del ocho 2.la abeja realiza la danza alrededor de un eje 3. muestra la dirección de la fuente de alimentación con respecto a la posición del sol |
BAILE CON
MENEO O ZANGOLOTEO.
Cuando la
fuente de alimento es lejana, (más de
100 metros a 10.000) es preciso hacer que el baile de indicaciones más
precisas para su localización, por lo que las abejas indican, no solo la distancia
, si no también la dirección. Se ha visto que en las diferentes razas de
abejas, dependiendo de las regiones geográficas de origen tienen sus propios “dialectos”, y esto se traduce en la velocidad de ejecución del tramo recto
Así en la abeja italiana Apis mellifera ligustica, la danza mucho más
lenta que las australianas A. mellifera carnica. Una información para
100 m de las italianas, inducen a una búsqueda de 120 a las australianas.
Se ha
calculado que cada 15 segundos hacen los siguientes recorridos:
para 100 m las abejas hacen de 9 a 10.
-para 500 m se reducen a 6.
-para 1000 m descienden a 4 ó 5.
-para 5000 m solo 2.
-para 10.000 m realizan un solo recorrido.
Se puede
entender que a mayor proximidad de la
fuente de alimento, mayor es la excitación de la pecoreadora exitosa y más rápidamente se mueve en el recorrido
recto del ocho.
La
distancia de pecorea suele ser de 1,5 km, aunque en caso de necesidad, por
falta de recursos próximos, pueden llegar a 3 kilómetros. Sin embargo la
relación con la distancia se hace mucho más significativa cuando se relaciona la
vibración del coleteo en la
parte recta del recorrido con la
distancia a la fuente de alimento. Se interpreta la duración en segundos de estas vibraciones del
bordoneo da la más exacta medida de la distancia al punto de recolección Además
del bordoneo se observan unos sones mendicantes de las abejas seguidoras que solicitan
un poco del alimento que trae la pecoreadora.
Además
del baile, las pecoreadoras exitosas producen una regurgitación del néctar cuyo
aroma permite a las abejas próximas reconocer y aprenden este olor.
Posteriormente cuando salgan a buscar más néctar buscarán las flores que
presenten este aroma y no perderán tiempo buscando en otras flores que, aún estando
próximas, no estén produciendo néctar en ese momento. El baile de la primera
pecoreadora puede durar hasta un minuto,
luego se van a bailar a otra zona del panal y estimula a un nuevo grupo de
abejas. Después se mueven rápidamente y se dirigen a la piquera, saliendo de nuevo
hacia afuera para seguir con la pecorea. La información química proporcionada
por el aroma del néctar explica la especialización
temporal que existe en la recolección
de un tipo de néctar o polen, lo que beneficia también a las plantas que
tienen la oportunidad de la polinización cruzada. Dependiendo de la abundancia del alimento localizado el entusiasmo de la danzarina es mayor
estimulando
a mayor número de abejas, de forma que cuando la fuente es escasa o se va agotando el entusiasmo decae y llegan a no producirse danzas, con lo cual se
interrumpen los viajes y se deja de visitar esa zona. Lo mismo pasa en función
de la concentración del néctar, cuando éste no es muy dulce tampoco se producirán
las danzas. Mientras más se tarde en recorrer la parte recta del 8, más lejos
está la fuente y al ser más lenta la abeja estimula a menos pecoreadoras a salir
y se reclutan menos abejas. Dicho de otra manera, la velocidad con la que recorre la danzarina el tramo recto, es indicativo de la distancia, siendo más lento cuanto mayor sea la distancia. Es decir se interpreta
que indica el tiempo en que se
tarda en llegar a la fuente del alimento.
En
resumen:
1-La
frecuencia de las vibraciones de las alas indica la energía necesaria para alcanzar
el lugar indicado.
2- El
zumbido y la longitud del tramo rectilíneo se suman para indicar la duración
del recorrido.
3-La
amplitud y longitud de las oscilaciones del abdomen indican la importancia del
mensaje.
Dra.
Ana Quero . Universidad de Oviedo.
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