as en su aroma, color, diseño, etc. Es un caso de coevolución.
Son de notar las siguientes adaptaciones:
pelos
Las abejas son velludas, con pelos plumosos, no simples; además llevan carga electrostática. Todo esto contribuye a que el polen se adhiera a sus cuerpos.
Equipo para colección de polen
Unas pocas especies de abejas más primitivas acarrean el polen, mezclado con néctar en el buche. Pero las demás abejas tiene órganos especializados. La scopa es un cepillo que consiste de abundantes setas largas. En la mayoría de las especies las scopas están localizados en las patas posteriores, pero en las abejas de la familia Megachilidae se encuentran en la parte ventral del abdomen. Las abejas domésticas, los abejorros y otras abejas relacionadas a éstas, de la familia Apidae poseen órganos más especializados que las scopas, llamados corbículas (o canastas de polen) en las patas posteriores. Además de polen las abejas cosechan néctar, que es un alimento altamente energético por su contenido en azúcar. El polen, en cambio es rico en proteínas y una buena fuente de nutrición para las larvas.
Aparato bucal
Las piezas bucales están adaptadas a succionar el néctar, con componentes alargados, formando un tubo. Sin embargo es un tubo muy diferente al de los lepidópteros. Las abejas consideradas más primitivas tienen una “lengua” corta y sólo pueden libar néctar de flores con corola abierta. Las abejas más especializadas, de la familia Apidae, tienen una “lengua” larga que llega a partes de flores más profundas.
Órganos de los sentidos
Los órganos visuales y del olfato de las abejas están adaptados a encontrar e identificar a las flores por sus perfumes, colores y diseños. Las antenas son órganos olfatorios. Los ojos perciben la luz ultravioleta y muchas flores tienen diseños que sólo son visibles con este tipo de visión.
La mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, cada hembra cuida a sus propias crías. Sólo unas pocas especies viven en colonias o colmenas y tienen numerosas obreras que comparten las tareas. Son las abejas eusociales; el mejor ejemplo de ellas es la abeja melífera. Las abejas eusociales necesitan grandes cantidades de néctar y polen; visitan numerosas flores, por eso son polinizadores muy eficientes. Algunas especies de abejas pueden colectar néctar y polen de gran variedad de flores; otras son bastante específicas en sus preferencias por polen, son “oligolécticas”.
Los machos de las abejas de las orquídeas o Euglosinas coleccionan aromas florales que usan para atraer a las hembras y, de esta manera, polinizan ciertas especies de orquídeas. Las hembras de este grupo polinizan otras flores de la forma habitual. Otro ejemplo de coadaptación especial es el de las orquídeas Ophrys de Europa y los machos de ciertas especies de abejas (o de avispas). La flor presenta la apariencia y un aroma similar a las feromonas de las hembras de tales especies de abejas (mimentismo) y los machos tratan de aparearse con
Son de notar las siguientes adaptaciones:
pelos
Las abejas son velludas, con pelos plumosos, no simples; además llevan carga electrostática. Todo esto contribuye a que el polen se adhiera a sus cuerpos.
Equipo para colección de polen
Unas pocas especies de abejas más primitivas acarrean el polen, mezclado con néctar en el buche. Pero las demás abejas tiene órganos especializados. La scopa es un cepillo que consiste de abundantes setas largas. En la mayoría de las especies las scopas están localizados en las patas posteriores, pero en las abejas de la familia Megachilidae se encuentran en la parte ventral del abdomen. Las abejas domésticas, los abejorros y otras abejas relacionadas a éstas, de la familia Apidae poseen órganos más especializados que las scopas, llamados corbículas (o canastas de polen) en las patas posteriores. Además de polen las abejas cosechan néctar, que es un alimento altamente energético por su contenido en azúcar. El polen, en cambio es rico en proteínas y una buena fuente de nutrición para las larvas.
Aparato bucal
Las piezas bucales están adaptadas a succionar el néctar, con componentes alargados, formando un tubo. Sin embargo es un tubo muy diferente al de los lepidópteros. Las abejas consideradas más primitivas tienen una “lengua” corta y sólo pueden libar néctar de flores con corola abierta. Las abejas más especializadas, de la familia Apidae, tienen una “lengua” larga que llega a partes de flores más profundas.
Órganos de los sentidos
Los órganos visuales y del olfato de las abejas están adaptados a encontrar e identificar a las flores por sus perfumes, colores y diseños. Las antenas son órganos olfatorios. Los ojos perciben la luz ultravioleta y muchas flores tienen diseños que sólo son visibles con este tipo de visión.
La mayoría de las especies de abejas son solitarias, es decir, cada hembra cuida a sus propias crías. Sólo unas pocas especies viven en colonias o colmenas y tienen numerosas obreras que comparten las tareas. Son las abejas eusociales; el mejor ejemplo de ellas es la abeja melífera. Las abejas eusociales necesitan grandes cantidades de néctar y polen; visitan numerosas flores, por eso son polinizadores muy eficientes. Algunas especies de abejas pueden colectar néctar y polen de gran variedad de flores; otras son bastante específicas en sus preferencias por polen, son “oligolécticas”.
Los machos de las abejas de las orquídeas o Euglosinas coleccionan aromas florales que usan para atraer a las hembras y, de esta manera, polinizan ciertas especies de orquídeas. Las hembras de este grupo polinizan otras flores de la forma habitual. Otro ejemplo de coadaptación especial es el de las orquídeas Ophrys de Europa y los machos de ciertas especies de abejas (o de avispas). La flor presenta la apariencia y un aroma similar a las feromonas de las hembras de tales especies de abejas (mimentismo) y los machos tratan de aparearse con
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