En algunos animales, un huevo es el zigoto, resultado de la fecundación del óvulo. Sustenta y protege el embrión. Los animales ovíparos son aquellos que ponen huevos, con poco o ningún desarrollo dentro de la madre. Esta es la forma de reproducción de muchos peces, anfibios y reptiles, todas las aves, los mamíferos monotremas y la mayoría de los insectos y arácnidos.
Huevo de abeja
La abeja melífera, como todo otro animal complejo, comienza su vida como una sola célula, el huevo u ovum, da origen al desarrollo del embrión dando como resultado la larva. Luego, pasa a un estado intermedio conocido con el nombre de pupa, para emerger el adulto, este proceso se denomina metamorfosis.
Postura del huevo
En la punta interior afinada de cada ovariola en los ovarios de la reina se encuentran las células germinales femeninas primarias u oogonios. Más hacia abajo, en las ovariolas, se multiplican estas células y se diferencian en células más grandes u oocitos (que llegan a ser huevos) y en células más chicas llamadas células nutriticias o trofocitos, que son luego absorbidos como alimento por las células del huevo en crecimiento. A medida que se van formando nuevos oocitos, las ovariolas se alargan en su punta interna y los huevos más viejos, cada uno acompañado por una masa de células nutricias, aumentan en tamaño.
Así una ovariola se hace una sucesión de depósitos de huevos, alternando con cámaras de células nutricias. Los huevos llegan al máximo de su crecimiento en las puntas inferiores de las ovariolas y prácticamente absorben todas sus células nutricias, de modo que las paredes de las cámaras que las contienen, o folículos, segregan una membrana sobre cada huevo, conocido como corión.
Los tubos de los testículos masculinos producen los espermatozoides en forma similar, pero éstos se mantienen como individuos libres, activos, que se parecen a hilos.
El huevo maduro se despide por oviducto al pasaje de salida genital, o vagina. Conectado con la vagina se encuentra un pequeño saco, la espermateca, que contiene los espermatozoides recibidos de los zánganos durante el apareamiento.
Una apertura diminuta, el micrópilo, en la punta posterior del huevo, admite al espermatozoo, pero la reina en función de un mecanismo regulador, despide esperma sobre algunos huevos y lo retiene en el caso de otros. Los huevos que llegan a ser fertilizados se convierten en abejas hembras; los que no son fertilizados se hacen zánganos. Debido a algún estímulo el huevo de la abeja se desarrolla en ambos casos, fertilizado o no.
El huevo
El huevo recién puesto es alargado, redondeado en su puntas y levemente convexo en la parte que será la superficie inferior del embrión. La parte interna está compuesta por el citoplasma y por los materiales nutritivos derivados de las células nutricias en el ovario.
El huevo dentro del corión está cubierto por una delicada membrana vitelina. Dentro de la membrana se encuentra una capa cortical de citoplasma. El núcleo del huevo está encerrado en un pequeño cuerpo de citoplasma cerca de la punta posterior del huevo.
El desarrollo comienza con la división del núcleo y en consecuencia los núcleos hijos producidos. Las células de desdoblamiento que han sido formadas de este modo migran hacia el citoplasma cortical, donde forman una capa de células en la superficie del huevo, lo que constituye el blastodermo. Poco después, la parte inferior del blastodermo se hace más gruesa, formando lo que conocemos como banda de germen, mientras el blastodermo dorsal, como contraste, se hace muy fino. La banda de germen es el comienzo del embrión. Sus bordes crecen hacia arriba, a los costados y alrededor de las puntas del huevo, a medida que se contrae el blastodermo fino dorsal desapareciendo finalmente y permitiendo que la banda de germen se cierre sobre el dorso.
La pared del embrión está ahora completa, pero todavía no hay órganos internos.
Mientras la banda de germen crece hacia arriba en los costados del huevo, comienza a diferenciarse un par de láminas laterales y una lámina ventral mediana. La lámina ventral se hunde en el huevo y las puntas inferiores de las láminas laterales se juntan debajo de la misma.
Tamaño del huevo
El largo del huevo fertilizado es de 1,49 mm. de largo 0,35 mm. de ancho y un volumen para Apis mellifera caucásica de 0,063 mm. cúbicos y de 0,096 mm. cúbicos para Apis mellifera ligustica y Apis mellifera carnica. El peso del huevo de abejas reinas en A. m. caucásica varía entre 94.4 a 133.3 μg. rango reportado también para otras subespecies como A. m. ligustica, A. m. mellifera, A. m. caucásica y A. m. carnica. Woyke reporta recientemente que en Apis mellifera caucásica que el huevo de las obreras son 2.8% más largos y 10.7% más anchos y tienen un 22.2% más de volumen comparados con los puestos por las reinas. Esta diferencia puede atribuirse al número de ovariolas en obreras que es de 2 a 12, mientras que en reinas es de 160 a 180. Los huevos del género Apis decrecen en tamaño y peso durante su desarrollo de 0 a 60 horas.
Huevo de abeja
La abeja melífera, como todo otro animal complejo, comienza su vida como una sola célula, el huevo u ovum, da origen al desarrollo del embrión dando como resultado la larva. Luego, pasa a un estado intermedio conocido con el nombre de pupa, para emerger el adulto, este proceso se denomina metamorfosis.
Postura del huevo
En la punta interior afinada de cada ovariola en los ovarios de la reina se encuentran las células germinales femeninas primarias u oogonios. Más hacia abajo, en las ovariolas, se multiplican estas células y se diferencian en células más grandes u oocitos (que llegan a ser huevos) y en células más chicas llamadas células nutriticias o trofocitos, que son luego absorbidos como alimento por las células del huevo en crecimiento. A medida que se van formando nuevos oocitos, las ovariolas se alargan en su punta interna y los huevos más viejos, cada uno acompañado por una masa de células nutricias, aumentan en tamaño.
Así una ovariola se hace una sucesión de depósitos de huevos, alternando con cámaras de células nutricias. Los huevos llegan al máximo de su crecimiento en las puntas inferiores de las ovariolas y prácticamente absorben todas sus células nutricias, de modo que las paredes de las cámaras que las contienen, o folículos, segregan una membrana sobre cada huevo, conocido como corión.
Los tubos de los testículos masculinos producen los espermatozoides en forma similar, pero éstos se mantienen como individuos libres, activos, que se parecen a hilos.
El huevo maduro se despide por oviducto al pasaje de salida genital, o vagina. Conectado con la vagina se encuentra un pequeño saco, la espermateca, que contiene los espermatozoides recibidos de los zánganos durante el apareamiento.
Una apertura diminuta, el micrópilo, en la punta posterior del huevo, admite al espermatozoo, pero la reina en función de un mecanismo regulador, despide esperma sobre algunos huevos y lo retiene en el caso de otros. Los huevos que llegan a ser fertilizados se convierten en abejas hembras; los que no son fertilizados se hacen zánganos. Debido a algún estímulo el huevo de la abeja se desarrolla en ambos casos, fertilizado o no.
El huevo
El huevo recién puesto es alargado, redondeado en su puntas y levemente convexo en la parte que será la superficie inferior del embrión. La parte interna está compuesta por el citoplasma y por los materiales nutritivos derivados de las células nutricias en el ovario.
El huevo dentro del corión está cubierto por una delicada membrana vitelina. Dentro de la membrana se encuentra una capa cortical de citoplasma. El núcleo del huevo está encerrado en un pequeño cuerpo de citoplasma cerca de la punta posterior del huevo.
El desarrollo comienza con la división del núcleo y en consecuencia los núcleos hijos producidos. Las células de desdoblamiento que han sido formadas de este modo migran hacia el citoplasma cortical, donde forman una capa de células en la superficie del huevo, lo que constituye el blastodermo. Poco después, la parte inferior del blastodermo se hace más gruesa, formando lo que conocemos como banda de germen, mientras el blastodermo dorsal, como contraste, se hace muy fino. La banda de germen es el comienzo del embrión. Sus bordes crecen hacia arriba, a los costados y alrededor de las puntas del huevo, a medida que se contrae el blastodermo fino dorsal desapareciendo finalmente y permitiendo que la banda de germen se cierre sobre el dorso.
La pared del embrión está ahora completa, pero todavía no hay órganos internos.
Mientras la banda de germen crece hacia arriba en los costados del huevo, comienza a diferenciarse un par de láminas laterales y una lámina ventral mediana. La lámina ventral se hunde en el huevo y las puntas inferiores de las láminas laterales se juntan debajo de la misma.
Tamaño del huevo
El largo del huevo fertilizado es de 1,49 mm. de largo 0,35 mm. de ancho y un volumen para Apis mellifera caucásica de 0,063 mm. cúbicos y de 0,096 mm. cúbicos para Apis mellifera ligustica y Apis mellifera carnica. El peso del huevo de abejas reinas en A. m. caucásica varía entre 94.4 a 133.3 μg. rango reportado también para otras subespecies como A. m. ligustica, A. m. mellifera, A. m. caucásica y A. m. carnica. Woyke reporta recientemente que en Apis mellifera caucásica que el huevo de las obreras son 2.8% más largos y 10.7% más anchos y tienen un 22.2% más de volumen comparados con los puestos por las reinas. Esta diferencia puede atribuirse al número de ovariolas en obreras que es de 2 a 12, mientras que en reinas es de 160 a 180. Los huevos del género Apis decrecen en tamaño y peso durante su desarrollo de 0 a 60 horas.
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