La base de la buena salud tanto en el hombre como en los animales
está en poder defenderse con éxito de los gérmenes patógenos
(bacterias, parásitos, virus, etc.).
El sistema inmunitario en los insectos ha sido poco estudiado.
Los insectos como protección frente a las agresiones que vienen del
exterior disponen de la quitina (elemento principal del exoesqueleto y
en el interior
está en poder defenderse con éxito de los gérmenes patógenos
(bacterias, parásitos, virus, etc.).
El sistema inmunitario en los insectos ha sido poco estudiado.
Los insectos como protección frente a las agresiones que vienen del
exterior disponen de la quitina (elemento principal del exoesqueleto y
en el interior
les protege la pared intestinal).
Las abejas disponen de defensas inmunológicas en su organismo. Las
células denominadas hemocitos, de las que existen diferentes tipos,
protegen de la invasión de bacterias y parásitos utilizando varios
mecanismos: la fagocitosis, la encapsulación y la formación de nódulos.
En el proceso de la fagocitosis consiste en la emisión, por parte de las
células de defensa, de prolongaciones que engloban alas partículas
extrañas. El proceso finalización la digestión de la partícula extraña por
enzimas que provienen de los lisosomas.
Cuando el cuerpo extraño es muy grande no puede ser fagocitado y es
encapsulado. Para ello varios hemocitos se unen y crean una especie de
cápsula que lo envuelve. La falta de oxígeno o la acumulación de
residuos tóxicos producen la muerte del cuerpo extraño.
Cuando el número de cuerpos extraños es muy alto el mecanismo
utilizado es el de la formación de nódulos. El mecanismo actúa como la
unión de la fagocitosis y la encapsulación.
Los nódulos formados se adhieren a las paredes de los órganos internos
donde los cuerpos extraños serán destruidos.
También se han podido evidenciar la existencia de defensas
inmunitarias, apidecinas y lisozimas, no celulares, que desarrollan en la
hemolinfa acción antibacteriana.
Las apidecinas están formadas por grupos de polipéptidos que
presentan un amplio poder bactericida.
Las lisozimas son enzimas presentes en muy bajos niveles en las abejas
sanas y que aumentan cuando las abejas son infectadas por bacterias
Por otra parte la colonia de abejas reacciona anta la presencia de una
patología con la eliminación de las abejas enfermas y la extracción de
las crías afectadas.
Las abejas disponen de defensas inmunológicas en su organismo. Las
células denominadas hemocitos, de las que existen diferentes tipos,
protegen de la invasión de bacterias y parásitos utilizando varios
mecanismos: la fagocitosis, la encapsulación y la formación de nódulos.
En el proceso de la fagocitosis consiste en la emisión, por parte de las
células de defensa, de prolongaciones que engloban alas partículas
extrañas. El proceso finalización la digestión de la partícula extraña por
enzimas que provienen de los lisosomas.
Cuando el cuerpo extraño es muy grande no puede ser fagocitado y es
encapsulado. Para ello varios hemocitos se unen y crean una especie de
cápsula que lo envuelve. La falta de oxígeno o la acumulación de
residuos tóxicos producen la muerte del cuerpo extraño.
Cuando el número de cuerpos extraños es muy alto el mecanismo
utilizado es el de la formación de nódulos. El mecanismo actúa como la
unión de la fagocitosis y la encapsulación.
Los nódulos formados se adhieren a las paredes de los órganos internos
donde los cuerpos extraños serán destruidos.
También se han podido evidenciar la existencia de defensas
inmunitarias, apidecinas y lisozimas, no celulares, que desarrollan en la
hemolinfa acción antibacteriana.
Las apidecinas están formadas por grupos de polipéptidos que
presentan un amplio poder bactericida.
Las lisozimas son enzimas presentes en muy bajos niveles en las abejas
sanas y que aumentan cuando las abejas son infectadas por bacterias
Por otra parte la colonia de abejas reacciona anta la presencia de una
patología con la eliminación de las abejas enfermas y la extracción de
las crías afectadas.
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