jueves, 29 de noviembre de 2012
UN NUEVO VIRUS QUE AFECTA A LAS ABEJAS
Un
nuevo virus que afecta a las abejas
Virus
iridiscente de invertebrados
Un equipo de investigadores de la Universidad de Montana ha llevado a cabo un
minucioso estudio sobre esta enfermedad
Estos investigadores han desarrollado una forma de detección y análisis
de moléculas biológicas, que han servido para que los científicos
universitarios pudieran encontrar el motivo de la desaparición y despoblamiento de las colonias de abejas, un virus iridiscente de invertebrados asociado a nosema apis y nosema
ceranae.
Los motivos de esta enfermedad no están claros,
algunos achacan este virus a los plaguicidas o a la radiación de los teléfonos
móviles. Sin embargo, varios estudios apuestan más por otros agentes infecciosos
Los científicos aún tienen que descubrir cómo el virus y hongos pueden interactuar, ya que no parece
ser particularmente letal por su cuenta. Sin embargo, en conjunto, parecen ser
del cien por ciento fatal.Al ser una enfermedad intestinal, se asociaría también a su alimentación.
Comúnmente se dan infecciones encubiertas que no provocan la muerte directa de las abejas.
Se sabe poco acerca de los factores que
determinan la virulencia de estos virus, aunque se supone que las infecciones
enmascaradas y asociadas a otros agentes patógenos como nosema ceranae abren el
camino a la transmisión de virus desde
los parenterales a su descendencia esta forma de contagio se llama transmisión vertical
este virus puede ser muy infeccioso por inyección pero resulta poco virulento
por ingestión.
La transmisión del virus puede ser favorecida por
la varroa inoculando el virus cuando se
alimenta de las larvas de las abejas.
Este virus es muy sensible a la deshidratación y
pierde capacidad infectiva rápidamente en ambientes secos. En cambio su
persistencia en hábitats húmedos depende de la exposición a la luz solar
ultravioleta, las altas temperaturas y a la degradación por microorganismos
FECHAS HISTÓRICAS EN LA APICULTURA
Tres
fechas históricas de suma importancia apícola.
Año 1851
Lorenzo Larrain Langtroth inventa el cuadro móvil tal como lo conocemos en la
actualidad y al año siguiente el 15 de enero lo patenta junto con la colmena
que lleva su nombre y de la cual dice " sus panales se hallan dentro de
cuadros móviles que no son pegados por las abejas a las paredes" había
descubierto el denominado espacio de la abeja.
Año 1857
se fabrica la primera cera estampada por el alemán Weiss, con sucesivas
modificaciones en las máquinas usadas hasta llegar a la prensa de rodillos
ideada por Root. En la actualidad se siguen utilizando los mismos principios
que le dieron origen.
Año 1865
el italiano Hruschka construye el primer extractor de miel basado en la fuerza
centrifuga. Root introduce algunas mejoras e idea la posibilidad de colocar los
cuadros en forma radial de la misma forma que son los extractores actuales.
Estas tres fechas
históricas supusieron un cambio radical en la apicultura y contribuyeron de
manera decisiva a la hora de facilitar la explotación racional de las colonias
permitiendo toda una serie de manejos que no eran imaginables antes de disponer
de esos tres logros prácticos.
Layens, Langtroth y Dadant.
George Layens fue
laureado de la academia de ciencias de Francia, falleció en octubre del año
1897, es conocido por sus varios libros en donde recogía sus estudios y
experimentos. Inventó la colmena horizontal que lleva su nombre con la que
durante muchos años y hasta la actualidad se practica la trashumancia por su
facilidad de manejo al carecer de alzas, no obstante esta ventaja está dando
paso a otros modelos de colmena.
Lorenzo Langtroth
nació en el año 1810, inventó la colmena que denominamos perfección, escribió
varios libros y procedió a la importación de reinas italianas contribuyendo a
su difusión en EE.UU. su contribución al desarrollo de la apicultura es
fundamental.
Dadant nace en Francia
el año 1817, emigró a EE.UU. a Illinois, modificó la colmena inventada por
Langtroth haciéndola con una cámara mayor y dotándola de dos medias alzas, esta
colmena es la que actualmente denominamos industrial y es muy apropiada para la
producción intensiva en buenas floraciones, permite obtener mieles monoflorales
con facilidad, las colonias que viven en ella pueden llegar ha alcanzar grandes
volúmenes con facilidad lo que redunda en buenas cosechas.
CANDI
Alimentación
con candi.
El candi se usa para
dos fines distintos, la alimentación de invernada y para alimentar reinas
enjauladas.
Cuando lo preparamos
para alimentar colonias para el invierno lo hacemos disolviendo azúcar en agua
hirviente hasta la saturación, con lo que obtendremos un jarabe muy espeso. Lo
echamos sobre una bandeja o papel de aluminio y lo dejamos enfriar, una vez
endurecido cortamos trozos y los colocamos encima de los cuadros.
Se tendrá en cuenta no
pasarse mucho con el calor en cuyo caso la pasta se acaramela y no sirve a las
abejas.
El candi de las reinas
se prepara amasando azúcar muy finamente pulverizada y miel en proporción
apropiada de ambas para que la masa quede compacta y una vez así rellenamos el
espacio conveniente de la jaula. Preparado de este modo tenemos seguridad que
será consumido por las abejas dando libertad a la reina transcurrido un tiempo.
ALIMENTACIÓN DE ESTIMULO
Alimentación
de estímulo de puesta.
El éxito de una
explotación apícola radica en lograr un gran volumen de ganado en los días
precedentes al inicio de las más importantes floraciones del lugar del
asentamiento. Es necesario que el nacimiento se produzca sobre un mes antes de
esas fechas para que las abejas lleguen a adultas pecoreadoras cuando la
floración está al máximo.
Las abejas adaptadas a
su medio conocen a través de su código genético cuando se aproxima ese momento
e inician con antelación suficiente la cría de muchas abejas para que ellas
preparen la reserva alimenticia a consumir durante la siguiente invernada y que
solo se puede lograr recolectando lo suficiente en esos días favorables. En
teoría no necesitaríamos hacer cosa alguna pues el instinto hará que el
comportamiento de la colonia sea el que dicta la naturaleza, no es el caso, el
apicultor puede coadyuvar para que las colonias dispongan no solo de los
efectivos naturales consecuencia de la aplicación de la pauta natural sino de
más abejas que nacerán como consecuencia del estímulo que el apicultor
propicia.
El propósito del
apicultor es obtener el máximo posible de producción y por ello y basándose en
el comportamiento natural de las colonias se adelanta y hace sentir a las
abejas la llegada de una cantidad de material azucarado, y las abejas creen que
es proporcionado por las flores iniciando la cría masiva de abejas.
El suministro de
jarabe al ser adecuado a su potencia continuado y situado dentro de la vivienda
no depende de las condiciones climatológicas adversas que las impedirá salir al
campo siendo la repercusión de esa pecorea sobre la puesta de la reina de muy
escasa magnitud retrasándose todo el proceso.
En todos los
colmenares algunas colonias se hallan en todo momento en las mejores
condiciones adelantándose a las otras y logrando de ese modo una producción
mayor. Es lógico que así sea pues una potente en pocas horas de buen tiempo
aporta una considerable cantidad de néctar lo que permite un estímulo
suficiente de la madre que se traduce en una mayor cantidad de abejas para
nacer en una espiral que nos lleva a una gran recolección con un
aprovechamiento total de las buenas floraciones lo que será al fin del proceso
una gran cosecha.
Las colonias más
retrasadas los son sobretodo por la necesidad de mantener el calor en ocasiones
con muy bajas temperaturas en el ambiente no pudiendo enviar muchas abejas a la
pecorea por ser necesarias para calentar el nido, si a estas les suministramos
una cantidad apropiada de jarabe obtendremos un resultado similar de estímulo
que las otras. El manejo apícola que se ocupa de lograr esta meta lo
denominamos alimentación estimulante de puesta.
Para realizarlo
iniciamos el proceso unos dos meses antes del momento en que necesitaremos las
abejas, dando un a pequeña cantidad de jarabe espeso a todos las colonias que
nos interese estimular y continuamos con jarabe en proporción uno a uno hasta
los dos meses de forma ininterrumpida, solo vigilaremos que es consumido
lentamente, reduciendo el número de los agujeros del cebador.
La cantidad conveniente
a dar de forma individual la establecemos por la velocidad del consumo, de ahí
deducimos que si algunas colmenas han
consumido la cantidad que le hemos aportado en dos o tres días podemos dar una
cantidad mayor y si el jarabe permanece más halla de la semana sin ser
terminado a esa colonia debe suministrárse una cantidad bastante menor.
Lógicamente la respuesta no es la misma entre colonias tan dispares en
potencia, y las mejor dotadas aventajaran a las otras, pero esta alimentación
les conviene a todas.
La
razón de este manejo está en hacer creer a las abejas que en el campo hay
néctar en cantidad suficiente como para iniciar la cría y más adelante
aumentarla progresivamente, por ello el consumo debe ser continuado y en
cantidad suficiente para que las potentes mantengan la cría cuando no pueden
salir al campo.
Se tendrá en cuenta
que la progresión esperada de aumento es más bien lenta en un principio y mucho
más veloz cuando avanza la primavera y las buenas temperaturas les permiten
alcanzar la necesaria en el nido con facilidad.
Ejerce una positiva
influencia la comodidad que sienten ellas al alcanzar el jarabe sin emplear
gran cantidad de abejas que en condiciones normales se tendrían que ir al campo
y todo coadyuva a que el éxito sea notable y compense del trabajo adicional que
supone. Si es posible sería conveniente sustituir el jarabe de azúcar por
jarabe melado hecho en base a miel cuya composición es completa y propicia a
largo plazo mejores resultados.
ALIMENTACIÓN DE EMERGENCIA
Alimentación
de emergencia.
Se realizará siempre
que la colonia considerada por sus propios medios no puede procurarse la
cantidad de alimento necesario para vivir, esto puede suceder en plena
primavera cuando las condiciones del clima son adversas y habiendo las colonias
criado mucho si las reservas de invierno no fueron abundantes se pueden encontrar
ahora con poca miel. Es necesario hacer notar que las colonias muy potentes y
sanas sobreviven a todas las adversidades y sobre ellas no va ha recaer el
inconveniente de no disponer de alimento, en efecto, ellas en muy poco tiempo
reúnen alimento suficiente para mantenerse en buenas condiciones sin problemas
a no ser que el apicultor haya vaciado sus cámaras hasta el extremo de dejarlas
prácticamente sin reservas en cuyo caso estarán a merced de los factores
externos y bien pudiera ser que tuvieran dificultades a la hora de alimentarse.
Esta claro que disponer
de una reserva de miel operculada abundante evita todos los inconvenientes de
las alimentaciones y se forma con algunos cuadros que se mantienen encima de
las alzas o cámaras para que las abejas los cuiden y nosotros disponemos de
ellos en cualquier momento, como alternativa y cuando ello es posible podemos
retirar algunos panales de miel de las colonias más aventajadas para dárselos a
las más débiles y como último recurso daremos jarabes para suplir la falta, lo
más inmediato es evitar que se nos mueran de hambre las abejas, cosa que aunque
no es frecuente se da en alguna ocasión.
La preparación de los
jarabes de primavera se realiza mezclando al azúcar con el agua en proporción
de uno a uno siendo su disolución buena, de la mezcla tomamos una cantidad
estimada según la potencia de la colonia, si esta se halla en buen estado en
todo lo demás necesitará como unos cuatro Kg. de jarabe suministrado en una o
dos veces.
Si al revisar las
colonias para la invernadas notamos que algunas tienen escasas provisiones
debemos completarles la reserva con jarabe, sino disponemos de panales de miel,
pero mucho más espeso en este caso 2 kg. por litro para obtener una buena mezcla
y evitarnos que parte del azúcar se pose en el fondo de los botes de cebar se
debe tener el agua a punto de hervir en el momento de añadir el azúcar
removiendo bien hasta la disolución total.
El empleo de jarabe
más concentrado es necesario para evitar que las abejas tengan de necesidad de
evaporar el agua y concentrar el alimento de forma similar a como lo hacen con
el néctar, y justo al comenzar la invernada cuando las condiciones del clima ya
no es favorable y ellas tendrían que elaborar un volumen grande de jarabe.
Podría ser conveniente
añadir al jarabe algún preparado con vitaminas que refuerza el valor nutritivo
de aquel, no debemos olvidar que el jarabe solo es una solución de emergencia y
que no contiene todos los elementos que contiene la buena miel, estos
preparados deben ser usados con sumo cuidado pues podrían llegar a causar daños
a las abejas debido a los componentes presentes en la fórmula. Además del
jarabe casero se pueden usar alimentos especiales preparados de venta en los
establecimientos de ramo, siempre que se tenga certeza de su calidad y se
hallen en perfecto estado de conservación, miraremos la fecha de caducidad y
nos aseguraremos que sean apropiados para la alimentación de la invernada. Si
este producto viene en bolsas le hacemos algunos agujeros y lo colocamos encima
de los cuadros, para nuestros jarabes domésticos podemos usar además de los
cebadores apropiados simples botes a los que hacemos varios agujeros en la tapa
por ellos toman las abejas el jarabe una vez que se posan invertidos sobre el
agujero de cebar, el bote puede quedar dentro de un alza vacía. Mediante un
simple adaptador de madera o plástico que simula el agujero de cebar es posible
dar las alimentaciones por la piquera, solo necesitamos un soporte para el bote
de la medida de este y un canal por el medio por donde las abejas alcanzan los
agujeros y el alimento así nos evitamos añadir cuerpos vacíos en la parte
superior, para los botes domésticos que para los cebadores comerciales no es
necesario por su menor altura.
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