PREPARACIÓN DE LA COLMENA PARA LA PRIMAVERA
Introducción
Como todos bien sabemos la cantidad de abejas
que forman la población de la colonia varía en el transcurso del año.
Esto es debido a que la misma está supeditada
a las condiciones y características que presente el medio ambiente
externo. Las abejas viven, crecen y se
desarrollan en base al néctar y el polen que producen las flores. Es así, que en momentos de abundancia de flores,
la colonia desarrolla su población y acopia alimentos. En momentos de escasez de alimentos la
población disminuye y consumen reservas.
Al observar el calendario conjuntamente con
el desarrollo de las colonias, podremos observar que este desarrollo se produce,
al inicio de la primavera, cuando florecen la mayoría de los vegetales. A pesar
de estar hablando del principio de la primavera como lo más común; no podremos
atarnos al calendario, sino que tendremos que conocer lo mejor posible el
comportamiento de la flora en la zona donde tengamos nuestro colmenar, para de
ésta forma obtener la mayor cantidad de provecho posible. Esta etapa es de fundamental importancia para
el apicultor que desea obtener los mayores rendimientos de sus colmenas; ya
que, del desarrollo que alcance esta colonia, dependerá el número de abejas que
estén disponibles para la recolección de alimentos en el campo. Si bien, la
propia colonia de abejas irá creciendo y comportándose de acuerdo a como se
vayan dando las condiciones del medio ambiente; existen una serie de tareas y
manejos que el apicultor puede y debe realizar para que este crecimiento y desarrollo se vea reflejado en una mayor
producción.
¿Que es la
preparación de la colmena para la primavera?
Se le llama así a todos los manejos y
manipulaciones que el apicultor realiza en sus colmenas con el objetivo de que
las mismas lleguen a la etapa productiva en las mejores condiciones.
¿Cuando se realiza?
Como mencionamos
anteriormente para responder a esto cada apicultor deberá tener un conocimiento
profundo de las principales floraciones existentes en los alrededores de sus
apiarios; para así saber cuando empezar los trabajos. Independientemente del
calendario y de acuerdo a las características de las floraciones, lo más
aconsejable sería comenzarlos unos 30 días antes de que comiencen las mismas.
P R E M I S
A S
- Hay que tener un conocimiento del
comportamiento de la zona para saber cuando empezar los trabajos.
- El momento de realizar la preparación no
depende del calendario sino de la zona.
- Se deberán realizar anotaciones de los
comportamientos de las floraciones de la zona en los distintos años y bajo
distintas condiciones climáticas (sequías, exceso de lluvias, etc.).
- Los trabajos variarán con las zonas,
dependiendo fundamentalmente de la intensidad y duración de los aportes de
néctar.
- Durante el período invernal la colonia de
abejas también existe y requiere de atención.
No olvidarse de que el período invernal no separa dos estaciones sino
que las une.
- El éxito de nuestra cosecha de primavera lo
empezamos a preparar el otoño anterior.
T A R E A S A R
E A L I Z A R
Las mismas se podrán dividir en dos grandes
grupos: la preparación y acondicionamiento externo y la preparación interna de
la colmena.
L A P R E P A R A C I O N E X T R E R N A
- Se deberá corroborar la firmeza de las bases.
No nos podemos olvidar de que una colmena en época de cosecha puede alcanzar
un peso considerable; de donde este aspecto deberá tenerse siempre
presente.
- Al revisar lo anterior deberemos corroborar
la inclinación hacia adelante de la colmena, a los efectos de evitar la
acumulación de agua de lluvia en el piso de la misma. Debemos de tener cuidado de
que la inclinación no sea tanta que al agregar alzas a la colmena estemos
poniendo en peligro su estabilidad.
- Se deberá en estos momentos aprovechar a
cambiar y renovar el material en mal estado o roto y reponerlo por aquel que se
retiro durante el otoño para acondicionar.
- En caso de haber utilizado cubre piqueras,
éste es el momento de retirarlos.
- Deberá además realizarse una limpieza de los
pastos frente a la piquera a los efectos de facilitar el tránsito de abejas.
L A P R E P A R A C I O N I N T E R N A
En la preparación interna de la colmena
debemos corroborar fundamentalmente cuatro aspectos: el alimento, el espacio
interior, la población y la reina.
EL ALIMENTO
El que la colmena tenga suficiente alimento
en esta época del año es de singular importancia; ya que en momentos en que la
población se prepara para crecer, no debemos olvidar de que cada panal de cría
consume más o menos uno de miel en su desarrollo. Debemos entonces procurar tener siempre
alimento al alcance de la cría.
¿Que tipo de
alimento?
Tengamos presente de que cuando hablamos de
reservas y de alimento nos estamos refiriendo tanto a miel como a polen. No olvidemos la importancia de éste último
como aporte de proteínas en la alimentación de las larvas.
Hay apicultores que llegada esta época
retiran el alimento existente y sobrante de la invernada pensando que la
colonia si no lo consumió durante el invierno no lo necesita más. Este es un grave error ya que es justamente
en el desarrollo de la colonia en que se dan los mayores consumos.
¿Hasta cuando?
Siempre será preferible dejar alimento de
sobra que tener que alimentar artificialmente.
Esta tarea siempre trae aparejado mayores costos y trabajo extra. La evolución de la temporada nos marcará el
momento en que el ingreso de néctar nos sustituye perfectamente la necesidad de
reservas. Debemos tener muy presente
este momento, ya que, si aquí no trabajamos la cámara de cría, dándole espacio
y retirando la miel sobrante, es muy probable que la reina deba restringir su
postura por encontrar la mayoría de las celdas con néctar. Nunca debe de faltar el alimento cercano a la
cría, pero debemos tener presente que al iniciarse el flujo de néctar la reina
tenga espacio para desarrollar su postura.
¿La evolución de la
población es igual en todas las zonas?
El desarrollo de la población de la colonia
de abejas es un fiel reflejo del ingreso de néctar y polen del campo. Es así, que cuando comienza el flujo de
néctar, la reina es incentivada por las abejas en su postura y la población
crece. Hay zonas cuyas floraciones son
muy intensas y por períodos cortos de tiempo (15 - 20 días). Otras no son tan concentradas y van dándose
en forma paulatina. En las primeras
habrá que estimular o incentivar el desarrollo de la población con jarabes y
manejo con anticipación; ya que de lo contrario las abejas que nazcan de la
estimulación que produzca el propio cultivo, nacerán y/o serán pecoreadoras
para cuando la floración principal ya haya finalizado. Ejemplos muy típicos de este tipo de
floraciones son la mayoría de los cultivos artificiales. En apiarios ubicados en zonas con floraciones
más pausadas y prolongadas normalmente se requieren solamente intervenciones de
manejo oportunas, como forma de incrementar las poblaciones.
¿De donde se
obtendría el alimento?
De no poseer reservas en la propia colmena,
se podrán obtener redistribuyendo panales tanto de miel como de polen de
colmenas que si los tengan. En caso de
no tener éstos alimentos naturales disponibles, habrá que recurrir a los
sustitutos tanto de miel como de polen y realizar una alimentación artificial
de la colmena. Siempre será preferible
reemplazar la miel y el polen por estos mismos productos. Los sustitutos de la miel más comunes son el
azúcar común refinado, los jarabes de alta fructosa y la glucosa. Como
sustitutos de polen existen una serie de formulaciones fundamentalmente en base
a harina de soja, leche descremada, levadura, etc.
EL ESPACIO INTERIOR
Ampliación del nido
de cría.
Si bien al iniciarse la invernada una de las
tareas fundamentales era reducir el espacio interior de la colmena; en éstos
momentos en que van a nacer más abejas de las que morirán y la población
crecerá en número, se debe de procurar que la reina no tenga limitanciones para
su postura. Para esto será muy
importante proporcionarle a la reina cuadros con buenas características a los
efectos de que amplíe el nido de cría.
De esta forma estaremos evitando el "bloqueo" de la colmena y
posible posterior enjambrazón en primaveras tempranas. Este bloqueo de la cámara de cría puede
producirse por miel o en algunas zonas con gran aporte de polen.
Renovación de
panales de la cámara de cría.
Como es bien sabido los cuadros de la cámara
de cría se van oscureciendo con el tiempo debido al capullo que dejan las
sucesivas generaciones de abejas que van naciendo. Estos "panales negros" son un foco
infecciones permanente donde se ubican esporas, hongos y distintas formas de
resistencia de patógenos de las abejas.
Al ampliar el nido de cría con el agregado de cuadros debemos proceder a
realizar la "renovación de panales" viejos u oscurecidos de esta cámara
de cría.
¿Qué cuantos panales
renovar por año?
En este aspecto cabe mencionar que lo más
aconsejable es renovar por lo menos el 30 % de los cuadros por año. De esta forma no existirán en nuestra cámara
de cría cuadros de más de tres años de antigüedad. Esta totalmente comprobado además, de que
existe una mayor tendencia de la reina a poner en panales nuevos.
¿Láminas de cera o
panales labrados?
A los efectos de esta renovación lo
aconsejable es introducir panales nuevos estirados (labrados) o en su defecto
láminas con cera estampada. Hay
apicultores que "estiran" las láminas el primer año en el alza y
luego lo introducen ya labrado el segundo en la cámara de cría. De acuerdo a lo dicho anteriormente los
cuadros que renovaremos de la cámara de cría son los más viejos y oscurecidos. Desde el punto de vista del manejo, lo que el
apicultor debe de realizar es el de ir corriendo los panales más viejos hacia
los costados de la cámara de cría. De
esta forma al llegar el tercer año de utilización éstos estarán en los costados
conteniendo fundamentalmente miel. Así
entonces, será fácil subirlos a las alzas para miel y luego de cosechados,
fundirlos.
¿Donde colocamos
los panales nuevos?
Al retirar los panales viejos y reponerlos
con nuevos (labrados o con cera estampada) debemos tener siempre presente que
al introducirlos se hará SIEMPRE ENTRE LA CRIA Y EL ALIMENTO Y NUNCA ENTRE DOS CUADROS DE
CRIA. De esta forma evitaremos correr el riesgo de
"dividir" el nido de cría con los consiguientes perjuicios. En caso de que los panales que retiremos de
la cámara de cría contengan postura, larvas o cría sellada, éstos se deberán
ubicar en el medio de las alzas a los efectos de que esa cría reciba el mayor
calor posible y evolucione normalmente.
Con buen flujo de néctar las abejas irán depositando miel en las celdas
a medida que esa cría vaya naciendo. En
los casos en que introduzcamos cuadros con láminas de cera estampada debemos
tener la precaución de introducirlos con el lado en que se fijó la cera (o sea
el lado en que se ve el alambre) orientado hacia el centro del nido de
cría. De esta forma las propias abejas
que comenzarán a labrarlo primeramente de ese lado, terminarán de fijar la
lámina correctamente y evitaremos posibles desprendimientos de la misma.
En una primavera con buen flujo nectarífero y con una
buena reina nos asombrará lo rápido que aceptan y estiran esa lámina pudiendo
inclusive encontrar postura de la reina ya a las 24 - 48 horas.
¿Cuánto material
agregamos?
El qué material agregar (alzas o media alzas)
dependerá de la fortaleza de la colonia, la intensidad del flujo nectarífero en
la zona y hasta de la propia disponibilidad de material y características de
manejo de cada apicultor. Con respecto
al uso de alzas o medias alzas todos los apicultores tienen sus opiniones en
pro y en contra de cada una de ellas.
Desde el punto de vista del manejo se puede recomendar el uso de medias
alzas al inicio y al fin de la temporada, cuando los flujos de néctar no son
tan intensos o, cuando existen zonas con flujos cortos donde la colonia no
sería capaz de llenar un alza entera. El
agregado de alzas enteras al inicio de la primavera es aconsejable en flujos de
néctar importantes y prolongados, ya que de esta manera estamos incentivando a
la reina a ampliar su nido de cría en el alza y así fomentar el desarrollo
poblacional. Las medias alzas sobre la
cámara de cría son de buena utilidad a la hora de restringir la postura de la
reina, ya que son fácilmente completadas con miel y se transforman en efectivas
rejillas excluidoras. Evidentemente lo
ideal es no agregar más de un alza por vez y en la medida que la misma sea
completada retirarla para cosechar y agregar otra. Otro aspecto que debemos tener presente es
que si bien lo ideal es introducir panales obrados en la colmena; éstos no
siempre están disponibles, aconsejándose en tales casos intercalar panales
obrados con láminas de cera. Las abejas
aceptan y "toman" las láminas de cera con mayor rapidez si éstas se
encuentran entre dos panales con néctar o miel.
La práctica nos indica que uno de los grandes "tesoros" del
apicultor son los panales obrados y sobre todo en el momento del gran
flujo. Si bien en las abejas jóvenes hay
un potencial muy importante de producción de cera y que no debemos
desaprovechar, no es aconsejable agregarle un alza entera con láminas de cera y
si, irle agregando de a dos o tres láminas por vez. Se deberá aprovechar el potencial de las
abejas jóvenes existentes en la colonia y no provocar un desequilibrio que
obligue a muchas pecoreadoras a producir cera o calor.
No debemos olvidar que en la preparación para
el período de cosecha, el apicultor deberá tender a tener todas las colmenas de
un apiario parejas en cuanto a su fortaleza, para así poder organizar mejor sus
trabajos de campo y manejar su empresa por apiarios y ya no por colmenas. En explotaciones industriales este manejo
"en serie" ahorra tiempo y dinero dando mayores ganancias.
Ing. Agr. Daniel Bazzurro