Los biólogos siempre han afirmado que la estructura del panal es un sistema ideal para contener la máxima cantidad de miel utilizando como base la menor cera posible, sin embargo, no ha sido tan fácil demostrar matemáticamente esta hipótesis, suposición que es conocida como la conjetura del panal de miel. Esta conjetura ha sido objeto de una profunda curiosidad por parte
de los matemáticos y ha permanecido indemostrada desde la fecha de su planteamiento en el siglo tercero antes de Cristo hasta julio de 1999, momento en el que fue finalmente demostrada por el matemático Thomas C. Hales de la Universidad de Michigan. Este investigado concluyó que la celdilla hexagonal supone la mejor manera de dividir un área en regiones iguales y, al mismo tiempo, suponga un menor perímetro.
Las abejas han venido usando la celda hexagonal siempre, pero, ¿por qué hexagonal?. La respuesta de los matemáticos consiste en que la celdilla de seis lados es la estructura geométrica más adecuada para crear una mayor superficie con el mínimo perímetro. Si las abejas utilizasen otra figura geométrica para la confección de sus panales, dentro del panal quedarían áreas inútiles, lo cual supondría una menor eficiencia en la producción y almacenamiento de miel.
Suponiendo igual profundidad de panal, las celdillas hexagonales contienen el mismo volumen que si las formas fuesen triangulares o cuadradas, sin embargo, la celda hexagonal entraña el menor perímetro, o sea que existe un ahorro en la cantidad de cera utilizada por la elección esta forma geómetrica por parte de las abejas y, por tanto, la máxima capacidad de almacenamiento con el mínimo uso de la materia prima necesaria para la contrucción del soporte.
Los panales tienen una estructura formada por dos rebanadas unidas por el fondo y con la entradas de las celdillas situadas en lugares opuestos. Este diseño genera conflictos de construcción en la linea de unión de ambas placas. La problemática ha sido resuelta por las abejas mediante la utilización de tres rombos cuadriláteros de cera unidos entre sí. Esta elección tiene la ventaja de que cuando se realiza uno de los fondos de la celdilla queda hecha al mismo tiempo el fondo de la celdilla situada en la cara opuesta del panal. Por otro lado, este recurso también maximiza el volumen creado y minimiza la cantidad de cera utilizada para la elaboración de la celdilla
Las abejas han venido usando la celda hexagonal siempre, pero, ¿por qué hexagonal?. La respuesta de los matemáticos consiste en que la celdilla de seis lados es la estructura geométrica más adecuada para crear una mayor superficie con el mínimo perímetro. Si las abejas utilizasen otra figura geométrica para la confección de sus panales, dentro del panal quedarían áreas inútiles, lo cual supondría una menor eficiencia en la producción y almacenamiento de miel.
Suponiendo igual profundidad de panal, las celdillas hexagonales contienen el mismo volumen que si las formas fuesen triangulares o cuadradas, sin embargo, la celda hexagonal entraña el menor perímetro, o sea que existe un ahorro en la cantidad de cera utilizada por la elección esta forma geómetrica por parte de las abejas y, por tanto, la máxima capacidad de almacenamiento con el mínimo uso de la materia prima necesaria para la contrucción del soporte.
Los panales tienen una estructura formada por dos rebanadas unidas por el fondo y con la entradas de las celdillas situadas en lugares opuestos. Este diseño genera conflictos de construcción en la linea de unión de ambas placas. La problemática ha sido resuelta por las abejas mediante la utilización de tres rombos cuadriláteros de cera unidos entre sí. Esta elección tiene la ventaja de que cuando se realiza uno de los fondos de la celdilla queda hecha al mismo tiempo el fondo de la celdilla situada en la cara opuesta del panal. Por otro lado, este recurso también maximiza el volumen creado y minimiza la cantidad de cera utilizada para la elaboración de la celdilla
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