sábado, 21 de septiembre de 2013

LAS FEROMONAS RESPONSABLES DE LA VIDA SOCIAL DE LA COLMENA


Las “feromonas”
Responsables de la vida social de la colmena

 
Si dejamos huérfana a una colmena, a las pocas horas se notan algunas celdas de larvas muy jóvenes, agrandadas y con gran cantidad de jalea real. Son las incipientes celdas reales que están formando las obreras ante la ausencia de la reina. Por el contrario, si en una colmena que está criando celdas reales, colocáramos una reina fecundada en plena postura, inmediatamente las obreras destruyen todas las celdas y no vuelven a formarlas. (Son las denominadas “celdas de emergencia”).

Ocurre con mucha frecuencia que una colmena con una reina en postura, prepare dos o tres celdas reales de buen tamaño, casi siempre, en el centro de uno de los panales de cría. Se notó que la reina había declinado en el rinde de la postura, ya sea por ser vieja, mal fecundada, con daños físicos o problemas sanitarios. (Solas “celdas de reemplazo”).


Sabemos que en momentos de plena postura, el nido se agranda empujando las reservas hacia arriba, pero cuando estamos en plena mielada aumenta el ingreso de miel, que empuja hacia abajo la postura de la reina. Cuando la colmena tiene muchas abejas y gran ingreso de néctar, la reina no tiene casi lugar para depositar sus huevos, declinando así la postura. En esta circunstancia se produce el fenómeno conocido como “enjambrazón” y se forman una gran cantidad de celdas reales en los bordes de los panales. (Denominadas “celdas de enjambrazón”).

En todos los casos mencionados hay un denominador común: Falta el estímulo que producen una o más sustancias elaboradas por la reina que, -con su presencia-, inhibe la formación de celdas reales y el desarrollo de los ovarios de las obreras. Estas sustancias fueron definidas como “feromonas” por Karlston & Lüsber (1959), partiendo de las raíces griegas ferein (transportar) y horman (excitación). La definición que ellos han dado es la siguiente: "Las feromonas son unas sustancias secretadas por los individuos y que percibidos por otros individuos de la misma especie, provocan una reacción específica, un comportamiento o una modificación biológica.

Una reina que ve suspendida la postura por varios días, como puede ser el caso de reinas compradas de un criadero, normalmente son rechazadas por las obreras, a pesar de estar huérfanas, prefiriendo a las celdas reales criadas por ellas. Este fenómeno es otro ejemplo de la falta de sustancia real o feromona. Todos los métodos utilizados para introducir una reina de esas características, tratan de obligar a las abejas a aceptar a una madre que no les agrada. La reina a cambiar, libera más feromonas que la nueva a introducir, por lo tanto, al retirar la reina para cambiarla por la nueva, las obreras prefieren las celdas reales propias. Para que las obreras no puedan quedarse con estas celdas proponen destruirlas y obligar a las abejas a recibir a la reina nueva. Algunos criadores proponen camuflar a la reina nueva con los olores de la vieja, frotando la jaula de transporte con el cuerpo de ésta o dejándola muerta dentro de la colmena. A pesar de todos estos métodos se corre un gran riesgo de perder la soberana nueva, al pretender introducir una reina de estas características en una colmena grande y con muchas abejas , ya que las reinas nuevas son muy nerviosas y asustadizas, lo que produce la reacción de las obreras que atacan a la reina y la asfixian. (es probable que por el miedo la reina nueva libere feromonas de alarma que son tomadas como una señal de agresión por las obreras y maten a la reina por eso). Todos los criadores manifiestan que es más fácil introducir las reinas recién fecundadas en un núcleo o en un paquete de abejas. Esto es lógico ya que los núcleos y los paquetes se confeccionan con abejas nodrizas que no son agresivas. Mejor en un paquete en el que no se pueden criar celdas reales, tan preferidas en estos casos por las abejas.


Cuando confinamos a una reina en un sector de la colmena, al poco tiempo aparece una que otra celda real en el sector en que no transita la reina, si colocamos celdas abiertas estas son alimentadas y si injertamos celdas cerradas, no son destruidas por las obreras. Aquí también falta la sustancia real, y se explica por el hecho de que no es solo olor sino que hay un contacto corporal con la sustancia que se trasmite de abeja en abeja y al dificultarse ese contacto aparece el reflejo en las abejas mas alejadas. Algo parecido ocurre en la enjambrazón, pero más contundente ya que en este caso construyen gran cantidad de celdas. La enjambrazón se produce corrientemente en momentos en que se inicia la gran mielada, momento en que hay gran cantidad de abejas que calientan el nido y dificultan el desplazamiento de la reina, las obreras pecoreadoras introducen gran cantidad de néctar que compite por lugar con la postura de la reina , la que al no poder poner con la misma frecuencia disminuye la liberación de feromonas, este fenómeno se incrementa en colmenas con reinas viejas ya que éstas de por sí, liberan menos feromonas . Por consiguiente disminuye la sustancia real de la reina y de larva, al disminuir la postura, ya que ésta también libera feromonas (BP o Brood Pheromone) que inhiben el desarrollo de las celdas reales.( se descubrió además que el 40 % de las obreras al momento de enjambrar , tiene desarrollado los ovarios). Además, el contacto entre abejas se hace difícil ya que hay muchas abejas en poco espacio, Para poder mantener la temperatura muchas abejas salen fuera del nido formando una especie de barba hecho que hace más difícil aún la trasmisión de la feromona. Este conjunto de factores hace que las obreras construyan gran cantidad de celdas reales en los bordes de los panales ya que es el último lugar que tuvo acceso la reina para aovar. Si retiramos cuadros con miel y en su lugar colocamos cuadros vacíos para postura de la reina, si además colocamos más alzas vacías, es probable, - si el proceso no está muy avanzado- que las abejas destruyen las celdas reales y vuelva todo a la normalidad. Manuel Ocksman solucionó en parte este problema, adicionando una media alza a la cámara de cría en forma permanente, de manera que nunca falte espacio para el nido. En realidad no se conocen con certeza y precisión todos los factores que contribuyen a desencadenar el proceso de enjambrazón pero la explicación que acabo de describir es la que más me convence. Se cree también que la enjambrazón se desencadena por recalentamiento del nido y se sugiere no exponer a las colmenas al sol durante mucho tiempo para evitar la enjambrazón, con dos mieladas cortas al año, una en primavera temprana y otra a fin de verano, esto no se cumple ya que hay proliferación de enjambres tanto en primavera temprana con tiempo fresco, como en verano con temperaturas muy altas. De acuerdo con nuestra experiencia un flujo intenso e inesperado de néctar, puede desencadenar el proceso hasta en los núcleos fuertes. Como medida preventiva, siempre dejamos mucho espacio para el nido y si observamos colmenas con barbas de abejas bajo la piquera las revisamos y si es necesario y se está a tiempo,-con celdas reales abiertas- las descongestionamos agregando cuadros vacíos a la cámara de cría.


Las feromonas son producidas por las glándulas exocrinas de la reina ubicadas en la cabeza, tórax y abdomen. Las abejas perciben las feromonas a través de su sistema olfativo, que está ubicado en las antenas, y se trasmite entre las abejas del sequito real y las demás obreras de la colmena, en el roce corporal producido por la trasmisión de alimentos entre las abejas (trofalaxia).

No solo la reina producen feromonas, las abejas, por medio de las glándulas de Nassanov liberan un olor que marca un rastro que es fácilmente identificado a lo lejos por sus congéneres favoreciendo la aglutinación de los individuos, y la ubicación de la colmena etc..

Las abejas obreras adultas también producen una feromona EO (de Ethyl Oléate) que inhibe la madurez de las abejas mas jóvenes, de tal manera que si hay muchas pecoreadoras , las nodrizas tardan más en madurar y en salir a recolectar. Esta feromona EO se transmite de boca en boca por “trofalaxia” En el caso contrario cuando la mielada llega antes de que la colmena evolucione lo suficiente y tengan pocas pecoreadoras , las nodrizas maduran antes y salen a recolectar. Este fenómeno se nota y mucho en las colmenas ya que disminuye la postura y la colmena junta algo de miel pero no se desarrolla lo suficiente.


Además no debemos olvidarnos que el veneno de abeja está acompañado de una feromona de alarma que induce a las demás abejas al ataque.
Las feromonas de la reina, y la presencia de las feromonas de la cría abierta, (BP o Brood Pheromone) inhiben la formación de celdas reales, inducen a las obreras a cuidar de los huevos de la abeja reina e inhiben el desarrollo de los ovarios en las abejas obreras. Pero al poco tiempo que desaparece la reina y las larvas se transforman en pupas , algunas obreras comienzan a desarrollar los ovarios y antes de un mes, si no aparece una reina , una obrera comienza a poner huevos (óvulos) no fecundados, dando como resultado el nacimiento de zanganitos (colmena zanganera) haciendo imposible el desarrollo de la colonia. Se sabe que las reinas zanganeras liberan mucho menos feromonas que una reina bien fecundada. También se descubrió que las reinas vírgenes liberan menos feromonas que las reinas fecundadas, y que las reinas inseminadas liberan menos que una fecundada a campo.

“Muchos apicultores introducen las reinas sin ningún sistema de protección si aún no han empezado a poner. Lo mismo sucede con las reinas vírgenes que nacen en incubadora: se confían a un enjambre artificial realizado 3 horas antes. Pero con las reinas que han estado varios días en una jaula de expedición debemos actuar de otra manera”(Cría de reinas por Gilles Fert).

Es probable que las reinas vírgenes sean fácilmente aceptadas por liberar una feromona en las heces que reduce el nivel de agresividad de las abejas obreras adultas.


Otras feromonas de las abejas reinas:

Feromonas de las glándulas dorso abdominales. Fueron descubiertas por VELTIUS determinando las siguientes funciones:
-inhibidor del desarrollo de los ovarios de las obreras y de la formación de celdas reales.
Feromonas de la glándula de Koschevnicov. Esta glándula está asociada a la cámara del aguijón actuando como aglomerante de obreras dentro de la colmena y durante la enjambrazón.
Footprints o huellas de las patas: Mientras la reina se desplaza dentro de la colmena va dejando una secreción viscosa que inhibe la construcción de celdas reales.
La cantidad de feromonas que liberan las reinas disminuye con la edad de la reina y con la disminución de la postura.
Las feromonas pueden permanecer en la reina muerta durante varios días.
Todas las feromonas actúan en forma conjunta, siendo las responsables del orden y de la sociabilidad de la colmena.
La sustancia real atrae a las obreras, se tranquilizan con su presencia, no importa de que colmena sea , si dejamos una colmena huérfana cerca de otras que tienen reina, muy pronto se comprueba que muchas abejas se pasan a la colmena con reina. 
La feromona de las glándulas mandibulares está compuesta por una mezcla de cinco compuestos, tres compuestos ácidos y dos compuestos aromáticos. Actualmente son sintetizados en EEUU y pueden tener utilidad práctica en el manejo de las colmenas en casos de: Envío de paquetes de abejas, evitar la enjambrazón, cazar enjambres, mejorar la fecundación de reinas, introducción de reinas, etc.


Orlando Valega

LA POLINIZACIÓN ENTOMOFILA

LA POLINIZACIÓN ENTOMOFILA, UN CASO ESPECIAL DE MUTUALISMO

En ecología el término MUTUALISMO, puede definirse como un tipo de asociación interespecífica en la que las dos especies implicadas obtienen beneficios mutuos y los individuos de cada una de sus poblaciones, crecen, y/o sobreviven, y/o se reproducen, con una tasa superior cuando se hallan en presencia de individuos de la otra especie mutualista. Y evidentemente los beneficios que aportan a cada socio superan los costes que pudieran ocasionar la mencionada asociación. A parte de los mutualismos asociados a la agricultura y ganadería del Homo sapiens, uno de los mutualismos ecológicos más espectaculares que existen en la naturaleza, es el mutualismo de polinización. Así es, la mayoría de las flores polinizadas por animales ofrecen néctar y/o polen como recompensa para sus visitantes. 
File:Apis mellifera (in flight).jpg
La polinización cruzada es el transporte del polen desde las anteras de una planta, hasta el estigma del pistilo de otra planta distinta. En variedades compatibles se produce la fecundación y ese grano de polen en contacto con el estigma, emite el tubo polínico y penetra en el ovario, transformándose el ovario en fruto y el óvulo fecundado en semilla.

Al parecer el néctar, las formas, los colores y los aromas no tienen otro valor para la planta que el de atraer a los animales, y representa un coste que la planta hubiera podido utilizar para otros menesteres, sin embargo el beneficio que obtiene es el de la polinización a través de un vector animal del polen. En plantas cultivadas y silvestres la polinización provoca un incremento de la producción, (aumentando el número y el tamaño de los frutos) y el incremento de su diversidad genética. Así mismo provoca un aumento importante del número de frutos cuajados y de la calidad del cuajado, y también produce una mejora de la calidad de los frutos obtenidos. 

Las presiones evolutivas reciprocas han desembocado, en algunos casos, en una COEVOLUCIÓN en la que los mutualismos son tan estrechos que la interacción se ha dirigido hacia vías de especialización cada vez más restringidas y el mutualismo pasa a ser obligado, al menos para una de las dos especies implicadas. Los polinizadores de vida más prolongada, como son los murciélagos, los roedores, o las abejas con sus colonias de vida larga, es más probable que sean generalistas, visitando las flores de diferentes especies durante las distintas estaciones, o bien tomando alimentos diversos cuando no existe néctar disponible.

Diversos animales han establecido relaciones de polinización con las plantas en flor; entre ellos se encuentran los colibríes, los murciélagos e incluso algunos pequeños roedores y marsupiales. Sin embargo, los polinizadores por excelencia son indudablemente los insectos y por ello merece la pena profundizar en las características de su mutualismo su importancia y su problemática.

LA ABEJA DE MIEL, POLINIZADOR MAYORITARIO

Actualmente en nuestro planeta hay descritas más de un millón de especies de insectos y dentro de ellos, los que pueden considerarse como mutualistas de polinización pertenecen a los grupos siguientes: Coleópteros, Lepidópteros, Dípteros e Himenópteros. Es precisamente en este último grupo de insectos donde se encuentran los polinizadores más eficaces y con adaptaciones especiales. En las zonas de clima templado se ha estimado que el 70-95% de los insectos polinizadores son himenópteros. Cabe mencionar a las abejas solitarias, los abejorros y sobre todo a la abeja de la miel. 

Resulta indiscutible que el beneficio en polinización, llevado a cabo por las abejas y el resto de polinizadores, favorece la fecundación y fructificación, por lo que contribuye directamente en la conservación de especies amenazadas (animales y vegetales) y la diversidad biológica. De ese modo se garantiza la renovación y mantenimiento de la cubierta vegetal, reduciendo el riesgo de erosión, constituyendo una medida activa de protección. Desgraciadamente, no existen suficientes estudios científicos sobre el tema y sería necesario el desarrollo y puesta en marcha de programas de investigación que permitan evaluar y cuantificar los efectos beneficiosos producidos por los polinizadores en los ecosistemas.

Las conclusiones de los estudios de las últimas décadas, nos alertan de la tendencia creciente a la desaparición de los polinizadores y de las graves consecuencias que su déficit provoca. La causa principal de este crítico descenso se puede atribuir, directa o indirectamente, a la intervención de la especie humana. La aplicación de insecticidas de uso agrícola, las incesantes transformaciones de terrenos forestales en agrícolas y la urbanización intensiva, provocan la destrucción continua de los hábitats naturales de los polinizadores. Muchos de ellos anidan en el suelo, bien para reproducirse o para hibernar, y todas las operaciones que implican el movimiento del suelo eliminan inevitablemente una gran cantidad de individuos. Por otra parte, si se reducen las zonas con flora autóctona, también lo hacen las fuentes de polen y néctar, que son la base de la dieta de la mayoría de los polinizadores. Los incendios repetidos, la sequía prolongada, la pérdida de suelo a causa de las lluvias torrenciales, han acelerado el proceso de desertización de nuestras tierras. 

La abeja mellifera, es el principal insecto polinizador que existe en la naturaleza, su abundancia puede variar entre el 60 y el 95 % de todos los polinizadores. Esta reconocido a nivel de la comunidad científica mundial, que la miel y el resto de productos procedentes del colmenar, son insignificantes en comparación con el principal beneficio que reporta la apicultura: la polinización de cultivos y especies vegetales silvestres. Este hecho, muchas veces ignorado, es de importancia crucial en un contexto general de deterioro ambiental. Según estimaciones de la F.A.O y de la Unión Europea, el valor de la polinización de las abejas, es de 20 a 30 veces superior el valor de la miel y el resto de productos apícolas. En un reciente sobre la importancia de los polinizadores en la Comunidad Valenciana, editado por La Unió de llauradors i Ramaders-COAG, se pone de manifiesto que el beneficio generado por los polinizadores supera los 100.000 millones de pesetas anuales, sólo en el sector agrario (el 30-40% de la producción final agraria). Y la parte correspondiente a la abeja de la miel ronda los 80.000 millones de pesetas.

Las colonias de la abeja melífera se encuentran, en la actualidad, casi exclusivamente en las colmenas que mantienen los apicultores, por lo tanto, la abundancia de este importante polinizador va ligada a la cabaña apícola existente en cada zona. Es por tanto, absolutamente necesario garantizar una cabaña apícola suficiente para cubrir la demanda en polinización de cultivos y en los ecosistemas naturales.

La apicultura valenciana, ocupaba el primer puesto de la apicultura española hasta hace pocos años. Actualmente, ocupa el 2º lugar en producción de miel y censo de colmenas. Hay unos 1600 apicultores que se reparten unas 350.000 colmenas. De ellos, buena parte son profesionales que viven en gran parte de la venta de la miel, polen y cera. La producción de miel oscila entre los 7-8 millones de Kg., la de cera en torno a los 250.000, la de polen, que es muy variable, podríamos situarla en unos 150.000 Kg.. Esto supone un aporte a la producción final agraria de unos 15 millones de euros, pero como decíamos anteriormente, esta cantidad hay que multiplicarla por 30 para, en justicia, añadir el valor generado por la polinización de las abejas melíferas.

Pero la amenaza también se cierne sobre la abeja melífera, cuya población también disminuye. Las 8.800.000 colmenas europeas están acosadas por patologías cada vez más difíciles de tratar, también existen graves problemas de intoxicación y pérdida de colmenas por la aplicación de ciertos productos fitosanitarios, además hay que añadir los efectos que sobre los apicultores profesionales tienen las mieles de importación (el precio medio de las importadas es de 1,11euros/kgr, frente a 2,05 euros/kgr de las europeas ). En estas condiciones, el aumento de los costes de producción, la disminución del rendimiento y la dificultad de recuperar las colmenas perdidas, el desánimo hace mella entre los apicultores europeos, esta actividad ya no atrae a los jóvenes y el número de ellos que se incorporan ha disminuido drásticamente, a pesar de que constituye una alternativa para el delicado tejido rural y de que está bien integrada en el medio natural. La producción de miel europea cubre sólo el 50% de su demanda interna, pero aún siendo ésta una buena causa, la razón principal para garantizar la pervivencia de la apicultura es la de mantener una población mínima de polinizadores, antes de que resulte imposible solucionar los problemas derivados de su déficit: Conservación de la flora natural, protección de la biodiversidad y producción agrícola.


LA APICULTURA Y LA POLINIZACIÓN DE CÍTRICOS

En otros países las abejas son respetadas y consideradas como protectoras del Medio Ambiente, por esos probados beneficios antes mencionados. Sin embargo, lamentablemente en la Comunidad Valenciana, pionera en la apicultura española, en demasiadas ocasiones, la abeja es tratada como una ladrona de néctar y polen, y los apicultores casi como delincuentes, tal y como veremos a continuación.

La producción teórica de miel de azahar es de 6000 toneladas al año, sin embargo, durante las dos últimas campañas, la producción real anual de miel de azahar, se estima que difícilmente ha alcanzado las 1000 toneladas y las expectativas para la presente campaña 2002 son similares. 

La crisis del Sector apícola viene de lejos y está motivada por múltiples causas. Pero, sin ningún género de dudas, la causa principal de este crítico descenso de producción ha sido la aplicación de la normativa restrictiva al respecto ( Decreto 33/2000 y 37/2001), que ha imposibilitado, en gran medida, la producción de miel de azahar en la Comunidad Valenciana y ha favorecido la entrada de mieles de importación. Esta normativa, ha obligado a los apicultores a un destierro forzoso, situando sus colmenas a más de 5 k.m lineales de las plantaciones de cítricos en floración y sufriendo las consecuencias de los tratamientos insecticidas en plena floración citrícola. Los apicultores, en el mejor de los casos, han debido buscar floraciones alternativas sobresaturadas, aumentando los costes de producción y disminuyendo considerablemente el rendimiento y rentabilidad de sus explotaciones, debiendo hacer frente a las recientes inversiones realizadas para la mejora y modernización de sus explotaciones.


Como consecuencia de la aplicación de estos Decretos, se produce un enorme déficit de polinizadores y se pierden esos efectos beneficiosos anteriormente indicados, causando un gran perjuicio sobre la biodiversidad y sobre ecosistemas amenazados. Debemos tener en cuenta que, por un lado están las abejas trasladadas voluntaria o involuntariamente, y por otro, el exterminio directo de polinizadores y otras especies, (algunas de ellas amenazadas) causado a través de pulverizaciones sobre los cítricos en floración, permitidas en los mencionados Decretos y con productos nada selectivos. Todo esto supone un grave atentado contra la biodiversidad y el ecosistema en general, precisamente este año 2002 que ha sido declarado por la Consellería de Medi Ambient, el año de la biodiversidad en la Comunidad Valenciana. No tiene sentido gastar miles de millones en promover la lucha biológica, declarar el año de la biodiversidad y por otro lado exterminar a todo bicho viviente con estos tratamientos nada selectivos.

La problemática de los asentamientos de colmenas en cítricos se inició hace casi una década, rompiendo la convivencia pacífica de cientos de años. Es a partir de los años 90, cuando empiezan a proliferar las plantaciones de variedades híbridas de mandarinas, con el objetivo de prolongar el periodo de producción de mandarinas y “desestacionalizar” la oferta, sin tener en cuenta el hecho, ya constatado con anterioridad, de que causaban problemas de semillas al producirse la polinización cruzada entre estos mandarinos y el resto de variedades cultivadas.

Estos híbridos, introducidos de modo clandestino, se fueron extendiendo y con ellos el polen “contaminante” causante del problema, sin pasar ningún periodo de experimentación. Desde entonces las distintas administraciones que han pasado por el Gobierno Valenciano, han coincidido en su invalidez manifiesta y en su incapacidad para solucionar el grave problema de la aparición de semillas en las mandarinas. Las únicas medidas puestas en marcha para tratar de limitar los efectos de la polinización cruzada entre plantaciones de cítricos, únicamente se han limitado a condenar inútilmente a las abejas, a los apicultores valencianos, al resto de cultivos y al ecosistema en general.

Además, al comparar la importancia socioeconómica de ambos sectores, la Conselleria siempre ha utilizado un argumento económico erróneo para justificarse (Sector citrícola= 45 % de la producción final agraria/ sector apícola=0´5 %), olvidando que el problema de la presencia de semillas sólo afecta a una parte del sector citrícola y el déficit de polinizadores está afectando negativamente a la mayoría de explotaciones citrícolas. El valor de la polinización de las abejas de la miel representa la cifra, nada despreciable, de unos 80.000 millones anuales y el valor económico de la producción de las variedades híbridas, diícilmente alcanza los 25.000 millones anuales.


Desde que se inició el problema de la aparición de semillas en las plantaciones de cítricos en la campaña 92-93, la opinión de La Unió de Llauradors i Ramaders-COAG viene siendo la misma, pensando que la solución definitiva a este problema pasa por una correcta reordenación y planificación de las plantaciones de cítricos presentes y futuras. 

Los numerosos estudios científicos realizados desde hace más de 50 años en la amplia gama de agrios existentes, indican que, salvo contadas excepciones, la polinización provoca un incremento de la producción -aumentando el número y el tamaño de los frutos, un aumento importante del número de frutos cuajados y de la calidad del cuajado y también una mejora de la calidad de los frutos obtenidos.

Sirva de ejemplo destacable el interesante estudio publicado en la revista Levante Agricola (nº 352, 4º trimestre de 2001) sobre la polinización de la variedad “Fortune”, el híbrido de mandarino más abundante. En él se exponen dos conclusiones que evidencian el error cometido en la plantación de esta variedad y ridiculizan a los promotores de la idea de eliminar a los polinizadores de la zona citrícola: “Para obtener adecuados niveles de producción en Fortune sin problemas de semillas, sería necesario que las plantaciones estuvieran aisladas (...) de otras variedades compatibles. La introducción de insectos polinizadores en plantaciones aisladas de mandarina Fortune mejoraría la producción y calidad del fruto, al carecer éste de semillas 

La Administración debería solucionar definitivamente el problema de la aparición de semillas en las plantaciones de cítricos, estableciendo una correcta planificación y reordenación de las plantaciones citrícolas presentes y futuras. De ese modo, se solucionaría el principal problema de la apicultura y se podrían recuperar los beneficios en polinización que se pierden año tras año.

Enrique Simó Zaragoza
Biólogo  y veterinario
Técnico del sector apícola
Unió de Llauradors i Ramaders - COAG 

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