domingo, 26 de mayo de 2013

COLMENAS CON DOBLE REINA

 Colmenas con doble reina

Lo primero que pensamos los apicultores cuando nos hablan de “doble reina”, es en esas colmenas tipo torre, con dos rejillas, un montón de alzas, manejo complicado, etc. etc. que vemos en algún libro o revista. Muy alejado de eso es la técnica que quiero describir y que busca el objetivo de lograr el máximo de pecoreadoras en el momento oportuno de la mielada. Tres ideas básicas Para empezar, recordemos tres ideas muy estudiadas y probadas científica y prácticamente:


1) La reina responde con postura al aporte de néctar y polen que hacen las pecoreadoras. Es decir que a mayor entrada, o estímulo, mayor postura.

2) Esa postura se transforma en pecoreadoras unos 40 días después: 22 días hasta el nacimiento de la abeja y unos 18 días hasta que sale a pecorear al campo.

3) A mayor población mayor eficiencia de recolección: FARRAR demostró que cuando una colmena de 30.000 abejas produce 2,7 kg. de miel, una de 60.000 produce 6,1 kg.; es decir, con el doble de abejas produce mucho más del doble de miel ; en otras palabras, es preferible una colmena de 60.000 abejas y no dos de 30.000.

 Todos los apicultores lo hemos visto en nuestras colmenas. Recordemos además que una colmena chica tiene proporcionalmente más nodrizas que una grande, ya que si las dos tienen reinas buenas, la postura diaria es casi la misma, por lo que la cantidad de nodrizas necesarias en una y otra también es casi la misma y el resto de las abejas (muchas más en la colmena grande), se convierten en pecoreadoras.


Si reflexionamos sobre esas tres ideas, sus consecuencias son:

a) La población óptima de la colmena llega tarde al flujo principal de néctar, ya que a éste llega la postura, pero esa postura convertida en pecoreadoras sale al campo recién unos 40 días después. Es decir, el máximo de pecoreadoras no coincide con el máximo de entrada.  Acotemos que esto puede no ser así en algunas zonas en que la primavera haga un aporte importante y sostenido de néctar y polen.

b) Cuanto más pobladas tengamos las colmenas en la cosecha más cosecharemos. Es aquí donde aparecen los manejos del apicultor para lograr ese pico de población coincidiendo con el pico de entrada de néctar. Esos manejos, que significan siempre un costo adicional y trabajo extra, pueden ser el “secuestro de la reina”, las colmenas con dos reinas, el bloqueo de la cámara de cría, etc. En los libros de Norberto García Girou y en el de Jean Prost “APICULTURA” se detallan con datos muy precisos algunos de estos manejos. Práctica del manejo con dos reinas Lo que vamos a contar no significa, de ninguna manera, tener dos reinas permanentemente en la colmena. Podemos resumirla diciendo que hay dos reinas poniendo (fabricando pecoreadoras) cada cual en su cámara de cría en la primavera; pero una sola en la temporada gracias a que se fusionan esas dos cámaras.

Los pasos a seguir son:

 1) Dividir la colmena en una época propicia o en su defecto hacer núcleos. Quienes tienen a mano una zona de monte apta para núcleos tempranos la pueden aprovechar. Si se tiene en claro el manejo de núcleos tardíos para invernarlos, puede ser una alternativa válida, ya que los núcleos tempranos en una zona de clima templado no parecen ser una opción para este manejo. Cada división tendrá su cámara de cría (división horizontal) o una estará sobre la otra separadas ambas por una entretapa ciega de chapadur o similar con piqueras independientes en direcciones distintas (división vertical).

2) Hacer crecer esas divisiones o núcleos al máximo en la primavera. Para ello utilizar el “poncho” , la alimentación de estímulo, el control sanitario y el uso adecuado de sustitutos de polen si este no está disponible en el campo, o el uso de algún polivitamínico adecuado.

3) 15 ó 20 días antes del flujo principal de néctar ,(Para ésto debemos seguir los consejos que dicen que hay que conocer la curva de floración de nuestra zona), fusionamos las divisiones o la colmena con uno o más núcleos por medio de la técnica del papel de diario que es rápida y efectiva. En ese momento eliminamos la reina más vieja o que peor postura tenga. Hay una variante que es dejar que las abejas la eliminen ellas, con lo que nos ahorramos el trabajo de buscarla en un momento de la temporada en el que el tiempo no nos sobra. De cualquier manera no es necesario matarla, si es una reina buena se puede destinar al cambio de reina de otra colmena, un núcleo, etc.
Una vez concluido este trabajo hemos logrado una población muy fuerte de la colmena y podemos hacer una síntesis de los beneficios del sistema:

 a) Aumentamos la población de la colmena y con ello la eficiencia de cosecha. Las nodrizas que sobran, (digamos las que atendían la cría de la reina eliminada), se convierten en pecoreadoras. Tendemos así a unificar la curva de población de pecoreadoras con la curva de aporte de néctar del campo.

b) Disminuimos el consumo interno de la colmena ya que al quedar una sola reina poniendo, el consumo de la cría es menor que cuando teníamos dos reinas.

c) Obtenemos un cambio de reina anual, ya que si la división la hacemos con una reina o celda real, esta reina nueva seguramente será la que quede luego de la fusión. Una reflexión final: Cuando tenemos las dos reinas en la primavera, la tentación de dejarlas para “tener más colmenas” es grande, pero repitamos : dos colmenas de 30.000 abejas dan menos que una de 60.000. No hay dudas de que es preferible una de 60.000 o más abejas en la colmena. Hay, asimismo, trabajo extra que hay que estar dispuesto a hacer y si la división es vertical el costo extra en material es casi nulo, no así el de alimentación, sanidad, mano de obra y viajes.
Nos queda ahora, si nos interesa el tema, hacer una prueba del sistema con un método racional, que no nos engañe; en un mismo colmenar podemos poner colmenas manejadas tradicionalmente y algunas con este método. La diferencia va a estar a la vista.
Los productores apícolas   durante muchos años han tenido la preocupación y la resignación de tener bajos rindes de miel. Se sabe bien que las características climáticas de esta región no permiten tener grandes apiarios en un solo asentamiento, recomendándose apiarios no mayores de 30 colmenas debido a que la mayoría de las especies poseen floraciones explosivas, las cuales no le dan la posibilidad de un sustento continuo a nuestras abejas.

En la República Argentina los apicultores siempre han tenido la gran preocupación de hacer que sus colmenas produzcan mayor cantidad de miel, polen, propóleos o etc., es mi opinión que cada apicultor debe buscar una alternativa para mejorar la producción en sus apiarios, por ello me tomo el atrevimiento de contar algunas experiencias que he tenido en el manejo de colmenas con dos reinas las cuales podrían transformarse en una solución para muchos.
De esta forma al aumentar el ingreso por colmena la actividad se tornar más rentable y por consecuencia no ser necesario tener que manejar un número excesivo de colmenas haciendo malabarismos para sobrevivir, en otras palabras hacer una apicultura INTENSIVA y no extensiva.-

En primer lugar debemos partir de colmenas que hayan pasado el invierno bien fuertes, para poder dividirlas tan pronto como sea posible, pudiendo introducir una reina en la división que carezca de ella, también es posible esperar un tiempo para que nuestras amigas aladas hagan su propia reina, pero esto nos demoraría unos 45 días. En Mendoza se esta haciendo costumbre entre los apicultores el uso de alimentación artificial (jarabes y sustitutos de polen) para el insentivo de la postura de la reina y el desarrollo acelerado de las colonias para de este modo tener colmenas fuertes en los primeros días de primavera donde se realizan los servicios de polinización en los montes frutales. Una vez que tenemos las dos cámaras, producto de la división de una colmena fuerte, cada una con su respectiva reina, procedemos a aplicar la técnica de fusión de dos colmenas con la hoja de papel de diario. Incorporando la variante de la utilización de una rejilla excluidora, de esta forma la fusión de la colmena ( A ) con la colmena ( B ) ser lo menos traumático posible para las obreras, mezclándose de esta forma los "olores" (estímulos químicos ) de cada reina, gracias a la rejilla excluidora, no podrán encontrarse para combatir en los tradicionales duelos mortales de soberanas. Esta operación que resulta tan sencilla es vital para que la técnica de manejo de colmenas con dos reinas funcione a la perfección desde un principio.
 La experiencia me ha demostrado que las abejas de la colmena que se encuentran en la parte superior (A) desean atravesar el papel de diario, para poder salir a realizar sus vuelos de defecación, pecoreo, etc. .En cambio las abejas que se encuentran el la colonia ubicada en la parte inferior (B) se sienten molestas por la presencia de un objeto extraño, el cual incentiva a ambas colonias a poner manos a la obra, roen con sus pequeñas mandíbulas lisas, todo el periódico.

En pocas, semanas o días podrá observarse que las abejas han roído produciendo túneles o boquetes de gran tamaño lo que intensifica la comunicación entre ambas colonias, de esta manera la fusión está hecha, el intercambio ha sido en forma lenta y las abejas se comportan como hermanas. Si el apicultor lo desea podrá acelerar este proceso pulverizando ambas colonias con jarabe azucarado y haciendo pequeñas perforaciones en el papel de diario con un lápiz. Una forma de verificar que las abejas están trabajando en tratar de eliminar la hoja de papel, es realizando observaciones de la piquera donde podrán ver como una viruta blanco grisácea similar al algodón, que en realidad son los pedazos de papel de diario roídos y expulsados por la piquera.

 Una vez que se produjo la fusión entre ambas colonias, el apicultor ver como la colmena comienza a evolucionar. Debemos recordar que dos reinas ponen más huevos que una, y por ello es notable como aumentar la superficie de cría, la cantidad de abejas nodrizas y la cantidad de pecoreadoras. Recuerdo haber hecho la experiencia en la localidad de Vista Flores, Tunuyán con núcleos de 4 (cuatro) cuadros relativamente fuertes y estabilizados, es decir con sus reinas en postura. En esa oportunidad trabajé con 15 núcleos, de los cuales 10 fueron fusionados y transformados en colmenas con 2 reinas a principios del mes de Octubre, los otros 5 fueron dejados como testigos. A mediados del mes de Diciembre pude percatarme que las abejas habían acopiado un alza de miel, en contra partida los núcleos testigos habían alcanzado ha desarrollarse completando la cámara de cría y en el mejor de los casos me dieron uno o dos cuadros con miel.
De esta forma pude aseverar el descubrimiento del Dr. Farrar, "La producción de miel por abeja aumenta en forma exponencial en la medida que aumenta la población " El apicultor que desee incursionar en esta práctica deber tener en cuenta de proveer el espacio suficiente a cada reina para que puedan colocar correctamente la postura, evitando posibles bloqueos de las cámaras de cría que suelen llegar a 5 (cinco). Si no ha leído mal, son colmenas extraordinariamente grandes por ello se denominan colmenas rascacielos.

También es importante tener en cuenta que las colmenas tengan suficiente cantidad de polen para mantener a toda la cría. Muchos apicultores avezados en esta práctica recomiendan dividir entre 35 a 45 días antes del fin de la mielada para que de esta forma no se produzca una caída estrepitosa de la misma. Personalmente opino que es interesante hacer esto para la elaboración de los denominados núcleos tardíos o núcleos de otoño, los cuales serán un buen arranque para la próxima temporada. Otra posibilidad interesante es elaborar dichos núcleos y mantenerlos en forma de rascacielos para que el calor y los alimentos sean mejor aprovechados por esta supercolonia que llegan hasta 100.000 individuos, a principios de la temporada siguiente el apicultor deber hacer la división de estas colonias, que a su vez pueden funcionar como bancos de reinas.

La idea de utilizar las colmenas rascacielos como reservorio de reinas puede transformarse en una práctica interesante, si lo observamos del punto de vista, que el apicultor moderno debe cambiar sus reinas todos los años o cada dos años, basándose en que una reina en la actualidad comienza a declinar su postura lo cual no hace que, una reina cumpla un ciclo. Yo me pregunto:

 ¿Después de ese tiempo la reina no sirve para nada?,  ¿Quién no se ha encariñado con un bichito de estos? . Lo cierto es que la disminución de la postura de la reina ser algo gradual lo que con el correr del tiempo se transformar en nula. Las abejas naturalmente tienen la costumbre de eliminar a la reina cuando no sirve, no cuando cumplió una determinada edad, por otro lado es verdad que el apicultor moderno no debe darse el lujo de perder el tiempo en sentimentalismos, la reina que no se encuentra en la máxima postura debe ser reemplazada.
Mi propuesta es que con este método de colmenas con dos reinas se pude hacer que esa reina que no está en el máximo nivel de postura pase a un retiro, "Jubilación " en una colmena de dos, tres o por que no más reinas, que nos suministrar abejas, cuadros con cría y producción. Siempre es importante recordar que dos reinas ponen más que una.

 Pablo A. Maessen Prensa y difusión 

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