jueves, 8 de noviembre de 2012

NACIMIENTO DE UNA OBRERA

 Nacimiento de una obrera
Desde su nacimiento la obrera cumple una serie de funciones de acuerdo a los cambios que se van produciendo en su organismo y de las necesidades de la colmena. Hasta el tercer día de edad, se encarga de limpiar las celdas de los panales para que la reina vuelva a ovar. También en esta etapa colaboran en calentar la cría. Desde el tercero hasta el duodécimo día, las glándu
las hipofaringeas producen jalea real, convirtiéndose, las obreras en nodrizas, encargadas de alimentar las crías de diferentes edades y ala reina. Desde el día 13, cuando se produce la atrofia de la glándulas hipofaringeas y hasta el día 20 de vida, se les desarrollan las glándulas cereras, dedicándose a construir y reparar panales. Luego estas glándulas se atrofian y nuevamente, las obreras, se dedican a la limpieza general de la colmena.

Además recepcionan parte del néctar que traen las pecoreadoras, lo distribuyen en las celdillas e inician el contacto con el exterior, realizando vuelos cortos de ascenso y descenso frente de la colmena. Para esto ocupa las horas de mayor luminosidad.

A partir del día 24 de edad la obrera se dedica exclusivamente a tareas fuera de la colmena. Para recolectar el néctar utiliza el buche mielario, pudiendo transportar en cada oportunidad aproximadamente 0.5 mgrs. de miel.

Cuando la obrera descubre una fuente de néctar o polen, al volver a la colmena, realiza sobre los panales una serie de movimientos llamados “danza de las abejas” que consiste en hacer círculos, medios círculos o movimientos en forma de ocho, que repite insistentemente frente a las demás obreras. Estos bailes indican la dirección y distancia de la fuente de alimento con respecto a la colmena.

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